Mar¨ªa Josefa Yzuel: ¡°En ciencia hay que tener siempre la mente abierta¡±
La carrera de esta investigadora de 82 a?os es un claro reflejo de c¨®mo ha evolucionado el sistema cient¨ªfico espa?ol en las ¨²ltimas seis d¨¦cadas
Mar¨ªa Josefa Yzuel (Jaca, Huesca, 82 a?os), Marif¨ª para sus amigos y conocidos, es mucho m¨¢s que una cient¨ªfica, es una instituci¨®n para los f¨ªsicos, y sobre todo para las f¨ªsicas, de Espa?a y de una buena parte del resto del mundo. Seis d¨¦cadas de trabajo constante en el laboratorio y su participaci¨®n muy activa en la mayor¨ªa de las sociedades internacionales de su disciplina la han convertido en un icono. Esta mujer peque?a, ¨¢gil, despierta, con una memoria prodigiosa, un humor a prueba de bombas y sonrisa rapid¨ªsima, ha desarrollado un importante trabajo en el ¨¢rea de la ¨®ptica, la rama de la f¨ªsica que se ocupa del estudio del comportamiento y las propiedades de la luz.
Casi una perfecta desconocida fuera de su Arag¨®n natal que en los ¨²ltimos a?os se ha encargado de reivindicar su figura, Yzuel es, sin embargo, una de las f¨ªsicas m¨¢s reconocidas del mundo. Una muestra de su importancia la da, por ejemplo, que la Sociedad Internacional de ?ptica y Fot¨®nica, la sociedad cient¨ªfica m¨¢s importante de esta disciplina en el mundo, entrega el premio Mar¨ªa Josefa Yzuel Educator Award desde 2003 a aquellas personas que destacan en la ense?anza de la ¨®ptica.
Josefa Yzuel parece incansable. La jubilaci¨®n no es para ella; catedr¨¢tica em¨¦rita de la Universitat Aut¨°noma de Barcelona, sigue yendo dos o tres d¨ªas por semana al laboratorio: ¡°Aunque ya no publico, sigo participando en las reuniones del grupo y en los proyectos, pero en los ¨²ltimos a?os me estoy dedicando m¨¢s a la educaci¨®n y la difusi¨®n de la ciencia. Sobre todo desde que en 2013 me nombraron presidenta del Comit¨¦ Espa?ol del A?o Internacional de la Luz¡±.
La trayectoria cient¨ªfica de Yzuel es un reflejo perfecto de c¨®mo ha evolucionado el sistema cient¨ªfico espa?ol desde aquellos raros investigadores (y en mucha menor medida, todav¨ªa investigadoras) que en los a?os 60 empezaban a hacer estancias postdoctorales en otros pa¨ªses o que se lanzaban, como ella misma hizo, a publicar en revistas internacionales, hasta hoy, en la que esto es la norma. Son 60 a?os de ciencia en la memoria de una investigadora.
Pregunta. ?Por qu¨¦ estudi¨® F¨ªsica? No es una carrera habitual todav¨ªa hoy para las chicas, y mucho menos lo era cuando usted empez¨®.
Respuesta. Yo ten¨ªa una gran afici¨®n a las matem¨¢ticas. Me interesaba mucho resolver problemas. A mi madre y a mi abuela les dec¨ªan ¡°pero bueno, teniendo una hija sola la vais a mandar a estudiar. ?Y qui¨¦n os va a cuidar?¡±. Y mira, al final s¨ª fui yo la que cuid¨® a mi madre. En casa siempre pensaron que si yo val¨ªa para estudiar, pues estudiara. En Jaca hab¨ªa algunas chicas m¨¢s que hab¨ªan ido a la universidad, aunque en carreras que se consideraban m¨¢s propias de mujeres, como letras o Farmacia, y hab¨ªa tambi¨¦n alguna de Derecho. Y hay que tener una cosa en cuenta que quiz¨¢ ahora no se vea de la misma forma: en aquella ¨¦poca, si las familias ten¨ªan la posibilidad de dar estudios a los hijos, lo hac¨ªan porque era una forma de ascenso social. Y as¨ª fue en la m¨ªa, en la que solo un primo de mi madre hab¨ªa ido a la universidad.
P. ?Era la ¨²nica mujer en la facultad?
R. No, yo empec¨¦ la carrera en el a?o 57, ¨¦ramos doce estudiantes y de ellos, tres ¨¦ramos chicas. No se puede hacer estad¨ªstica con un n¨²mero tan peque?o, pero es pr¨¢cticamente el mismo porcentaje o mayor que el de chicas que se matriculan ahora en F¨ªsica.
P. ?Y ten¨ªan alguna profesora?
R. No, eran todos hombres. De hecho, en 1971 yo gan¨¦ la plaza de profesora agregada en la facultad de F¨ªsica de la Universidad de Zaragoza, donde hab¨ªa estudiado, y fui la primera mujer con una plaza fija de profesora en F¨ªsica en cualquier universidad espa?ola.
P. ?Supo desde el principio de la carrera que lo que quer¨ªa era investigar?
R. No. Lo que s¨ª ten¨ªa era la curiosidad. El inter¨¦s por resolver problemas, plantearte algo nuevo y ver c¨®mo se resuelve, ver qu¨¦ hay ya hecho. Para m¨ª, hacer el doctorado fue como una continuidad de seguir estudiando.
P.?Y por qu¨¦ ¨®ptica?
R. Hubiera podido hacer f¨ªsica te¨®rica, pero el profesor se iba a ir a Barcelona, hab¨ªa tambi¨¦n algo de astronom¨ªa y ¨®ptica. Y yo ve¨ªa la ¨®ptica m¨¢s aplicada, m¨¢s en la l¨ªnea de lo que buscaba. De hecho, mi tesis fue toda experimental. Mi director de tesis fue don Justiniano Casas, que lleg¨® a ser rector de la Universidad de Zaragoza y presidente del CSIC. Fue ¨¦l quien me orient¨® para pedir una beca del British Council que me permiti¨® hacer el postdoctorado fuera de Espa?a, que entonces tampoco era tan com¨²n. Y en 1967 me fui a la universidad de Reading en Reino Unido.
P. ?Hablaba ingl¨¦s? Porque tampoco era muy com¨²n entonces...
R. Bueno, medio hablaba, pero aprend¨ª m¨¢s all¨ª. S¨ª sab¨ªa lo suficiente como para pasar el examen del British Council para obtener la beca. Este paso fue important¨ªsimo en mi carrera. Lo que ocurr¨ªa es que casi todos, no todos porque s¨ª hab¨ªa ramas de la f¨ªsica en las que los investigadores publicaban ya a nivel internacional, public¨¢bamos en espa?ol en revistas cient¨ªficas espa?olas. Hab¨ªa miedo a publicar en revistas internacionales, miedo a c¨®mo responder a los revisores. A m¨ª, ir a Reino Unido y trabajar con un investigador de primera l¨ªnea, el profesor Harold Hopkins, me sirvi¨® para perder ese miedo. A partir de ah¨ª yo dec¨ªa ¡°esto se manda a una revista internacional, te dicen que hay que corregir esto o lo otro, pues se corrige y ya est¨¢¡±, no hay que desanimarse por eso. Y cuando volv¨ª y ya empec¨¦ a dirigir tesis doctorales, siempre hemos publicado en revistas internacionales.
P. ?Y c¨®mo fue llegar a Reino Unido? Porque la diferencia con la Espa?a de entonces deb¨ªa ser abismal...
R. Para m¨ª fue como abrir una ventana al mundo. Fue una experiencia¡ Eran los Beatles, la minifalda¡
P. ?Us¨® minifalda?
R. S¨ª, alguna me compr¨¦. Pero f¨ªjate que yo hab¨ªa venido mucho al Instituto de ?ptica del CSIC en Madrid, en el que hab¨ªa m¨¢s mujeres. Llegu¨¦ al Reino Unido y en el laboratorio era la ¨²nica mujer. Pero, vaya, yo tampoco lo consideraba como mucho problema, ya estaba habituada. Eso, por un lado, pero por el otro, era la apertura, leer cosas que aqu¨ª no pod¨ªas leer, participar en actos que aqu¨ª eran impensables. Fue abrir una ventana en todos los sentidos, no solo en el cient¨ªfico. En el aspecto social, los transportes, la seguridad social, me llamaban mucho la atenci¨®n. Y luego la posibilidad de relacionarte con gente de otros pa¨ªses.
P. En 1968 vuelve a Zaragoza y a su investigaci¨®n. ?C¨®mo ha sido su carrera desde entonces?
R. He pasado por varios campos de la ¨®ptica. Seg¨²n ve¨ªa que fuera de mayor utilidad o que fuera m¨¢s f¨¢cil conseguir financiaci¨®n. Empec¨¦ con la calidad de la imagen en sistemas ¨®pticos, sistemas de fotograf¨ªa. En Reino Unido hab¨ªa hecho un trabajo te¨®rico, un m¨¦todo de c¨¢lculo para tener en cuenta las aberraciones y c¨®mo esto tiene efectos en la calidad de la imagen que produce. Cuando regres¨¦ ampliamos esa l¨ªnea para introducir el color. Algo despu¨¦s tuve la ventaja de que algunos de mis estudiantes fueron de los primeros f¨ªsicos que estuvieron en los hospitales y entonces con ellos empezamos a aplicar en radiolog¨ªa y gammagraf¨ªa los mismos criterios que est¨¢bamos aplicando en ¨®ptica y que son criterios que ya se aplicaban tambi¨¦n en la se?al unidimensional en comunicaciones.
Cuando llegu¨¦ a la Aut¨®noma de Barcelona me fui al reconocimiento ¨®ptico de im¨¢genes, un campo que pod¨ªa tener m¨¢s f¨¢cil la financiaci¨®n y que me permiti¨® montar un laboratorio. Y ah¨ª la contribuci¨®n m¨¢s importante fue introducir el color. Imag¨ªnate, para diferenciar una bandera de otra. Introducir el color me abri¨® el reconocimiento internacional y empec¨¦ a recibir invitaciones para congresos internacionales, conferencias, etc.
P. Escuch¨¢ndola hablar parece que todo ha sido sencillo en su carrera investigadora¡
R. Bueno, no siempre me ha salido lo que esperaba, pero a veces eso es lo importante. Ya en mi laboratorio de la Aut¨°noma de Barcelona empec¨¦ a trabajar con moduladores espaciales de luz [unos dispositivos capaces de alterar las propiedades espaciales de la luz], lo que me adentr¨® en un campo de la ¨®ptica que se llama polarizaci¨®n. Pero me sali¨® un resultado que no esperaba. Seg¨²n la teor¨ªa deber¨ªa haber salido otra cosa. Al principio, con mi grupo, pens¨¢bamos: ?estaremos midiendo mal? No nos atrev¨ªamos ni a mandarlo a publicar. As¨ª que tuvimos que discurrir para saber qu¨¦ estaba pasando ah¨ª y descubrimos que al mandar la se?al el¨¦ctrica se producen unas fluctuaciones en las mol¨¦culas. Y ahora esas fluctuaciones que descubrimos nosotros son uno de los par¨¢metros que aportan las empresas que fabrican estos moduladores. Pasamos un mal trago con los primeros resultados, pero encontramos algo gracias a ellos, y eso es algo que se disfruta mucho. En ciencia hay que tener siempre la mente abierta.
P. Y en todo este tiempo, ?ha sentido alguna discriminaci¨®n por ser mujer en un campo tan masculinizado como la f¨ªsica?
R. S¨ª. Me han pasado muchas cosas que vistas desde ahora¡ Cuando todav¨ªa estaba en la Universidad de Zaragoza, el jefe del departamento, que era tambi¨¦n el presidente de la Academia de Ciencias de la ciudad, les propuso a todos mis compa?eros que entraran en la Academia, pero no a m¨ª. A m¨ª aquello me molest¨® y como soy aragonesa se me nota cuando estoy contenta o estoy disgustada. Me pregunt¨® qu¨¦ me pasaba y acab¨¦ explic¨¢ndoselo.
Su respuesta fue: ¡°Pero claro que yo valoro tu trabajo, lo que ocurre es que seg¨²n los estatutos los miembros de la Academia solo pueden ser varones¡±. Y a m¨ª me pareci¨® bien. Como hab¨ªa reconocido mi trabajo, no me plantee nada m¨¢s. Ahora le hubiera dicho: ¡°Como usted es el presidente de la Academia, puede hacer que cambien los estatutos. De lo que no soy consciente es de haber sido discriminada en mis trabajos de investigaci¨®n, puede haber ocurrido, pero yo no he sido consciente de ello¡±.
P. ?Ha renunciado a algo por la ciencia?
R. Pues¡ quiz¨¢ s¨ª. Yo soy soltera, he tenido relaciones, pero no he llegado a casarme. ?Habr¨¢ influido o no el hecho de que yo haya dedicado tanto tiempo y tanto esfuerzo a la investigaci¨®n? No lo sabemos. Pero no soy consciente de haber renunciado a nada. He disfrutado mucho con la direcci¨®n de tesis doctorales. Para m¨ª es importante la comunicaci¨®n del saber; no te lo guardas para ti, lo compartes con otros con los que pasas las penalidades de que esto no sale o las alegr¨ªas de que s¨ª sale y nos han aceptado el art¨ªculo¡ Ha sido muy gratificante estar con j¨®venes que tienen toda la sabia y todo el empuje, no te puedes dormir. No tengo la sensaci¨®n de renuncia. He disfrutado mucho de lo que he hecho.
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