La corriente ant¨¢rtica se complet¨® millones de a?os despu¨¦s de que el continente se helara
Un grupo de cient¨ªficos data cu¨¢ndo se cerr¨® el circuito del gran motor de la circulaci¨®n oce¨¢nica mundial y contradice la teor¨ªa de que esa corriente congel¨® la Ant¨¢rtida
La principal corriente marina del planeta, que hoy separa t¨¦rmicamente a la Ant¨¢rtida y protege todo el hielo que alberga, se cerr¨® mucho m¨¢s tarde que lo que se cre¨ªa. Esa es la principal conclusi¨®n de un trabajo que ha estudiado el esqueleto de peces y el tama?o de los granos de arena del pasado para afirmar que la corriente circumpolar ant¨¢rtica se complet¨®, como muy pronto, hace 14 millones de a?os. Este frente de aguas inmenso, motor de toda la circulaci¨®n oce¨¢nica, determina en gran medida el clima mundial y se teme que se est¨¦ debilitando en la actualidad.
La Ant¨¢rtida era un vergel en el que hab¨ªa hasta palmeras hasta hace unos 34 millones de a?os. Pero en ese tiempo se produjo un acusado descenso de los niveles de CO? en la atm¨®sfera que enfri¨® todo el planeta y el continente ant¨¢rtico empez¨® a acumular hielo y m¨¢s hielo. Durante el ¨²ltimo medio siglo se ha mantenido que la separaci¨®n primero de Australia (la llamada puerta de Tasmania) y despu¨¦s de Am¨¦rica (por el Pasaje de Drake) del nuevo continente, hasta situarse en el Polo Sur, abri¨® el paso a las aguas oce¨¢nicas, que rodearon y aislaron la Ant¨¢rtida. Esa corriente, la circumpolar ant¨¢rtica (CCA), se convirti¨® en un muro de aguas fr¨ªas que imped¨ªa la llegada de las m¨¢s c¨¢lidas desde los tr¨®picos. As¨ª se fue levantando la mayor acumulaci¨®n de hielo que existe en el planeta.
Para Carlota Escutia, investigadora del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-Universidad de Granada), ¡°es una explicaci¨®n muy bonita, pero nuestro trabajo muestra que no fue as¨ª¡±. Y no lo fue porque las pistas apuntan en otra direcci¨®n. En su investigaci¨®n, publicada en la revista cient¨ªfica Nature Geoscience, un grupo de cient¨ªficos han llegado a esa conclusi¨®n tras combinar el an¨¢lisis de dos tipos de sedimentos de sendos puntos por los que pasa la CCA.
Una de estas pruebas es el tama?o de los granos de arena sedimentados a lo largo de millones de a?os. Lo explica Escutia: ¡°Tienes un sedimento en el fondo del oc¨¦ano y una corriente. Si es muy floja, solo va a ser capaz de arrastrar materiales muy finos o incluso nada. Pero seg¨²n aumentas la intensidad, la velocidad de esa corriente va a ser capaz de arrastrar materiales mucho m¨¢s gruesos. Es el mismo proceso que ocurre en los desiertos¡±. Del tama?o del grano de arena pudieron estimar que el trasiego de agua se produc¨ªa a un ritmo de unos 10 cent¨ªmetros por segundo. Eso es la mitad del ritmo actual, que es de 20 cent¨ªmetros por segundo. Eso no encaja con la brutal fuerza que exhibe la corriente circumpolar actual. ¡°Cerca de la superficie es a¨²n m¨¢s fuerte, con velocidades entre 25 y 40 cent¨ªmetros por segundo¡±, detalla la autora s¨¦nior de la investigaci¨®n.
El primer autor del trabajo, Dimitris Evangelinos, fue alumno de Escutia y se ha convertido en un experto del otro indicador que han usado para contradecir la teor¨ªa dominante sobre la CCA. Los dientes y cabezas de los peces muertos acumulados en el registro f¨®sil conservan una determinada ratio de dos is¨®topos del elemento qu¨ªmico neodimio. Comparando entre los f¨®siles de los dos puntos del fondo del mar, podr¨ªan saber si el paso de la corriente los hab¨ªa uniformizado. ¡°La ratio entre los is¨®topos de neodimio que hemos medido en dientes y huesos de peces nos puede dar informaci¨®n sobre las masas de agua que, en el pasado, actuaban en nuestra zona de estudio y as¨ª reconstruir los cambios en la circulaci¨®n oce¨¢nica¡±, explica Evangelinos.
Lo que vieron es que la corriente que pasaba por ambos puntos no era la misma y era mucho menos intensa, al menos hasta hace unos 14-12 millones de a?os, es decir, mucho tiempo despu¨¦s del tiempo en que se cre¨ªa que se hab¨ªa formado la CCA. Es desde ¨¦poca cuando la velocidad de las aguas en el fondo se acelera hasta acercarse a los valores actuales y cuando la se?al de neodimio es igual entre ambos sitios excavados: todo indica que es en ese periodo, y no antes, cuando el flujo de aguas en torno a la Ant¨¢rtida se completa y asemeja al actual.
¡°La Corriente Circumpolar Ant¨¢rtica es la m¨¢s fuerte del mundo y conecta todos los oc¨¦anos. Eso tiene implicaciones globales para el clima de nuestro planeta¡±Dimitris Evangelinos, investigador del Imperial College de Londres y la Universidad de Barcelona
¡°Hoy en d¨ªa, la CCA es la corriente m¨¢s fuerte del mundo y conecta todos los oc¨¦anos. Eso tiene implicaciones globales para el clima de nuestro planeta¡±, recuerda Evangelinos, que ahora trabaja en el Imperial College de Londres y en la Universidad de Barcelona. Una de estas implicaciones es que su configuraci¨®n actual da lugar a un flujo enorme. Sus dimensiones casi escapan a la escala humana. Tiene una longitud de 23.000 km, en torno a la Ant¨¢rtida, y su frente tiene hasta 2.000 km de ancho. Adem¨¢s, a diferencia de otras grandes corrientes, se mantiene desde la superficie hasta el fondo. Seg¨²n datos facilitados por los autores del estudio, el transporte de agua es de 100 a 150 millones de metros c¨²bicos por segundo, varias veces mayor que otras corrientes fuertes en el oc¨¦ano (como la del Golfo o la de Kuroshio.) Por el Pasaje de Drake, que separa Am¨¦rica del Sur de la Ant¨¢rtida, el flujo de agua es de 135 millones de metros c¨²bicos por segundo; algo que equivale al caudal de todos los r¨ªos del mundo combinados.
Una corriente tan fuerte act¨²a como una barrera, impidiendo que aguas m¨¢s c¨¢lidas se acerquen la Ant¨¢rtida, generando el aislamiento t¨¦rmico del Ant¨¢rtida. Este mecanismo juega un papel muy importante a la hora de preservar el casquete de hielo de Ant¨¢rtida y explicar¨ªa por qu¨¦ el Polo Sur estaba escapando a la acci¨®n del calentamiento global. ¡°Una corriente mucho m¨¢s d¨¦bil como la que nuestros datos proponen y una menor presencia de hielo marino dejan que aguas m¨¢s c¨¢lidas lleguen m¨¢s cerca en Ant¨¢rtida. Esto implica una configuraci¨®n oceanogr¨¢fica muy diferente en el pasado de la que tenemos hoy en d¨ªa¡±, mantiene Evangelinos.
Para darle la puntilla a la teor¨ªa dominante hasta ahora, la tesis de Escutia y Evangelinos debe de cubrir el flanco m¨¢s d¨¦bil que tienen: su actual estudio se basa en el an¨¢lisis de sedimentos extra¨ªdos de dos extremos del oc¨¦ano Pac¨ªfico, pero les falta informaci¨®n sobre la parte atl¨¢ntica de la corriente, la que recibe las aguas por el Pasaje de Drake (la CCA va de oeste a este, en el mismo sentido de la rotaci¨®n de la Tierra). Evangelinos se encuentra ahora a bordo del Hesp¨¦rides, el buque de investigaci¨®n oceanogr¨¢fica de la Armada espa?ola. Una de sus misiones ser¨¢ recuperar del fondo un tubo de sedimentos con los dientes y las cabezas de pescados de hace millones de a?os para apuntalar su idea de que el motor de la circulaci¨®n oce¨¢nica, y, por tanto, del clima global, se puso en marcha mucho despu¨¦s de lo que se cre¨ªa.
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