Unos muros que reducen el ruido y caucho en el asfalto para acabar con la contaminaci¨®n ac¨²stica
En la Uni¨®n Europea, 22 millones de personas sufren fuertes molestias cr¨®nicas debido al ruido ambiental
En numerosas ciudades de toda la Uni¨®n Europea, el ruido, al igual que la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, comporta importantes riesgos para la salud. Para abordarlos, se han puesto en marcha iniciativas dirigidas a reducir una de las principales fuentes de ambos riesgos: el tr¨¢fico. El ruido es la segunda causa ambiental de problemas de salud despu¨¦s de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud de las Naciones Unidas.
En la Uni¨®n Europea, 22 millones de personas sufren fuertes molestias cr¨®nicas debido al ruido ambiental y 12.000 muertes se producen cada a?o de forma prematura como resultado de una exposici¨®n prolongada al ruido ambiental, cuya causa principal es el tr¨¢fico.
No obstante, tal y como sucede con el cambio clim¨¢tico, la lucha de la UE contra la contaminaci¨®n ac¨²stica no solo comprende la mitigaci¨®n, sino tambi¨¦n la adaptaci¨®n. Aunque el tr¨¢fico pueda revertirse mejorando el dise?o urbano, el transporte motorizado seguir¨¢ provocando ruido y la cuesti¨®n clave es hallar una forma de limitar su efecto en la poblaci¨®n.
Aqu¨ª es donde interviene Bart Willems, que habla con entusiasmo sobre un tipo de muro que, seg¨²n describe, puede unir a la gente m¨¢s que dividirla. Willems ha participado en un proyecto de investigaci¨®n orientado a reducir el molesto ruido procedente de carreteras y v¨ªas f¨¦rreas mediante barreras que desv¨ªan de las viviendas las ondas de sonido. A este fen¨®meno se lo conoce como difracci¨®n.
Estr¨¦s
El objetivo era dar soluci¨®n a un problema ambiental grave y, a pesar de ello, subestimado, enfoc¨¢ndolo desde una perspectiva diferente. Los dos m¨¦todos convencionales son construir muros de cemento que bloqueen el ruido y usar materiales con mayor capacidad de absorberlo en carreteras y ferrocarriles.
¡°La difracci¨®n es una tercera posibilidad¡±, expresa Willems, cuya empresa de nacionalidad neerlandesa, 4Silence B.V., coordin¨® el proyecto WHISSPER, financiado por Horizon. 4Silence, con sede en los Pa¨ªses Bajos, ha desarrollado muros con surcos de distinta profundidad, que reducen el ruido horizontal desvi¨¢ndolo en direcci¨®n vertical. Esto significa que pueden emplearse barreras de menor tama?o para alejar de las personas una mayor cantidad de ruido. ¡°Con uno de nuestros muros de un metro de altura se logra reducir el ruido entre siete y nueve decibelios¡±, apunta Willems. ¡°Una barrera com¨²n tendr¨ªa que medir tres metros para lograr el mismo efecto¡±, a?ade.
La tecnolog¨ªa para paliar el ruido del tr¨¢fico propuesta por el proyecto WHISSPER ha sido sometida a ensayos desde comienzos de 2019 hasta este a?o. Tras haber probado los muros en los Pa¨ªses Bajos, B¨¦lgica, Alemania y Dinamarca, la empresa asegura que son f¨¢ciles de instalar y mantener. Actualmente, est¨¢ tratando de lanzarlos al mercado. ¡°Desde entonces, hemos iniciado los primeros proyectos comerciales en los Pa¨ªses Bajos¡±, se?ala Willems. ¡°Y estamos interesados en comercializar nuestros muros en otros pa¨ªses¡±.
En estas iniciativas, 4Silence suele trabajar con gobiernos municipales o regionales, como el de la ciudad de Eindhoven o la provincia de Utrecht. En Alemania y el Reino Unido se han iniciado sendos proyectos comerciales con la autoridad estatal de obras de Augsburgo y la autoridad de transporte de Londres. Adem¨¢s de otros compradores europeos, que se dar¨¢n a conocer en los pr¨®ximos meses, la empresa est¨¢ inmersa en un proceso de prospecci¨®n en pa¨ªses como B¨¦lgica y Dinamarca.
Alivio presupuestario
Las barreras difractantes del ruido tambi¨¦n repercutir¨¢n positivamente en los presupuestos p¨²blicos, ya que cuestan la mitad que las medidas tradicionales de reducci¨®n de ruido. Las arcas p¨²blicas destinadas a infraestructura ya se han volcado con este problema. El gasto europeo para reducir el ruido de carreteras y ejes ferroviarios asciende a 5.400 millones de euros al a?o o al 6 % de lo que se gasta anualmente en total en ambos medios de transporte.
Aun as¨ª, en la UE, la exposici¨®n al ruido del tr¨¢fico no hace m¨¢s que aumentar. M¨¢s de una de cada cuatro personas en Europa est¨¢ sometida a un nivel de ruido peligroso para la salud, ya sea en su vivienda, en el colegio o en el lugar de trabajo. Por otro lado, en el frente de mitigaci¨®n se est¨¢ procurando mejorar los m¨¦todos tradicionales. Un proyecto independiente llamado SILENT RUBBER PAVE, financiado por Horizon, hace el asfalto m¨¢s mullido para que sea, seg¨²n se espera, m¨¢s silencioso, y todo ello respetando el medio ambiente. En dicho proyecto participa una empresa con sede en Espa?a llamada Cirtec.
Buenas vibraciones
Cirtec est¨¢ preparada para vender un nuevo aditivo para asfaltos llamado RARx, fabricado a partir de la goma de neum¨¢ticos que han alcanzado su vida ¨²til. El RARx se a?ade al asfalto para que absorba parte del ruido del tr¨¢fico. A?adir caucho en polvo al asfalto ya se hab¨ªa intentado antes, pero surgieron algunas dificultades en la pr¨¢ctica. ¡°Antes los contratistas aplicaban la mezcla directamente sobre el asfalto, lo que acarreaba un sinf¨ªn de problemas¡±, afirma Guillermo Rodr¨ªguez Marfil, de Cirtec. ¡°Hab¨ªa problemas con la mezcla y con la limpieza posterior del equipo¡±.
Con RARx, el caucho en polvo se mezcla con aditivos minerales en f¨¢brica, como el bet¨²n, lo cual facilita su uso por parte de los productores de asfalto. El ruido de los coches se reduce entre cuatro y cinco decibelios, seg¨²n Rodr¨ªguez Marfil. ¡°La mezcla disminuye la rigidez del asfalto, lo cual aminora la vibraci¨®n de los neum¨¢ticos y se traduce en menos ruido¡±, apunta.
Tambi¨¦n puede extender el ciclo de vida de las carreteras, con la reducci¨®n de gastos de mantenimiento que eso conlleva, y todo el concepto es, adem¨¢s, circular, porque el caucho procede de neum¨¢ticos usados. RARx se est¨¢ poniendo a la venta en distintos pa¨ªses, incluida Espa?a. En Alemania, Italia, Portugal e Irlanda, parcialmente en el marco del proyecto europeo Silent Rubber Pave, se han realizado proyectos de pruebas y construcci¨®n.
El material se produce en Espa?a, pero pronto se fabricar¨¢ tambi¨¦n en una segunda instalaci¨®n que se est¨¢ construyendo en M¨¦xico, el mayor mercado de Cirtec, seg¨²n Rodr¨ªguez Marfil. ¡°El futuro es prometedor¡±, afirma. ¡°Trabajamos en varios continentes y nuestra influencia crece¡±, a?ade. Dice tambi¨¦n que ahorran dinero a las administraciones p¨²blicas y reducen el ruido a la ciudadan¨ªa.
Obst¨¢culos regulatorios
Adem¨¢s de hallar mercados para sus novedosas herramientas de reducci¨®n del ruido, tanto Cirtec como 4Silence esperan que se realicen algunos cambios regulatorios que favorezcan el crecimiento del negocio. Puesto que la construcci¨®n de carreteras corresponde a los Gobiernos y sus subcontratistas, se trata de una actividad muy regulada. ¡°En el sector de los pavimentos, las pr¨¢cticas son las mismas de toda la vida y pueden ser dif¨ªciles de cambiar¡±, se?ala Rodr¨ªguez Marfil. Willems, de 4Silence, respalda esta observaci¨®n. ¡°El sector de la infraestructura no avanza con rapidez, menos a¨²n si las leyes tienen que cambiar antes de introducir nuestra tecnolog¨ªa. A pesar de todo, creemos que durante los tres pr¨®ximos a?os, la poblaci¨®n europea empezar¨¢ a ver nuestras barreras con regularidad¡±. a?ade.
La investigaci¨®n descrita en este art¨ªculo ha sido financiada con fondos de la UE. Art¨ªculo publicado originalmente en Horizon, la Revista de Investigaci¨®n e Innovaci¨®n de la Uni¨®n Europea.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.