Andreu Escriv¨¢, divulgador: ¡°La sostenibilidad ya no significa nada¡±
El ambient¨®logo valenciano publica un nuevo libro en el que carga contra diferentes palabras convertidas hoy en dogmas verdes o contra la costumbre de incidir en el planeta que quedar¨¢ a las generaciones futuras
La clave para responder a la crisis clim¨¢tica est¨¢ en las emisiones, en la energ¨ªa, en el consumo, en las personas, pero tambi¨¦n en las palabras. En su nuevo libro Contra la Sostenibilidad (Editorial Arpa), el divulgador ambiental Andreu Escriv¨¢ (39 a?os, Valencia) carga contra diferentes conceptos y denominaciones hoy convertidos en dogmas verdes que considera que en realidad distraen de lo importante o son utilizados por aquellos que m¨¢s contaminan simplemente para lavar su imagen.
Pregunta. ?Por qu¨¦ dice que padecemos una epidemia de sostenibilidad?
Respuesta. Vivimos una epidemia de sostenibilidad porque nos encontramos esta palabra en todos los sitios. Ha conseguido inocularse en todos los ¨¢mbitos de nuestra vida y tenemos briks sostenibles, camisetas sostenibles, coches sostenibles, viajes sostenibles, vidas sostenibles¡ Ha llegado a tal punto su banalizaci¨®n que la sostenibilidad ya no significa nada.
P. ?Hay que quitar unas cuantas palabras del diccionario ambiental?
R. Sostenibilidad ya no nos sirve. Yo no impugno lo que mucha gente cree que es la sostenibilidad, ni esa percepci¨®n realmente profunda de hacer las cosas bien y de cuidar el entorno, pero el problema es que ha pasado a ser simplemente un adjetivo casi de venta, una especie de etiqueta para el merchandising. Ha dejado de servir al prop¨®sito inicial, que es cuestionar el sistema.
P. ?Por qu¨¦ le parece mal que en los discursos ambientales se aluda casi siempre a las generaciones futuras?
R. Resulta humano, normal y bueno preocuparse por las generaciones futuras, pero lo que hay que hacer es aqu¨ª y ahora. Cualquier persona que viva en este momento en Espa?a ya ha pasado toda su vida bajo los efectos del calentamiento global. No hay que actuar s¨®lo por nuestros hijos, tengamos o no, hay que actuar por el conjunto de la humanidad. Esas generaciones futuras nos preocupan desde los pa¨ªses ricos, pero ahora mismo ya tenemos generaciones presentes, sobre todo, en pa¨ªses vulnerables, que est¨¢n sufriendo los efectos del cambio clim¨¢tico. Adem¨¢s, debemos tener mucho cuidado cuando decimos que las generaciones futuras van a ser las m¨¢s perjudicadas. Efectivamente, van a verse afectadas por este proceso de calentamiento, pero en 2022 hemos visto que los fallecimientos por el exceso de calor son sobre todo de gente mayor.
P. Otro de los conceptos hoy comunes que tambi¨¦n rechaza es ¡°econom¨ªa circular¡±. ?Por qu¨¦?
R. La econom¨ªa circular es una entelequia. Es imposible por definici¨®n que una econom¨ªa sea plenamente circular, porque siempre vamos a necesitar energ¨ªa, trabajo de las personas o materiales. Otra cosa es que reciclemos una peque?a parte de eso que estamos usando. Pero la denominaci¨®n de econom¨ªa circular nos hace pensar que existe casi una especie de nirvana econ¨®mico al que si llegamos estamos salvados porque todo se recircula. Eso es falso. En todo caso habr¨ªa que hablar de econom¨ªa espiral, es decir, de intentar recircular lo m¨¢ximo posible, pero nunca va a ser un ciclo cerrado.
P. Asegura que la llamada ¡°neutralidad clim¨¢tica¡± es como saber que el tabaco provoca c¨¢ncer y proponerse dejar de fumar dentro de 20 a?os.
R. As¨ª es. La neutralidad clim¨¢tica [objetivo que suele fijarse para el a?o 2050 y que consiste en eliminar todas las emisiones de carbono salvo las que puedan ser absorbidas por la propia naturaleza] permite estar vendiendo en 2023 los ¨¦xitos futuros para reducir o capturar emisiones de carbono, cuando algunas de estas empresas lo que est¨¢n haciendo hoy es aumentarlas.
P. Tambi¨¦n considera el coche el¨¦ctrico otra distracci¨®n.
R. El coche el¨¦ctrico es un cambio de motor en el veh¨ªculo privado, pero no supone un cambio para el modelo actual de movilidad. La transici¨®n al coche el¨¦ctrico se tiene que hacer lo m¨¢s r¨¢pido posible, pero no podemos sustituir todos los coches de combusti¨®n por el¨¦ctricos, y aunque pudi¨¦semos no deber¨ªamos querer hacerlo, porque nuestro sistema de movilidad es profundamente insostenible y no est¨¢ pensado para mover personas, sino para que circulen coches.
P. ?Y el reciclaje de pl¨¢stico?
R. Evidentemente, yo no estoy en contra del proceso del reciclaje, hay que reciclar y recircular los materiales todo lo que se pueda, el problema es que el reciclaje del pl¨¢stico nos hace apartar la mirada de la producci¨®n de pl¨¢stico, pues pensamos que luego ya se reciclar¨¢ y no tendr¨¢ impacto ambiental. Para cuestionar la omnipresencia del pl¨¢stico hay que cuestionar el reciclaje.
P. ?No cree que le pueden acusar de estar en contra de todo?
R. S¨ª, me preocupa que el libro se perciba como una pataleta o como que todo est¨¢ mal. Lo ¨²ltimo que quiero es que la gente baje los brazos, justo lo que critico del catastrofismo. Mi pretensi¨®n es que la gente se plantee cosas, cuestione y, sobre todo, exija. Estoy contra la sostenibilidad porque es lo que nos va a permitir construir la postsostenibilidad, que es mucho m¨¢s esperanzadora y mucho m¨¢s ilusionante.
P. ?Qu¨¦ propone entonces y qu¨¦ nombre le pone?
R. Cuando cuaj¨® el concepto de sostenibilidad, significaba una cosa muy distinta, por lo tanto, lo que tenemos que hacer es seguir trabajando por ese significado profundo de la palabra sostenibilidad, que quiz¨¢s ahora representan mejor otros significantes como ¡°prosperidad sin crecimiento¡± o ¡°buen vivir¡±.
P. ?C¨®mo se puede actuar contra el uso de todas estas palabras para hacer greenwashing (lavado verde) de empresas y actividades contaminantes?
R. Creo que ser¨ªa un cambio regulatorio f¨¢cil, r¨¢pido y, sobre todo, muy bien recibido por la gente, porque al final a la sociedad lo que no le gusta es que la enga?en. El greenwashing tiene los d¨ªas contados si hacemos las cosas bien.
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