El incre¨ªble juego que se burla de la ley de gravitaci¨®n universal
La gravitaci¨®n es una interacci¨®n esencial a escala cosmol¨®gica, una arruga del tejido espacio-tiempo que consigue que la Tierra sea capaz de atraer lo que se sit¨²a en su esfera de influencia o campo gravitatorio
En una de sus primeras novelas, Paul Auster pone a volar a un ni?o. Tras superar las pruebas del rito inici¨¢tico, el ni?o consigue neutralizar la fuerza gravitatoria y, con ello, logra que su cuerpo levite primero para volar despu¨¦s. De esta manera, se convierte en la atracci¨®n de una ¨¦poca. Son los a?os previos a la Gran Depresi¨®n y las cruces arden al galope del Ku Klux Klan.
La novela se titula Mr. V¨¦rtigo (Booket) y nos cuenta las peripecias de este ni?o volador a lo largo de los caminos de la Norteam¨¦rica profunda. Es una de las mejores novelas de Auster, sin duda, y su personaje, el ni?o al que el Maestro Yehudi ense?a a saltarse la ley de gravitaci¨®n universal, es uno de los m¨¢s logrados por el escritor de Brooklyn que, como acostumbra, nos presenta la felicidad como algo pasajero. Por ello, la dicha no le dura siempre al ni?o; la tendencia natural a la p¨¦rdida de orden en un sistema, es decir, la entrop¨ªa, llega con la pubertad; el sistema hormonal va a interferir en su capacidad para volar, como si la gravedad hubiese urdido su venganza en el momento m¨¢s oportuno.
Antes de seguir, recordemos que la interacci¨®n gravitatoria es la interacci¨®n dominante a gran escala o escala cosmol¨®gica, una arruga del tejido espacio-tiempo que consigue que la Tierra sea capaz de atraer lo que se sit¨²a en su esfera de influencia o campo gravitatorio. De esta manera, la famosa manzana del pecado newtoniano es atra¨ªda por el campo gravitatorio de la Tierra, cosa que nunca podr¨¢ ocurrir al contrario, ya que la manzana en relaci¨®n con la Tierra carece de campo gravitatorio.
Ya sabemos que la Tierra no atrae a todos los cuerpos por igual, sino dependiendo de la masa de cada uno. Por ejemplo, la Tierra atrae a un cuerpo de 30 kilos, como puede ser el cuerpo del ni?o, con treinta veces m¨¢s fuerza que a una manzana, lo que sucede es que la manzana opone treinta veces menos resistencia que el cuerpo del ni?o.
Por estas cosas, cuando se trata de caer, tanto la manzana como el ni?o caen a la misma velocidad en el vac¨ªo, y esto se debe a que en el vac¨ªo no hay fuerza de resistencia que se oponga al movimiento de ca¨ªda del que depende la masa de los cuerpos. Y estos detalles est¨¢n presentes en la novela de Auster, aunque no se hable expresamente sobre ellos.
Para ilustrar esto ¨²ltimo no est¨¢ de m¨¢s hacer referencia a un experimento curioso. Se trata del denominado ¡°collar de Newton¡±, una cadena de bolitas que sale de un recipiente, desafiando la ¡°fuerza¡± de la gravedad.
El dibujo que forma la cadena en el aire, saltando del vaso, depende de la gravedad que tira hacia abajo y de la fuerza ascendente que nace de la cadena que todav¨ªa est¨¢ en el vaso. Estas fuerzas opuestas crean el efecto m¨¢gico donde la cadena parece flotar por encima del recipiente. Es ciencia, aunque parezca lo contrario. En las novelas de Paul Auster ocurre lo mismo, pero al rev¨¦s. Es lo que tiene de bueno su literatura.
El hacha de piedra es una secci¨®n donde Montero Glez, con voluntad de prosa, ejerce su asedio particular a la realidad cient¨ªfica para manifestar que ciencia y arte son formas complementarias de conocimiento.
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