Artemis, la guinda en un a?o r¨¦cord de lanzamientos espaciales
La reconquista de la Luna impulsa una nueva carrera espacial, a la que se han sumado tanto multimillonarios como pa¨ªses principiantes
El cohete SLS de la NASA, el m¨¢s potente de la historia, ya est¨¢ en el espacio dando el primer paso hacia la reconquista de la Luna. Este verano fracasaron todos los intentos de poner en el espacio la misi¨®n Artemis I con el objetivo de orbitar el sat¨¦lite con una nave tripulada por maniqu¨ªes. Una vez conseguido, se convierte en una muesca m¨¢s en un listado r¨¦cord de lanzamientos espaciales. A este ritmo, 2022 promete ser un a?o extraordinariamente activo, superando en mucho a 2021, que ya fue r¨¦cord de actividad. Hasta ahora se han registrado unos ciento cincuenta. La mitad estadounidenses, con China en segunda posici¨®n.
Esas cifras de r¨¦cord, adem¨¢s, se refieren a lanzamientos individuales; pero cada uno puede poner en ¨®rbita docenas de sat¨¦lites. Es el caso de SpaceX, cuya constelaci¨®n Starlink para ofrecer servicio de internet global se aproxima ya los 3.000 de los 4.000 que de momento constituyen el proyecto completo. Un solo cohete lleva al espacio una cincuentena de golpe. La red Starlink es una de las fuentes de ingresos m¨¢s importantes en la que conf¨ªa la compa?¨ªa de Elon Musk para seguir financiando sus proyectos en otros campos. De momento, ha conseguido ya cerca de medio mill¨®n de suscriptores, la mayor¨ªa en pa¨ªses con grandes ¨¢reas mal comunicadas.
Lo que hace m¨¢s rentable a las operaciones de SpaceX es el uso de cohetes reciclados. ?ltimamente, casi todos sus lanzamientos aprovechan impulsores que ya han despegado (y aterrizado) m¨¢s de una vez. O m¨¢s de diez. Dos de ellos ha establecido la marca en catorce vuelos y siguen en uso. Y no solo se recicla la etapa principal, sino tambi¨¦n las cofias (algunas se recuperan) junto con otros componentes. Hoy por hoy, SpaceX es la ¨²nica empresa capaz de reutilizar tanto sus lanzadores como tambi¨¦n las c¨¢psulas tripuladas.
Acumulaci¨®n de chatarra
Para la astronom¨ªa, la red Starlink constituye una seria molestia, puesto que cada vez resulta m¨¢s dif¨ªcil conseguir fotograf¨ªas del firmamento libres de las trazas luminosas que dejan a su paso. SpaceX ha intentado mitigar el problema pintando sus sat¨¦lites de negro o en la ¨²ltima versi¨®n, dot¨¢ndolos de pantallas que bloqueen el reflejo del sol en sus antenas. Pero no est¨¢ claro que la medida haya tenido ¨¦xito.
China, por su parte, dispone de una amplia gama de cohetes de la serie Larga Marcha. El m¨¢s potente se ha utilizado para enviar al espacio m¨®dulos adicionales para completar la estaci¨®n espacial Tiangong: a finales de julio envi¨® el laboratorio Wentian (traducido libremente: ¡°interrogando a los cielos¡±) con camarotes para tres tripulantes, lo cual eleva la capacidad del complejo a seis personas. Hace pocos d¨ªas despeg¨® el cuarto y ¨²ltimo componente, otro m¨®dulo similar, el Mengtian (¡°So?ando con los cielos¡±). La ca¨ªda incontrolada de su cohete portador fue la que provoc¨® el reciente cierre de algunos aeropuertos.
Este lanzamiento complet¨® la estaci¨®n espacial china, al menos en su primera fase. Quedan tres secciones m¨¢s de reserva que quiz¨¢ se utilicen en el futuro. El primer m¨®dulo se lanz¨® a finales de abril del a?o pasado. En cuesti¨®n de un a?o y medio, China ha construido su laboratorio espacial utilizando solo medios nacionales. Una haza?a. La ISS, en la que participaron Estados Unidos, Rusia, Jap¨®n y la Uni¨®n Europea, llev¨® 23 a?os: el primer componente se lanz¨® en noviembre de 1998 y el ¨²ltimo (el Nauka ruso) en el verano del a?o pasado. Cierto que se trata de una estaci¨®n mucho mayor y m¨¢s compleja, pero es parad¨®jico que apenas un a?o despu¨¦s de quedar oficialmente completada ya se est¨¦ hablando de planes para desorbitarla en caso de que Rusia cumpla su amenaza de retirarse del proyecto.
Con sesenta toneladas de masa, la estaci¨®n china no es tan grande como la ISS, pero no le va mucho a la zaga. Adem¨¢s, es m¨¢s moderna y se beneficia del uso de tecnolog¨ªas y materiales m¨¢s actuales: motores i¨®nicos, paneles de c¨¦lulas solares de alta eficiencia y esclusas que permiten exponer equipos al vac¨ªo y recogerlos m¨¢s tarde. En cambio, algunos componentes de la ISS, en especial su n¨²cleo central, con un cuarto de siglo a cuestas, empieza a sufrir achaques.
Avalancha de lanzamientos
En lo que queda de a?o asistiremos a otra avalancha de lanzamientos. SpaceX pretende cerrar 2022 superando el promedio de uno por semana. El 1 de noviembre despeg¨® un Falcon Heavy que hac¨ªa el n¨²mero 50 del a?o. Es un cohete de tres cuerpos, destinado a poner en ¨®rbita cargas muy pesadas. En este caso, un sat¨¦lite militar. Su secci¨®n central no est¨¢ dise?ada para ser reaprovecharse, pero las dos laterales s¨ª y as¨ª lo hicieron pos¨¢ndose en dos ¨¢reas de Cabo Ca?averal con pocos segundos de intervalo. SpaceX lleva m¨¢s de 150 recuperaciones de cohetes. Hasta final de a?o tiene prevista una docena de lanzamientos m¨¢s.
La urgencia de SpaceX se centra ahora en completar la constelaci¨®n Starlink lo antes posible. No en vano es uno de los pilares financieros en los que conf¨ªa Elon Musk. Adem¨¢s de nuevos sat¨¦lites, hay que ir reponiendo los que se aver¨ªan por causas aleatorias o a consecuencia de tormentas solares. Y no son pocos. De momento, m¨¢s de cincuenta han quedado fuera de servicio.
Tambi¨¦n se ver¨¢ un renovado inter¨¦s en las misiones lunares. De momento est¨¢ en camino hacia all¨ª un peque?o sat¨¦lite para ensayar la peculiar ¨®rbita que utilizar¨¢ la estaci¨®n Gateway, paso intermedio para futuras expediciones tripuladas. Ahora, la NASA ha lanzado su primera misi¨®n Artemis, no tripulada, que marca el debut del pol¨¦mico supercohete SLS.
Otros pa¨ªses lanzar¨¢n tambi¨¦n sondas no tripuladas hacia nuestro sat¨¦lite. Rusia lo intentar¨¢ con el Luna 25, un veh¨ªculo de aterrizaje equipado con un taladro que le permita analizar muestras profundas. Su objetivo es el cr¨¢ter Boguslawsky, situado en la regi¨®n polar sur. Es una zona geol¨®gicamente interesante, aunque an¨¢lisis previos desde ¨®rbita no la asignan mucha probabilidad de contener hielo. Ten¨ªa que haber despegado este mes, pero se ha retrasado.
Otra sonda lunar est¨¢ en camino, la Danuri surcoreana, el primer intento de este pa¨ªs por explorar nuestro sat¨¦lite. Se inyect¨® en una novedosa trayectoria bal¨ªstica que la llevar¨¢ mucho m¨¢s all¨¢ de la Luna para volver a caer y conseguir entrar en ¨®rbita casi sin gasto de combustible. A bordo lleva instrumentos y c¨¢maras con los que fotografiar el terreno en detalle (menos de 5 metros de resoluci¨®n) y, de paso, unirse a la b¨²squeda de recursos minerales: hielo de agua, el codiciado Helio-3, uranio y aluminio. Su fecha de llegada: en torno a la Navidad.
Jap¨®n tambi¨¦n intentar¨¢ depositar un veh¨ªculo en la superficie, la diminuta c¨¢psula Omotenashi que ser¨¢ el objeto m¨¢s ligero que haya alunizado nunca: tres cuartos de kilo (en la Tierra). Va de pasajero en la misi¨®n Artemis I con la idea de frenarlo mediante un peque?o retrocohete que lo detendr¨¢ por completo a unos cien metros de altura y seguir luego en ca¨ªda libre hasta el suelo. Un airbag deber¨ªa amortiguar el impacto que, de todas formas, no resultar¨¢ suave.
Algunas compa?¨ªas privadas han establecido acuerdos con la NASA para llevar sus veh¨ªculos a la Luna. Es el caso de las sondas Peregrine, de Astrobotic o Nova-C de Intuitive Machines. Son dos veh¨ªculos de alunizaje pensados para acomodar instrumentos suministrados por otros clientes. Ambos despegar¨¢n a finales de a?o. De momento con destino a latitudes lunares medias, pero el objetivo final, previsto para el a?o pr¨®ximo, son los cr¨¢teres oscuros del polo sur, con sus grandes reservas de hielo.
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