Cecilia Lindgren, experta en obesidad: ¡°Basta con un exceso de 100 calor¨ªas al d¨ªa para ganar 4,5 kilos al a?o¡±
La directora del Instituto de Macrodatos de la Universidad de Oxford ha iluminado las ra¨ªces gen¨¦ticas del sobrepeso y combate ¡°la idea err¨®nea de que las personas obesas se atiborran¡±
Cuenta la genetista Cecilia Lindgren que, cada vez que da una charla sobre la obesidad, alguien del p¨²blico levanta la mano para sugerir que la soluci¨®n es f¨¢cil: comer menos. A continuaci¨®n, el espont¨¢neo de turno suele a?adir alg¨²n comentario despectivo: los gordos son, sencillamente, personas perezosas que carecen de fuerza de voluntad para no atiborrarse de comida basura. Lindgren, directora del Instituto de Macrodatos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), resopla ante esta idea generalizada. Su equipo ha identificado multitud de variantes gen¨¦ticas asociadas a una mayor predisposici¨®n para acumular grasa en diferentes partes del cuerpo. Sumados a otros factores ambientales, estos genes pueden determinar la aparici¨®n de unas cartucheras o de una buena ¡°barriga cervecera¡±, explica Lindgren, nacida en Gotemburgo (Suecia) hace 48 a?os. La genetista viaj¨® el 19 de mayo a Reikiavik (Islandia) para impartir una conferencia en la sede de la empresa local deCODE Genetics, a la que EL PA?S acudi¨® invitado por la compa?¨ªa matriz, la farmac¨¦utica estadounidense Amgen.
Pregunta. Usted insiste en que la obesidad no es el resultado de una falta de voluntad.
Respuesta. No lo es.
P. Tampoco es una elecci¨®n.
R. No. Creo que nadie elegir¨ªa ser obeso. Los estudios gen¨¦ticos nos dicen que la obesidad est¨¢ regulada por la sensaci¨®n de saciedad y de hambre. Vivimos en un ambiente con un exceso de calor¨ªas. Si tienes mucha m¨¢s hambre y no te llenas cuando comes, vas a comer m¨¢s a todas horas. Existe la idea err¨®nea de que son personas que, simplemente, se sientan y se atiborran. Siempre se publican fotos de gente muy gorda comiendo cinco hamburguesas del McDonald¡¯s, pero la verdad es que basta con comer un exceso de 100 calor¨ªas al d¨ªa para ganar unos 4,5 kilos al a?o. No parece mucho, pero si lo haces todos los a?os de repente estar¨¢s realmente gordo. As¨ª que no creo que sea una elecci¨®n.
P. ?Cu¨¢ntas variantes gen¨¦ticas est¨¢n asociadas a la obesidad?
R. En la actualidad conocemos unas 3.000.
P. As¨ª que no hay nada parecido a un gen de la obesidad.
R. No, no hay solo uno. Stephen O¡¯Rahilly, de la Universidad de Cambridge, ha investigado enfermedades provocadas por solo una o dos mutaciones graves en un gen, enfermedades en las que los pacientes no pueden parar de comer. Se llama hiperfagia y se debe a la disrupci¨®n de la regulaci¨®n neuroendocrina de la saciedad y el hambre. Y esto es lo que vemos en otras personas, aunque no de una manera tan brutal. En mi equipo hemos encontrado dos variantes en unas 6.400 personas en el Reino Unido y cada variante supone un exceso de entre siete y 10 kilos en el peso de un adulto.
P. Es mucho.
R. Hablamos de un gran efecto en muchas personas. Es importante subrayar que no somos v¨ªctimas de nuestro ADN, pero nacemos con una predisposici¨®n. Es fundamental que estas personas sepan por qu¨¦ tienen que luchar tanto para mantener un peso saludable.
Hemos encontrado dos variantes gen¨¦ticas que suponen, cada una, un exceso de entre siete y 10 kilos en el peso de un adulto
P. En su campo se habla del ambiente obesog¨¦nico. ?Qu¨¦ es exactamente?
R. Un ambiente obesog¨¦nico es aquel en el que hay comida por todas partes y a todas horas. Es comida no saludable y siempre al alcance de la mano, lo que significa que, si tienes hambre, simplemente comes m¨¢s. En la d¨¦cada de 1960, hab¨ªa alcohol y tabaco en las mesas de las habitaciones. Hoy nunca har¨ªamos eso, porque sabemos que es un error. En la d¨¦cada de 2000 hab¨ªa patatas fritas y bagels en las mesas. Ahora la gente est¨¢ cada vez m¨¢s concienciada y hay m¨¢s fruta y agua mineral. La gente est¨¢ empezando a entender que no hay que tener comida por todas partes y a todas horas.
P. ?Es lo mismo comer 500 calor¨ªas de pl¨¢tanos que 500 calor¨ªas de helado?
R. Hay un gran cient¨ªfico en Cambridge, Giles Yeo, que ha escrito un libro llamado Por qu¨¦ las calor¨ªas no cuentan. No estoy completamente de acuerdo, pero tiene raz¨®n en que si pones 500 calor¨ªas de pl¨¢tanos en un plato y 500 calor¨ªas de helado en otro plato, los pl¨¢tanos pesar¨ªan unas cinco veces m¨¢s que el helado. No cuentan solo las calor¨ªas, sino la cantidad de comida que vas a tomar. Si te comes todos esos pl¨¢tanos, vas a estar lleno durante mucho m¨¢s tiempo. Si comes 500 calor¨ªas de helado, volver¨¢s a tener hambre una hora despu¨¦s. Es muy rico en calor¨ªas, pero no te llena. En los alimentos tambi¨¦n importa el peso, la cantidad de fibra, la consistencia...
P. A medida que los ni?os ricos adelgazan, los ni?os pobres engordan cada vez m¨¢s. La brecha en la obesidad infantil est¨¢ creciendo.
R. Depende de los pa¨ªses. La raz¨®n por la que me preocupa la obesidad infantil es porque de adulto es dif¨ªcil romper el ciclo y ser delgado. Y existe una gran discriminaci¨®n hacia las personas con sobrepeso y obesidad. Una cuarta parte de los trabajadores sanitarios piensa que las personas obesas merecen menos recibir tratamientos. Y una cuarta parte de los profesores cree que los ni?os obesos son m¨¢s tontos, as¨ª que les ponen peores notas, aunque hagan bien los ex¨¢menes.
Una cuarta parte de los profesores cree que los ni?os obesos son m¨¢s tontos, as¨ª que les ponen peores notas
P. El ¨ªndice de masa corporal tiene un papel importante en el estatus socioecon¨®mico.
R. S¨ª, hay una fuerte correlaci¨®n entre el estatus socioecon¨®mico y el ¨ªndice de masa corporal. Los ni?os pobres tienen una mayor probabilidad de ser obesos. Las personas pobres a menudo tienen dificultades para tener acceso a una alimentaci¨®n adecuada. Es muy caro comprar cereales, frutas y verduras, comparado con comprar comida con muchas calor¨ªas.
P. Si tienes pocos ingresos, tienes m¨¢s probabilidades de ser obeso. Y si eres obeso, tienes m¨¢s probabilidades de tener bajos ingresos.
R. Yo tendr¨ªa cuidado y dir¨ªa que hay una correlaci¨®n, no que una variable sea la causa de la otra.
P. Un estudio con 120.000 participantes en el Reino Unido, publicado en 2016, afirm¨® que las personas con sobrepeso, especialmente las mujeres, est¨¢n en desventaja; y que las personas altas, especialmente los hombres, tienen ventaja.
R. S¨ª, pero es una correlaci¨®n, no implica que una variable sea la causa de la otra.
P. Usted defiende que la obesidad es ¡°un problema cerebral¡±.
R. Est¨¢ regulada, en gran medida, a trav¨¦s del cerebro.
P. Est¨¢ en el cerebro y en nuestros bolsillos, porque tambi¨¦n depende de si tienes m¨¢s o menos dinero.
R. S¨ª, la pregunta es qu¨¦ dictamina que esto sea as¨ª. Evidentemente, si eres rico, puedes ir a un gimnasio elegante y te puedes permitir comprar todo tipo de alimentos saludables. Y tambi¨¦n influye la educaci¨®n: si los ni?os tienen padres que les hablan de la importancia de cuidarse la salud.
P. Usted afirma que el 10% de la poblaci¨®n no tiene riesgo de tener una obesidad grave.
R. Las personas con una gran predisposici¨®n a la obesidad, con todas las variantes gen¨¦ticas, podr¨ªan pesar unos 20 kilos m¨¢s que otra persona de su misma edad, sexo y altura. Pero hay otras personas que tienen suerte en esa loter¨ªa y no tienen riesgo de obesidad: tienen predisposici¨®n a no tener hambre.
P. Con toda esta informaci¨®n gen¨¦tica sobre la obesidad, ?es posible desarrollar f¨¢rmacos eficaces? ?O con 3.000 variantes gen¨¦ticas implicadas es imposible?
R. Ahora estoy muy emocionada, porque hay un f¨¢rmaco en el mercado con el que la gente pierde un 15% de su peso corporal [la semaglutida, relacionada con el gen GLP-1]. Y hay otro f¨¢rmaco, la setmelanotida, que act¨²a sobre un mecanismo regulador del hambre y la saciedad que Stephen O¡¯Rahilly y yo encontramos tanto en tipos comunes de obesidad como en enfermedades provocadas por mutaciones en un solo gen. Este f¨¢rmaco va a ser extremadamente importante. Hay una investigaci¨®n de Karine Cl¨¦ment [experta en obesidad de la universidad parisina de La Sorbona] y otros colegas de Francia en la que ven personas que pierden entre el 12% y el 15% de su peso en unas semanas, con este f¨¢rmaco. Llegaremos a tener medicamentos que funcionen en todas las personas, pero necesitamos m¨¢s f¨¢rmacos para escenarios diferentes. Ya estamos viendo el efecto que puede tener tomar una pastilla, pero esto no quiere decir que te tengas que poner a comer patatas fritas gritando ¡°?Hurra! ?Ya no tengo que preocuparme!¡±. Estas pastillas te ayudar¨¢n a controlar la situaci¨®n, lo cual es maravilloso.
Es importante que la obesidad se trate como una enfermedad, para que la gente se la tome en serio
P. ?Cu¨¢l es el papel de la industria alimentaria en la epidemia de obesidad? ?Cree que es como la industria tabaquera?
R. Creo que la comida consumida en la cantidad adecuada y en el momento adecuado no es peligrosa. El tabaco, en cambio, es peligroso incluso si fumas poco. Yo creo que la industria alimentaria debe tener un papel [en la lucha contra la epidemia de obesidad], sobre todo a la hora de declarar sus ingredientes. Muchos gobiernos est¨¢n trabajando para tener etiquetas m¨¢s sencillas y que la gente pueda entender qu¨¦ alimentos son saludables. Y ah¨ª es clave el papel de la industria.
P. ?La obesidad es una enfermedad?
R. S¨ª, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, lo es. Y creo que es importante que se trate como una enfermedad, para que la gente se la tome en serio, porque est¨¢ afectando a personas y tambi¨¦n a la econom¨ªa.
P. En Espa?a se supo en 2018 que Coca-Cola hab¨ªa pagado ocho millones de euros a asociaciones m¨¦dicas y cient¨ªficas. ?Qu¨¦ opina de que la industria alimentaria ponga dinero en la ciencia?
R. Hemos hablado de este tema en mi instituto y es una cuesti¨®n muy dif¨ªcil. Las empresas externas no deber¨ªan poder financiar una investigaci¨®n y tener voz en los resultados. Ninguna empresa me puede pagar para que yo diga que su producto es genial, porque eso es publicidad, no ciencia. Si quieren financiar mi investigaci¨®n y descubro que su producto tiene un efecto nocivo, debo poder publicarlo. Tambi¨¦n debo publicarlo si no veo ning¨²n efecto o incluso si tiene un efecto positivo, claro. La ciencia tiene que ser cr¨ªtica y libre.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.