Una de cada cuatro especies de aves en Espa?a est¨¢ amenazada

La situaci¨®n de las aves en Espa?a es preocupante, seg¨²n la ¨²ltima actualizaci¨®n del libro rojo, que eval¨²a su estado y cuya ¨²ltima edici¨®n databa de hace 14 a?os. El 25% de las 359 especies analizadas se encuentra en categor¨ªas de extinci¨®n, algunas tanto que su estado es cr¨ªtico, como ocurre, por ejemplo, con la aguja colinegra con menos de 50 ejemplares reproductores, o la cerceta carretona, cuya poblaci¨®n es residual, indica el nuevo Libro Rojo de las Aves en Espa?a, realizado por la sociedad ornitol¨®gica SEO/BirdLife con el apoyo del Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica. El balance final es peor que el de 2007: el 56% de las aves de las que existen suficientes datos presentan problemas de conservaci¨®n, frente al 40% del an¨¢lisis anterior.

Detr¨¢s del retroceso de numerosas especies aparece por primera vez el cambio clim¨¢tico, que puede provocar desplazamientos de las especies, cambios en las migraciones y hasta elevadas mortalidades de adultos y pollos por eventos clim¨¢ticos, sobre todo a finales de primavera y principios de verano. A lo que se suman los factores negativos que se repiten como la contaminaci¨®n ¨Del problema principal que afecta al 76% de las especies analizadas¨D , seguida por la alteraci¨®n de los ecosistemas, las pr¨¢cticas agropecuarias intensivas o la presi¨®n de la caza.

En este marco de declive, lo peor es que ni siquiera ¡°las 22 especies reconocidas en el cat¨¢logo estatal de especies amenazadas ¨D ¨¢guila imperial, la cerceta pardilla, la focha moruna, la malvas¨ªa cabeciblanca, la pardela balear, el quebrantahuesos y el urogallo cant¨¢brico¨D cuenta con la cobertura legal necesaria que asegure su protecci¨®n¡±, comenta Nicol¨¢s L¨®pez-Jim¨¦nez, responsable del programa de Conservaci¨®n de Especies de SEO/BirdLife. De todas ellas, solo siete cuentan con estrategias de conservaci¨®n (competencia del Gobierno) y, de las que existen, solo una de ellas, la del ¨¢guila imperial ib¨¦rica, est¨¢ actualizada. Las comunidades aut¨®nomas tampoco han hecho sus deberes, ninguna ha aprobado todos los planes de recuperaci¨®n o conservaci¨®n para las especies en peligro de extinci¨®n o vulnerables que habitan es sus territorios.

A pesar de la mala gesti¨®n, hay buenas noticias y algunas de las grandes aves rapaces, que se encontraban gravemente amenazadas en el anterior libro rojo, han progresado en su conservaci¨®n, a pesar de que siguen sin salir de las categor¨ªas que implican un cierto riesgo de extinci¨®n. Ah¨ª est¨¢n ¡°el quebrantahuesos, el ¨¢guila perdicera, el buitre negro, el ¨¢guila pescadora, el alimoche com¨²n o el milano negro, y aunque el ¨¢guila imperial ib¨¦rica se sigue catalogando como en peligro, los datos de su paulatina recuperaci¨®n son alentadores¡±, puntualiza el estudio. ¡°Est¨¢ claro que las pol¨ªticas de conservaci¨®n funcionan, pero hay que aplicarlas sobre todo en un momento en el que las amenazas van a m¨¢s¡±, matiza L¨®pez-Jim¨¦nez.

La nueva edici¨®n del Libro Rojo de las Aves en Espa?a analiza m¨¢s especies, pasando de 179 a 359. De ellas, un 42% se califican como de preocupaci¨®n menor. De las analizadas en 2004, solo 24 consiguen rebajar su nivel de amenaza. Por el contrario, indica la actualizaci¨®n, 33 que ya estaban catalogadas como amenazadas empeoran su situaci¨®n, algunas tan comunes como la codorniz o la perdiz. Otras 60 especies ni mejoran ni empeoran, se mantienen inamovibles en su nivel de amenaza, por ejemplo, la t¨®rtola que sigue cataloga de vulnerable o el cormor¨¢n mo?udo. En la lista de las malas noticias, tres nuevas aves han engrosado las categor¨ªas de mayor amenaza: la aguja colinegra, el zarapito real y el urogallo com¨²n y otras tres se pueden considerar extinguidas: el ibis eremita, el torillo andaluz y la terrera marisme?a en Canarias.

Casi la tercera parte de las aves amenazadas viven en humedales o ambientes agroesteparios que no frenan su deterioro. A pesar de los obst¨¢lculos, algunas especies como el morito com¨²n, el pato colorado o el tarro blanco han conseguido escapar y han mejorado algo. Se muestra as¨ª la capacidad de recuperaci¨®n de las especies si se adoptan las medidas adecuadas, puntualiza el estudio. Pero, de momento, ¡°con el 25% de las aves en grave riesgo de extinci¨®n, sin que la Administraci¨®n designe suficientes ¨¢reas de protecci¨®n ni las tenga catalogadas en la categor¨ªa de conservaci¨®n adecuada, la situaci¨®n no pinta bien¡±, puntualiza Nicol¨¢s L¨®pez.

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