Captada por primera vez desde la Tierra una misteriosa mancha oscura en Neptuno

Desde hace m¨¢s de 30 a?os se han podido observar manchas oscuras en Neptuno. En el gigante helado aparecen y desaparecen estos v¨®rtices de escala planetaria, similares en extensi¨®n a la Tierra, y su naturaleza es una inc¨®gnita m¨¢s all¨¢ de lo que se puede observar en su atm¨®sfera. Para profundizar en este misterio c¨®smico, un consorcio internacional publica hoy en la revista cient¨ªfica Nature Astronomy el an¨¢lisis del fen¨®meno desde un telescopio terrestre, el primero que ha logrado captar y analizar la gran mancha oscura.

Gracias al Telescopio Muy Grande (VLT, por sus siglas en ingl¨¦s), el grupo liderado por Patrick Irwin, profesor de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, ha sido capaz de identificar a los aerosoles (cualquier part¨ªcula s¨®lida o l¨ªquida que interfiere con la luz del Sol) como los causantes del oscurecimiento en la formaci¨®n nebular respecto al fondo azulado com¨²n de la atm¨®sfera de Neptuno. El equipo de Irwin escribe en el estudio que han sido capaces de analizar la luz solar reflejada por el planeta a diferentes longitudes de onda, pasa as¨ª poder determinar la altura a la que se encuentra la mancha o la naturaleza de su oscurecimiento respecto al resto de la atm¨®sfera. Y todo ello con la ayuda del instrumento MUSE del Observatorio Europeo Austral, situado en un cerro del desierto de Atacama en Chile, donde se encuentra el VLT.

El estudio de la atm¨®sfera m¨¢s externa de Neptuno apunta a la presencia de neblinas, nubes de hielo de metano y, a mayores profundidades, de sulfuro de hidr¨®geno. ¡°Por debajo de las nubes de sulfuro de hidr¨®geno, los modelos indican la presencia tambi¨¦n de nubes de hidrosulfuro de amonio o agua, pero a falta de observaciones a tales profundidades la presencia de estas ¨²ltimas no se han podido confirmar a¨²n¡±, aclara el coautor Daniel Toledo. Para el f¨ªsico del Instituto Nacional de T¨¦cnica Aeroespacial (INTA), lo m¨¢s importante de su trabajo es comprender que la mancha oscura de Neptuno est¨¢ producida por el cambio en la naturaleza de los aerosoles en la profundidad del planeta, no por un claro entre las nubes tormentosas a esas alturas.

La sonda Voyager 2 en 1989 y el telescopio Hubble en 1996 lograron en sus periplos espaciales instant¨¢neas de diferentes grandes manchas intermitentes en Neptuno. Fotograf¨ªas ¨²tiles para determinar el tama?o y forma de los fen¨®menos, ¡°b¨¢sicamente una descripci¨®n externa de los v¨®rtices¡±, aclara Toledo. Pero para conocer su composici¨®n, los cient¨ªficos han requerido del instrumento MUSE del VLT, que es capaz de realizar un an¨¢lisis del ¡°espectro completo del v¨®rtice, en muchas longitudes de onda¡± gracias a t¨¦cnicas espectrogr¨¢ficas. Algo que sorprende de la mancha es que ¡°a partir de una determinada longitud de onda, a los 700 nan¨®metros, desaparece¡±, detalla el f¨ªsico al describir el modelo tridimensional de los resultados de su investigaci¨®n.

¡°Gracias a la variaci¨®n de la absorci¨®n del gas metano con la longitud de onda, podemos establecer desde que profundidades estamos observando la luz reflejada por la atmosfera¡±, explica el cient¨ªfico del INTA. Esto indica que el fen¨®meno que se ve ocurre en las partes altas de la atm¨®sfera del planeta helado, a niveles de presi¨®n de 4-5 bares, que se encuentra por debajo de nivel de condensaci¨®n de las nubes de metano que se observan en las cl¨¢sicas fotograf¨ªas de Neptuno. Toledo traza un s¨ªmil terr¨ªcola: ¡°En la Tierra ocurre lo mismo con la luz ultravioleta, que se absorbe mayormente en la estratosfera por el ozono. De aqu¨ª que si observamos la Tierra desde fuera de su atmosfera, la luz reflejada en el ultravioleta se debe a las interacciones entre la luz solar y la atm¨®sfera a alturas por encima de la capa de ozono¡±.

Pese a ser consciente de las limitaciones del estudio que se centra en la capa externa del planeta, Toledo celebra ¡°saber que la mancha oscura es el resultado de un fen¨®meno atmosf¨¦rico que est¨¢ ocurriendo a unas profundidades donde nuestro conocimiento es muy limitado por la falta de observaciones directas¡±. El propio trabajo aclara que sigue siendo una inc¨®gnita qu¨¦ es lo que provoca el movimiento dentro de la gran mancha, aunque los cient¨ªficos teorizan con que ¡°podr¨ªa estar relacionado con la fotolisis de determinados gases¡± en el gigante.

Los investigadores Irwin y Toledo destacan ser capaces de lograr desde la Tierra una imagen con tanta informaci¨®n del s¨¦ptimo planeta del sistema solar. Pero el coinvestigador subraya que el futuro de la investigaci¨®n requerir¨¢ de sondas espaciales para poder sobrepasar los l¨ªmites de los modelos actuales: ¡°El siguiente paso ser¨ªa l¨®gicamente tener una misi¨®n dedicada a estos planetas [Urano o Neptuno], ya que los Gigantes de hielo son los ¨²nicos planetas del Sistema solar que no han tenido una misi¨®n dedicada a ellos¡±. Toledo asegura que enviar sondas ser¨¢ de ¡°m¨¢xima prioridad¡± para la NASA en los pr¨®ximos a?os, debido al conocimiento que estos sat¨¦lites naturales pueden ofrecer sobre el origen del Sistema solar o su ayuda en la exploraci¨®n espacial, por su similitud con los exoplanetas que se estudian en la V¨ªa L¨¢ctea.

Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.