Arranca la reconquista de la Luna
Pa¨ªses como China, Corea e India se suman a la carrera espacial lanzada por EE UU, Europa y Rusia. Las mujeres tambi¨¦n participar¨¢n de los nuevos viajes, en los que se explotar¨¢n los recursos minerales del cuerpo celeste y se establecer¨¢n bases permanentes como trampol¨ªn hacia Marte
En estos momentos, la sonda rob¨®tica Danuri se dirige hacia el Sol para aprovechar su enorme fuerza de gravedad e impulsarse a su destino final: la Luna. Esta es la primera misi¨®n lanzada por Corea del Sur a nuestro sat¨¦lite y marca el inicio de un hist¨®rico desembarco de m¨¢s de seis pa¨ªses en lo que ser¨¢ una nueva era dorada de la exploraci¨®n de este cuerpo, probablemente formado hace miles de millones de a?os, cuando un planeta del tama?o de Marte impact¨® con la Tierra y le arranc¨® un pedazo. Igual que en la carrera espacial de hace 50 a?os, el objetivo de muchas de estas potencias, especialmente EE UU, Europa y sus rivales chinos y rusos, es mostrar m¨²sculo tecnol¨®gico, explorar las enormes reservas minerales de la Luna y convertirla en una estaci¨®n intermedia para llegar al objetivo final: Marte.
¡°Se aproxima una nueva era de la exploraci¨®n espacial y Corea quiere estar en ella¡±, explica por correo Sungsoo Kim, del Instituto de Investigaci¨®n Aeroespacial de Corea y responsable de Polcam, uno de los cuatro instrumentos cient¨ªficos a bordo de Danuri. El principal objetivo del pa¨ªs asi¨¢tico es desarrollar tecnolog¨ªa de exploraci¨®n y comunicaci¨®n con la Luna y otros cuerpos del sistema solar. Pero la nave tambi¨¦n har¨¢ investigaciones cient¨ªficas de primera l¨ªnea. Polcam, por ejemplo, ser¨¢ la primera c¨¢mara que estudie la textura del suelo lunar usando luz polarizada.
¡°El objetivo de este instrumento ser¨¢ cartografiar el tama?o de las part¨ªculas de regolito lunar, lo que nos dir¨¢ aproximadamente cu¨¢nto tiempo lleva expuesto a las condiciones del espacio¡±, detalla Kim. Otros dos instrumentos analizar¨¢n la intensidad del campo magn¨¦tico lunar y la abundancia de algunos elementos estrat¨¦gicos, como el uranio, el helio o el agua.
El cuarto instrumento a bordo, ShadowCam, ha sido desarrollado por la NASA y estudiar¨¢ ¡°las parcelas m¨¢s valiosas del sistema solar¡±, en palabras de sus creadores. Se trata del interior de los grandes cr¨¢teres del polo Sur de la Luna, donde nunca llega la luz del Sol. Se piensa que estas cavidades en eterna penumbra atesoran toneladas de agua helada, un elemento clave para que los futuros astronautas puedan beber y fabricar combustible de cohetes a base de hidr¨®geno.
La Danuri se lanz¨® el 4 de agosto, pero a¨²n tardar¨¢ hasta diciembre en llegar a la Luna y empezar a orbitarla a una altitud de apenas 100 kil¨®metros. Mientras tanto, se espera que otras misiones de EE UU y Europa, India, Jap¨®n, Emiratos ?rabes y China intenten alcanzar el sat¨¦lite.
El 29 de agosto est¨¢ previsto el despegue de la misi¨®n Artemis I de la NASA, sin duda la m¨¢s ambiciosa de todas las mencionadas. Se trata del primer ensayo general con la c¨¢psula Orion, dise?ada para llevar astronautas a la Luna y Marte, y el cohete SLS, el mayor y m¨¢s potente jam¨¢s construido.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha construido un componente clave: el m¨®dulo de servicio de la Orion. ¡°Esta parte es como las piernas de la nave, pues proporciona la propulsi¨®n y energ¨ªa que necesita, incluidos los paneles solares y los dep¨®sitos de ox¨ªgeno y agua y nitr¨®geno; mientras el cerebro, la electr¨®nica y el software de control, va instalado en la c¨¢psula propiamente dicha¡±, explica a EL PA?S Philippe Deloo, un ingeniero belga de 61 a?os que encabeza la participaci¨®n europea.
Los propulsores del m¨®dulo de servicio son los responsables de llevar a la c¨¢psula desde la ¨®rbita de la Tierra hasta la Luna, que sobrevolar¨¢ a apenas 100 kil¨®metros sobre la superficie. De momento no habr¨¢ ning¨²n humano all¨ª para verlo: los ¨²nicos tripulantes de la Artemis I son tres maniqu¨ªes; uno con el traje completo de astronauta y otros dos torsos ¡ªbautizados Helga y Zohar¡ª que se usar¨¢n para estudiar la efectividad de un chaleco especial contra la radiaci¨®n del espacio.
La Orion har¨¢ una ¨®rbita y media en torno a la Luna siguiendo una trayectoria el¨ªptica. Si todo sale bien, en su punto m¨¢s alejado del sat¨¦lite se convertir¨¢ en la nave capaz de transportar humanos que m¨¢s lejos haya llegado en el espacio; m¨¢s que las Apolo que llevaron al hombre a la Luna hace m¨¢s de medio siglo.
Est¨¢ previsto que las c¨¢maras a bordo de la c¨¢psula env¨ªen a la Tierra im¨¢genes espectaculares de la superficie lunar, de la propia nave, as¨ª como la versi¨®n de m¨¢s calidad hasta la fecha de la Tierra vista desde la Luna. En 1968, los astronautas del programa Apolo tomaron fotos similares que supusieron una conmoci¨®n: era la primera postal enviada por humanos desde fuera del planeta.
La Orion tardar¨¢ 19 d¨ªas en completar su ruta en torno al sat¨¦lite. Despu¨¦s, el m¨®dulo de servicio europeo encender¨¢ los propulsores para traerla de vuelta a la Tierra en otros 19 d¨ªas. Si todo va seg¨²n lo esperado, la c¨¢psula se zambullir¨¢ en el oc¨¦ano Pac¨ªfico el 10 de octubre tras una secuencia de aterrizaje con 11 paraca¨ªdas que la frenar¨¢n de 40.000 kil¨®metros por hora a apenas 30. Una de las claves de la misi¨®n es probar el escudo t¨¦rmico de la nave, que alcanzar¨¢ unos 3.000 grados durante su reentrada en la atm¨®sfera terrestre, seg¨²n ha explicado Debbie Korth, una de las responsables de la misi¨®n por parte de la NASA, durante una rueda de prensa.
Deloo cree que Artemis es un programa infinitamente m¨¢s ambicioso que el Apolo. ¡°En esta ocasi¨®n la intenci¨®n es ir a la Luna para establecer bases permanentes¡±, primero, orbitales, y despu¨¦s en superficie, explica. ¡°En el Apolo, la ciencia era un objetivo colateral. Ahora vamos a desplegar todas nuestras capacidades para explorar el polo Sur de la Luna, que tiene un enorme inter¨¦s geol¨®gico y un gran potencial de explotaci¨®n comercial de minerales. Todo esto nos ense?ar¨¢ a saber si podemos vivir all¨ª de forma aut¨®noma y usar la Luna como trampol¨ªn para llegar hasta Marte¡±, destaca.
Si Artemis I es un ¨¦xito, en 2024 se lanzar¨¢ la primera misi¨®n tripulada que orbitar¨¢ la Luna sin aterrizar en ella. El a?o siguiente la NASA espera que una mujer pise el sat¨¦lite por primera vez en la historia. El nombre de esa elegida no se ha anunciado a¨²n, pero ser¨¢ seleccionada entre el cuerpo actual de astronautas, un grupo de 42 estadounidenses, casi la mitad mujeres, ¡°con edades comprendidas entre los veintimuchos y los sesenta y tantos¡±, seg¨²n explic¨® en rueda de prensa Reid Wiseman, jefe de astronautas de la NASA. ¡°Es cierto que tenemos alg¨²n que otro examen m¨¦dico, pero si est¨¢n sanas pueden contar con que les podremos enviar al espacio¡±, a?adi¨®.
Igualdad lunar
Muchas cosas han cambiado respecto a los programas anteriores en pos de la igualdad de sexos, entre ellas los l¨ªmites de exposici¨®n a la radiaci¨®n espacial, capaz de provocar c¨¢ncer, que se han igualado por completo independientemente del sexo.
Cada candidato del cuerpo de astronautas ser¨¢ asignado bien a Artemis, bien a la Estaci¨®n Espacial Internacional, con entrenamientos diferentes. Para la Luna, los candidatos montan en una r¨¦plica de la Orion o pasan horas trabajando con sus trajes de exploraci¨®n lunar en las profundidades de una piscina en tinieblas, entre otras muchas pruebas.
Otros pa¨ªses planean misiones algo m¨¢s modestas a la Luna. Entre ellos sobresale la India, una pujante potencia espacial que en 2009 fue protagonista de uno de los descubrimientos m¨¢s recientes e importantes en este sat¨¦lite: el hallazgo de agua en la luna realizado por la sonda Chandrayaan-1. En 2019 el pa¨ªs fracas¨® en su intento de aterrizar en el sat¨¦lite con su m¨®dulo Vikram. El pa¨ªs asi¨¢tico tiene previsto realizar un nuevo intento en el primer tercio de 2023.
Quienes s¨ª consiguieron aterrizar ese a?o en la cara oculta de la Luna por primera vez en la historia fueron los chinos. El pa¨ªs planea varias misiones de exploraci¨®n de la Luna, recogida de muestras en asteroides, y est¨¢ construyendo su propia estaci¨®n espacial. Desde EE UU y Europa citan a este pa¨ªs como su principal competidor.
Jap¨®n es otro de los protagonistas de este renacimiento de la exploraci¨®n lunar. Los nipones tienen previsto lanzar este a?o la misi¨®n Slim, que intentar¨¢ el aterrizaje m¨¢s preciso desde el punto de vista geogr¨¢fico que se haya hecho nunca en el sat¨¦lite. La dinast¨ªa petrolera de Emiratos ?rabes tambi¨¦n espera aterrizar por primera vez en la Luna con Rashid, un peque?o veh¨ªculo de exploraci¨®n en cuyo lanzamiento participa la empresa nipona ispace. El a?o pasado, el pa¨ªs de los jeques ya impuls¨® con ¨¦xito la Al Amal ¡ªEsperanza¡ª, la primera nave ¨¢rabe que orbit¨® otro planeta: Marte.
A pesar de estar enfangada en la guerra de Ucrania, Mosc¨² tambi¨¦n quiere correr en esta nueva carrera a la Luna. En tiempos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, fue un rival de primera l¨ªnea para EE UU y durante d¨¦cadas fue la ¨²nica otra naci¨®n capaz de aterrizar sondas rob¨®ticas en el sat¨¦lite con ¨¦xito. Las cosas han cambiado mucho. Las sanciones y la ruptura de colaboraciones en el espacio entre Mosc¨² y Occidente ponen las cosas mucho m¨¢s dif¨ªciles. Aun as¨ª, el pa¨ªs mantiene su misi¨®n Luna-25, un aterrizador que deber¨ªa haber despegado en julio, pero que probablemente no se lance hasta 2023, seg¨²n la agencia Tass.
M¨¢s cerca de la Tierra, la guerra de Ucrania ha provocado una crisis espacial sin precedentes. El confuso anuncio de Rusia de que abandonar¨¢ la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) ¡ªuna base espacial constantemente habitada por astronautas internacionales a 400 kil¨®metros de la Tierra¡ª en 2024 impacta de lleno en los planes de EE UU y Europa, que quer¨ªan mantenerla en pleno funcionamiento hasta 2030. Aunque todo indica que prolongar¨¢ su presencia en la ISS m¨¢s all¨¢ de la fecha anunciada para su retirada, por su incapacidad para poner en marcha su propia estaci¨®n en pocos a?os.
Deloo, veterano ingeniero de la ESA, que fue durante a?os responsable de la participaci¨®n europea, cree que los dos socios occidentales no deber¨ªan tener muchos problemas para seguir operando sin necesidad del m¨®dulo ruso. ¡°La ¨²nica funci¨®n exclusiva de este m¨®dulo es desorbitar la estaci¨®n cuando llegue el final de su vida ¨²til. De momento, los socios occidentales pueden seguir elevando la estaci¨®n para que conserve su ¨®rbita, as¨ª que hay tiempo de sobra para adaptarse y operar con normalidad sin Rusia¡±, asegura.
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