Fumar es el factor que m¨¢s altera las defensas, incluso a?os despu¨¦s de dejarlo
Un ingenioso experimento, con 1.000 personas de una misma ciudad analizadas a fondo, revela los desconocidos efectos persistentes del tabaquismo
La pandemia del coronavirus fue una clase magistral para entender que cada persona tiene unas defensas caracter¨ªsticas ante las enfermedades. Algunos infectados ni se enteraban y otros mor¨ªan en cuesti¨®n de d¨ªas. El bi¨®logo espa?ol Llu¨ªs Quintana-Murci y su colega estadounidense Matthew Albert comenzaron hace poco m¨¢s de una d¨¦cada un audaz experimento para entender los factores determinantes de esta variabilidad. Reclutaron a 1.000 personas sanas de entre 20 y 70 a?os en la ciudad francesa de Rennes, eligiendo a 100 voluntarios de cada sexo por cada decenio. Todos entregaron muestras de sangre y heces y rellenaron un cuestionario de 44 p¨¢ginas sobre su estilo de vida. Incluso se les tomaron biopsias de piel para cultivar sus c¨¦lulas en el laboratorio. Los ¨²ltimos resultados se presentan este mi¨¦rcoles: el tabaquismo es el factor que m¨¢s altera las defensas, incluso a?os despu¨¦s de haber dejado de fumar.
Hay m¨¢s de 100 razones para rechazar el tabaco, seg¨²n el recuento de la Organizaci¨®n de la Mundial de la Salud: el mayor riesgo de sufrir un c¨¢ncer o un infarto, el mal olor corporal, el gasto (m¨¢s de 1.800 euros al a?o para los fumadores de una cajetilla diaria), las arrugas en el rostro, los dientes amarillos, el da?o a las personas expuestas al humo ajeno. Las razones 79, 80, 81 y 82 detallan que las sustancias t¨®xicas del tabaco debilitan el sistema inmunitario y aumentan el riesgo de infecciones, tumores, enfermedades autoinmunes y sida. El nuevo estudio, publicado este mi¨¦rcoles en la revista Nature, alerta de que los gl¨®bulos blancos de los exfumadores se mantienen alterados durante a?os. Es el factor ambiental que m¨¢s influye de los 136 analizados, seguido de lejos por el ¨ªndice de masa corporal y las infecciones latentes por citomegalovirus, un pat¨®geno conocido por dejar secuelas a uno de cada cinco beb¨¦s afectados.
Los autores del estudio, del Instituto Pasteur de Par¨ªs, se han concentrado en la producci¨®n de citoquinas, unas prote¨ªnas que se liberan en las c¨¦lulas cuando detectan un pat¨®geno y ayudan a coordinar la respuesta inmunitaria. Los investigadores, encabezados por la bi¨®loga Violaine Saint-Andr¨¦ y el inmun¨®logo Darragh Duffy, han observado que el tabaquismo afecta a las defensas con las que se nace, inespec¨ªficas, provocando mayores respuestas inflamatorias. Ese efecto nocivo desaparece al dejar de fumar. Sin embargo, los cient¨ªficos han detectado que las c¨¦lulas responsables de la inmunidad espec¨ªfica ¡ªadquirida durante la vida¡ª s¨ª permanecen alteradas durante a?os tras dejar de fumar. El tabaquismo es el ¨²nico elemento con efectos comparables a los factores inmutables, como la edad, el sexo y la gen¨¦tica.
Los investigadores defienden que sus resultados ¡°tienen potenciales implicaciones cl¨ªnicas en el riesgo de desarrollar infecciones, c¨¢ncer y enfermedades autoinmunes¡±, pero son cautos. Todav¨ªa no han estudiado la relaci¨®n de esta alteraci¨®n de los gl¨®bulos blancos con los tumores. ¡°Sin embargo, se conoce bien, por muchos otros trabajos anteriores, que fumar aumenta el riesgo de m¨²ltiples tipos de c¨¢ncer, pero cuanto m¨¢s tiempo haya pasado desde que se dej¨® de fumar, menor ser¨¢ el riesgo¡±, explica Duffy. El inmun¨®logo cita un reciente estudio, con casi tres millones de participantes en Corea del Sur, que ha observado una reducci¨®n del 50% en el riesgo de c¨¢ncer a los 15 a?os de dejar de fumar.
Los 1.000 voluntarios de Rennes tienen ancestros de Europa occidental, para facilitar el an¨¢lisis en una poblaci¨®n homog¨¦nea gen¨¦ticamente, pero los autores ya trabajan en experimentos similares en otros emplazamientos, como Senegal y Hong Kong. Llu¨ªs Quintana-Murci, nacido en Palma de Mallorca hace 53 a?os, trabaja en Par¨ªs desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas.
El presidente de la Sociedad Espa?ola de Inmunolog¨ªa, Marcos Lopez Hoyos, aplaude el nuevo trabajo, en el que no ha participado. ¡°En muchos pacientes con tabaquismo cr¨®nico y EPOC [enfermedad pulmonar obstructiva cr¨®nica] siempre hemos visto un dato cl¨ªnico: encontramos una hipogammaglobulinemia [bajos niveles de anticuerpos], que es una causa de inmunodeficiencia secundaria¡±, se?ala. ¡°En la EPOC con tabaquismo hay m¨¢s infecciones y hay m¨¢s c¨¢ncer. La alteraci¨®n de las citoquinas que han observado apunta, claramente, a que puede favorecer una alteraci¨®n en la regulaci¨®n de la respuesta inmunitaria y generar esas enfermedades, aunque no lo demuestran¡±, opina L¨®pez Hoyos, director cient¨ªfico del Instituto de Investigaci¨®n Marqu¨¦s de Valdecilla, en Santander. ¡°Es un experimento precioso¡±, celebra.
Los nuevos resultados son ¡°muy interesantes, pero no sorprendentes¡±, seg¨²n el onc¨®logo Alberto Oca?a, que subraya sus cautelas. ¡°El estudio solo muestra que el tabaco altera el sistema inmunitario, no que esas alteraciones sean la causa del c¨¢ncer. El c¨¢ncer es una enfermedad de los genes que adem¨¢s necesita de otras alteraciones a?adidas, como puede ser un sistema inmune disfuncional¡±, explica Oca?a, coordinador de la Unidad de Terapias Experimentales en C¨¢ncer del Hospital Cl¨ªnico San Carlos, en Madrid.
El equipo del Instituto Pasteur ha cultivado c¨¦lulas de los voluntarios, las ha puesto en contacto en el laboratorio con diferentes sustancias y ha analizado c¨®mo se comportan. A la inmun¨®loga ?frica Gonz¨¢lez, de la Universidad de Vigo, le sorprende la duraci¨®n del efecto del tabaquismo. ¡°Llama la atenci¨®n que esa firma quede mantenida en el sistema inmunitario de forma persistente, como diciendo: ¡®Usted ha fumado¡¯. Y esas c¨¦lulas, cuando han estado expuestas al tabaco, se van a comportar de forma diferente frente a un pat¨®geno¡±, reflexiona. ¡°No pueden decir tajantemente que esa alteraci¨®n aumenta tu riesgo de c¨¢ncer, pero es que el propio tabaco no solamente altera la respuesta inmunitaria, sino que tiene muchas sustancias que son carcinog¨¦nicas por s¨ª mismas¡±, advierte Gonz¨¢lez.
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