Ben Feringa, Nobel de Qu¨ªmica: ¡°Una sola c¨¦lula es m¨¢s compleja que toda una ciudad¡±
El cient¨ªfico holand¨¦s dise?a las m¨¢quinas m¨¢s peque?as del mundo, incluidos f¨¢rmacos que se activan con luz para mejorar los tratamientos contra el c¨¢ncer o las infecciones
Ben Feringa fabrica las m¨¢quinas m¨¢s peque?as del mundo. Son veh¨ªculos propulsados por h¨¦lices o que se desplazan sobre cuatro ruedas que son unas mil veces m¨¢s peque?as que el di¨¢metro de un pelo. En este mundo de lo nanom¨¦trico, las leyes de la gravedad dejan de importar, y se pueden conseguir fen¨®menos asombrosos siguiendo solo las leyes de la qu¨ªmica.
En 2016, Feringa gan¨® el Nobel de Qu¨ªmica, junto al franc¨¦s Jean-Pierre Sauvage y al brit¨¢nico Fraser Stoddart, por el dise?o y producci¨®n de estas ¡°m¨¢quinas moleculares¡±, que auguraban una revoluci¨®n comparable a la industrial. El empe?o de este carism¨¢tico qu¨ªmico de la Universidad de Groninga (Pa¨ªses Bajos) es que alg¨²n d¨ªa las nanom¨¢quinas puedan penetrar en el cuerpo humano y llevar f¨¢rmacos all¨ª donde se necesitan, hacer pl¨¢sticos realmente reciclables y materiales capaces de repararse solos. Feringa (Barger-Compascuum, Pa¨ªses Bajos, 73 a?os) ha visitado Madrid para ofrecer una conferencia en la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces de Madrid, donde ofrece esta entrevista a EL PA?S.
Pregunta. En sus conferencias suele preguntar a la audiencia d¨®nde creen que hay m¨¢s elementos qu¨ªmicos diferentes, en un tel¨¦fono m¨®vil o en el cuerpo humano ?Por qu¨¦?
Respuesta. Nuestro cuerpo es probablemente la cosa m¨¢s compleja que conocemos. Incluso una sola c¨¦lula es m¨¢s compleja que toda una ciudad como Madrid. Cuando analizas cu¨¢ntos elementos qu¨ªmicos hay en el organismo, cu¨¢ntas mol¨¦culas, incluidas las que componen el ADN que fabrica las prote¨ªnas, llegas a un n¨²mero bastante peque?o. Por otro lado, las cosas que fabricamos los humanos alcanzan niveles de complejidad importantes. As¨ª que es cierto: hay m¨¢s elementos qu¨ªmicos distintos en un tel¨¦fono m¨®vil que en el cuerpo humano, pero esto no significa que sea m¨¢s complejo. Yo aqu¨ª veo un fant¨¢stico mensaje de la madre naturaleza: se puede hacer mucho con unas pocas piezas b¨¢sicas, si sabes c¨®mo hacerlo. Esto es exactamente lo que intentamos aprender. Es la belleza de la ciencia.
P. ?Qu¨¦ son capaces de hacer las nanom¨¢quinas hoy en d¨ªa?
R. Son a¨²n algo primitivas, y es complicado mejorarlas, pero tras ocho a?os de trabajo, ya tenemos motores e interruptores moleculares capaces de taladrar agujeros en c¨¦lulas del c¨¢ncer. Esto nos permite inyectar f¨¢rmacos en ellas. Nuestra intenci¨®n es desarrollar medicamentos inteligentes. Tambi¨¦n podemos usar estos motores para construir superficies que responden a est¨ªmulos. Servir¨ªan para fabricar ventanas que se limpian solas, o que te a¨ªslan del fr¨ªo o el calor en funci¨®n de la luz y la ¨¦poca del a?o. Tambi¨¦n estamos creando m¨²sculos artificiales y materiales capaces de repararse a s¨ª mismos. Uno de nuestros retos es fabricar pl¨¢sticos que puedan reciclarse de forma muy sencilla, aplic¨¢ndoles luz o electricidad.
P. ?Solo con luz?
R. S¨ª, tambi¨¦n trabajamos con fotof¨¢rmacos. Son compuestos que tienen dos posiciones: encendido y apagado. El objetivo aqu¨ª es hacer terapias de precisi¨®n. Imagine que tiene una infecci¨®n localizada. Activamos el antibi¨®tico con luz y evitamos los efectos negativos de estos f¨¢rmacos en los microbios beneficiosos que hay en tu intestino. Pasadas 24 horas, el f¨¢rmaco se vuelve a desactivar, de forma que no fomentamos la creciente resistencia a antibi¨®ticos. Lo mismo se aplica al c¨¢ncer. Podr¨ªamos tratar tumores peque?os que no son operables y evitar¨ªamos los efectos secundarios de la quimioterapia.
P. ?En qu¨¦ punto de desarrollo est¨¢n?
R. Vamos a empezar las pruebas precl¨ªnicas en animales. La clave ha sido que hasta ahora se usaba un tipo de luz da?ina, como la ultravioleta. Ahora hemos demostrado que la luz infrarroja, inofensiva y capaz de penetrar mucho en los tejidos, tambi¨¦n nos vale para activar estos interruptores moleculares.
P. ?Cu¨¢ndo cree que ser¨¢n una realidad las nanom¨¢quinas m¨¦dicas?
R. Es la gran pregunta. Las bater¨ªas en las que se basan los coches el¨¦ctricos actuales se desarrollaron en los a?os 80, por ejemplo. Puede que esto tarde 20 a?os. Pero al contrario que cuando yo empezaba, ahora hay muchos equipos trabajando a la vez en este campo, as¨ª que estoy convencido de que va a llegar. No es que en dos d¨¦cadas nuestros cuerpos vayan a estar plagados de nanom¨¢quinas, pero s¨ª tendr¨¢n un uso similar al de pr¨®tesis actuales, como las de cadera, o como sensores del estado de tu organismo que se instalen en la piel.
P. Usted dice que las nanom¨¢quinas nos pueden ayudar tambi¨¦n a entender c¨®mo surgi¨® la vida.
R. Es la mayor pregunta que existe: ?De d¨®nde venimos? ?C¨®mo unas pocas mol¨¦culas se unieron para formar una c¨¦lula primitiva que pod¨ªa replicarse, que ten¨ªa metabolismo, y en la que ya exist¨ªa movimiento? Fue gracias a m¨¢quinas moleculares con motores que la propia biolog¨ªa tuvo que inventar para transportar energ¨ªa y otros recursos de un lado a otro. Las bacterias m¨¢s sencillas ya ten¨ªan la capacidad de desplazarse para buscar alimento. El movimiento apareci¨® muy temprano en la evoluci¨®n. Por eso las nanom¨¢quinas que nosotros dise?amos nos pueden ayudar a entender c¨®mo apareci¨® y evolucion¨® la vida por primera vez.
P. Este a?o los premios Nobel de F¨ªsica y Qu¨ªmica los recibieron expertos en inteligencia artificial (IA). Usted dice que la IA no comete errores como los humanos, y que ese es su gran defecto.
R. Fallar es fundamental en investigaci¨®n cient¨ªfica. Siempre aprendes algo de un experimento que no ha salido como esperabas. Es posible que la IA nos pueda ayudar a descartar experimentos, por ejemplo, elegir los 50 m¨¢s interesantes entre miles de posibilidades, pero eso no descarta que alguno de los seleccionados falle, y de hecho eso es importante. Una forma de mejorar la IA ser¨ªa darle la capacidad de equivocarse y volver a intentarlo con una estrategia diferente. La inteligencia artificial y la robotizaci¨®n de los laboratorios van a cambiar la ciencia para siempre, pero creo que al final siempre necesitaremos el factor humano y su creatividad. Tambi¨¦n debemos ser muy cr¨ªticos. Los resultados que ofrece ahora la IA son tan buenos como la calidad de los datos que le aportamos de entrada, que muchas veces es mala o muy heterog¨¦nea. Por eso vemos discrepancias enormes en los resultados. Esto nos puede llevar a una forma de hacer ciencia que es enga?osa.
P. Usted viene de una familia numerosa de padres campesinos. Habla a menudo de la ¡°madre naturaleza¡± y de c¨®mo las nanom¨¢quinas nos pueden mostrar el origen de la vida. ?Cree que hay lugar para Dios en todo esto?
R. Crec¨ª en una familia cat¨®lica. Pero como cient¨ªfico es dif¨ªcil decir que algo ha sucedido por obra de Dios. Creo que la qu¨ªmica y la biolog¨ªa pueden explicar todo lo que sucede en nuestras c¨¦lulas, en nuestros cuerpos. Pero, al mismo tiempo, no dir¨ªa que eso es todo lo que hay. El pensamiento humano, los sentimientos, el amor, la conciencia humana, los podemos explicar por la acci¨®n de las hormonas y otras mol¨¦culas e impulsos el¨¦ctricos, por la qu¨ªmica. Pero siempre hay algo m¨¢s. Para m¨ª tal vez Dios es todas las cosas buenas que suceden entre humanos y que no podemos explicar con palabras. ?Por qu¨¦ nos apreciamos, por qu¨¦ nos amamos? Es un misterio.
P. ?Es cierto que la serie de televisi¨®n Los Simpson predijo que ganar¨ªa el Nobel?
R. En 2011 me llam¨® un colega de la Universidad de Illinois (Estados Unidos) y me cont¨® que hab¨ªa salido en una porra de favoritos a ganar el Nobel en Los Simpson. Tambi¨¦n aparec¨ªa William Moerner, de la Universidad de Stanford. Creo que era martes por la noche, justo la semana antes del fallo de los Nobel. Al d¨ªa siguiente mis alumnos me recibieron con la misma noticia. Yo les dije que para un humilde investigador de la Universidad de Groninga, salir en la tele estadounidense era el mayor logro al que pod¨ªa aspirar; as¨ª que si me daban el Nobel, igual ya ni hac¨ªa falta que fuese a recogerlo. ?El caso es que gan¨¦ el premio cinco a?os despu¨¦s! Y Moerner lo gan¨® dos a?os antes. No tengo ni idea de c¨®mo lo hicieron, pero fue una predicci¨®n fant¨¢stica.
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