La Fiscal¨ªa de Medio Ambiente se enfrenta al Supremo por la caza de aves con pegamento
El ministerio p¨²blico insta a que se siga persiguiendo como un delito esta pr¨¢ctica ilegal para capturar p¨¢jaros
La caza de aves con la t¨¦cnica de la liga o pegamento ha generado un importante choque entre la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente y el Tribunal Supremo. La sala segunda del alto tribunal sentenci¨® hace un mes que el empleo de esta t¨¦cnica no selectiva no siempre deber¨ªa considerarse como un delito aunque sea ilegal. Pero el coordinador de los fiscales de medio ambiente, Antonio Vercher, se ha rebelado ante este fallo. Y la semana pasada envi¨® un oficio a todos los fiscales del pa¨ªs especializados en medio ambiente en el que les insta a que ignoren al alto tribunal y sigan persiguiendo como un delito la caza con pegamento como han hecho hasta ahora.
Su consideraci¨®n o no como un delito no es un asunto menor. Porque verdaderamente no se logr¨® reducir el uso de esta t¨¦cnica en Espa?a hasta que se empez¨® a perseguir por esa v¨ªa penal hace una d¨¦cada, como explica Mario Gim¨¦nez, delegado de SEO/BirdLife en la Comunidad Valenciana, donde tradicionalmente ha tenido mucho arraigo esta pr¨¢ctica, denominada en valenciano parany. Hasta entonces, apunta, se consideraba una falta administrativa, que se solventaba solo con una sanci¨®n. ¡°La sentencia del Supremo puede devolvernos al momento en el que solo era considerada una falta administrativa, cuando se segu¨ªa usando ampliamente porque la gente se arriesgaba a pagar solo una multa¡±, advierte Gim¨¦nez. Este ecologista se?ala que este tipo de caza no selectiva, al ser indiscriminada, causa graves efectos en muchas especies: ¡°en la Comunidad Valenciana se emplea para cazar zorzales, pero quedan atrapadas otras especies como petirrojos e, incluso, mochuelos¡±.
No existen dudas de que en estos momentos es ilegal esta t¨¦cnica de caza ¡ªque normalmente consiste en colocar en arbustos y ¨¢rboles varillas impregnadas en pegamento para atrapar a peque?as aves¡ª. Aunque para llegar a ese punto hicieron falta muchos a?os de pleitos entre Administraciones, expedientes de la Comisi¨®n Europea y hasta una sentencia del Constitucional de 2013 en la que se establec¨ªa que no se puede autorizar esta t¨¦cnica no selectiva de capturas.
¡°Todos los tribunales sentenciaron en contra, pero ten¨ªa un fuerte arraigo en zonas como Castell¨®n¡±, recuerda Gim¨¦nez. ¡°Era ilegal, pero se segu¨ªa usando, hasta que se empez¨® a considerar delito y el Seprona de la Guardia Civil empez¨® a perseguirlo con m¨¢s fuerza¡±, a?ade.
Para ello fue fundamental la reforma del C¨®digo Penal de 2010 en la que se estableci¨® en el art¨ªculo 336 que supone un delito emplear para la caza o la pesca ¡°veneno, medios explosivos u otros instrumentos o artes de similar eficacia destructiva, o no selectiva, para la fauna¡±. En un principio, hubo problemas en los tribunales a la hora de interpretar este art¨ªculo respecto a si afectaba o no a la caza con liga. Pero, como recordaba la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente en su ¨²ltima memoria anual, ¡°es un problema claramente superado en este momento¡± y ¡°la norma penal¡± se aplica a esta t¨¦cnica ¡°sin reticencias o dificultades interpretativas¡±.
Pero la sentencia de hace un mes del Tribunal Supremo, cuyo ponente fue el magistrado Pablo Llarena, reabre de nuevo este debate jur¨ªdico. El tribunal consider¨® que no es siempre delito la liga, por lo que absolvi¨® a tres hombres que hab¨ªan sido condenados por la Audiencia Provincial de Madrid a una pena de 1.440 euros de multa e inhabilitaci¨®n especial para cazar o pescar durante un a?o. Los acusados fueron sorprendidos cuando se dispon¨ªan a cazar jilgueros con esta t¨¦cnica en Madrid.
Uno de los argumentos empleados por Llarena para fallar as¨ª es el sentido contradictorio de las sentencias en los tribunales inferiores. Pero Vercher, en el oficio enviado la semana pasada, rechaza que esas discrepancias se den ahora. ¡°Con el tiempo se ha venido produciendo una paulatina unificaci¨®n de criterios¡±, apunta el coordinador de los fiscales medioambientales en ese escrito, al que ha accedido EL PA?S. Vercher entiende que en la sentencia hay ¡°aspectos m¨¢s que debatibles¡±, como que se haga referencia a que la especie afectada es ¡°muy com¨²n¡±. La Fiscal¨ªa de Medio Ambiente recuerda que hay ¡°estudios¡± que demuestran la ¡°sobreexplotaci¨®n¡± de las capturas de fring¨ªlidos (la familia a la que pertenecen los jilgueros), que hace que est¨¦ ¡°disminuyendo la poblaci¨®n¡±. Ese ¡°declive¡± tambi¨¦n ha sido advertido por la Comisi¨®n Europea, que lleva a?os intentando terminar con la caza con liga en varios pa¨ªses de la UE, entre ellos Espa?a y Francia. El escrito insiste en que el parany es ilegal, ¡°por m¨¢s que desde diferentes sectores sociales involucrados tradicionalmente en este tipo de actividades se intentara hacer ver lo contrario¡±.
Vercher concluye su oficio instando a todos los fiscales especializados en medio ambiente y urbanismo a que sigan ¡°actuando en la misma l¨ªnea y tal y como se ha venido haciendo hasta el presente momento¡±; es decir, que se siga denunciando como un delito la caza con pegamento, y otros casos en los que ¡°se usan instrumentos y artes de car¨¢cter no selectivos¡±, hasta que no exista ¡°jurisprudencia consolidada¡±. Y advierte de los da?os que se podr¨ªan causar a ¡°una especie de aves cuya situaci¨®n es francamente delicada y compleja¡±.
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