Las cr¨ªticas a la actual expansi¨®n de las energ¨ªas renovables a las que se refiere el director de cine Rodrigo Sorogoyen
¡°Energ¨ªa e¨®lica s¨ª, pero no as¨ª¡±, dijo el ganador del Goya a mejor pel¨ªcula y mejor direcci¨®n el pasado s¨¢bado al recoger el galard¨®n por ¡®As Bestas¡¯. Tres autores explican las claves de esta postura
Al recoger el premio de mejor director en la gala de los Goya 2023, Rodrigo Sorogoyen nos lo dijo claramente: ¡°Energ¨ªa e¨®lica, s¨ª, pero no as¨ª¡±. En As Bestas, el cineasta aborda la realidad de la masiva implantaci¨®n de las macroplantas e¨®licas como un violent¨ªsimo w¨¦stern, porque lo que algunos llaman un ¡°milagro econ¨®mico¡± representa en realidad un brutal asalto a lo Far West al sector energ¨¦tico de las renovables. El actual desarrollo descontrolado de macroplantas e¨®licas y tambi¨¦n fotovoltaicas es un mero instrumento especulativo, ya que estas instalaciones se compran y se venden a precios cada vez mayores, con miles de desarrollos en algunas comunidades aut¨®nomas y nada en otras, igual que por municipios, con una falta total de transparencia en los contratos, en los impactos ambientales y una end¨¦mica corrupci¨®n a gran escala.
La actual pol¨¦mica sobre la aceleraci¨®n del despliegue de las energ¨ªas renovables en Espa?a intenta desviar la atenci¨®n de lo esencial, que un experto llama muy acertadamente ¡°el triunfo de las renovables especulativas¡±. Una reciente sentencia de justicia lo evidencia. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura oblig¨® a Iberdrola a devolver a su propietario, Santos L¨¢zaro Arias, de 72 a?os, las 500 hect¨¢reas de tierras agr¨ªcolas que ocupa una de las mayores plantas fotovoltaicas de Europa, en el municipio de Usagre (Badajoz), lo que significar¨ªa desmontar 1,4 millones de paneles solares que costaron 300 millones de euros. La fiscal¨ªa tambi¨¦n pidi¨® 12 a?os de inhabilitaci¨®n por delito de prevaricaci¨®n para el exalcalde que tramit¨® las expropiaciones.
Vemos que la justicia act¨²a, pero sigue reinando la ley del m¨¢s fuerte porque existe una lucha desigual entre peque?os propietarios, peque?os municipios y grandes inversores, sin ninguna participaci¨®n p¨²blica en algo tan serio como transformar en terrenos industriales para los pr¨®ximos 30 a?os, gran cantidad de terrenos agrarios de regad¨ªo o con olivos centenarios, o con campos de c¨ªtricos o vides productivas o forestales, incluso arbolados o de elevados valor ecol¨®gico con especies end¨¦micas.
Inventar otra batalla: el aceleracionismo contra el retardismo
Como nadie cient¨ªficamente serio contradice la necesidad absoluta de una transici¨®n energ¨¦tica hacia las renovables, se est¨¢ utilizando actualmente el tema de la aceleraci¨®n de la transici¨®n energ¨¦tica para secuestrar el debate e invisibilizar los modelos m¨¢s justos y democr¨¢ticos de desarrollo. Tach¨¢ndolos de retardistas, de antirrenovables pagados por las petroleras, de anticient¨ªficos y un largo etc¨¦tera de descalificaciones, se intenta seguir con este modelo especulativo y que en definitiva, todo se acelere para que nada cambie.
La publicaci¨®n en prensa el pasado diciembre de un manifiesto en Catalunya, m¨²ltiples tribunas e intervenciones en Twitter, v¨ªdeos de cuidada manufactura, e infinidad de intervenciones p¨²blicas, tensan al m¨¢ximo el debate, difaman y deslegitiman a los que ni comparten los intereses de las grandes empresas que lideran el sector, ni aplauden a los protagonistas principales del Far West especulativo. La reciente tribuna publicada por el exdirector de Transici¨®n Ecol¨®gica de la comunidad valenciana y actual asesor energ¨¦tico de Yolanda D¨ªaz, Pedro Fresco, va en el sentido de una polarizaci¨®n que participa de una mercadotecnia ante la cual, nosotros, tomamos una posici¨®n voluntariamente exterior. En vez de entrar en un falso debate maniqueo, vamos corriendo a lo esencial.
Negacionistas de tejados solares
Hace ya d¨¦cadas que varios gobiernos de pa¨ªses de latitudes similares a la nuestra iniciaron amplios programas de instalaci¨®n de tejados solares. Pa¨ªses como Alemania, Australia, Reino Unido, Italia o Estados como California, donde sus habitantes observan c¨®mo parte de sus hipotecas las paga el sol, empezaron a instalar cientos de miles de tejados solares. En China, la actual aceleraci¨®n de los renovables est¨¢ construyendo un verdadero ¡°imperio de los tejados solares¡±. Mientras, en Espa?a, los negacionistas de esta tecnolog¨ªa siguen existiendo hasta el d¨ªa de hoy, disuadiendo subvenciones con complicados tr¨¢mites, injustos balances de energ¨ªa o permisos imposibles para autorizar comunidades energ¨¦ticas. Responsables regionales e incluso de la administraci¨®n central siguen sin potenciar ni ayudar a la fotovoltaica en cubiertas. Por ejemplo, en Arag¨®n solo se ha resuelto el 25% de las ayudas al autoconsumo, mientras en la en Comunidad Valenciana tan solo se han resuelto 30 de casi 18.000 peticiones de subvenci¨®n
En 2022, por fin Espa?a dio el salto, 2,5 gigawatios (GW) instalados en un a?o, potencia similar a dos centrales nucleares. ?Por qu¨¦ no se hizo antes? ?Por qu¨¦ no se sigue potenciando al m¨¢ximo, dando ayudas y solucionado las propias trabas que pone la administraci¨®n? La ventaja de los tejados solares es que se puede consumir donde se produce, no hay p¨¦rdidas, crea empleo y adem¨¢s se benefician los ciudadanos de una forma directa. Adem¨¢s, la instalaci¨®n masiva de placas solares en cubiertas es tambi¨¦n una oportunidad para reducir la pobreza energ¨¦tica y favorecer la rehabilitaci¨®n energ¨¦tica de los edificios, y genera miles de empleos en PYMES, a la vez que reduce el consumo de energ¨ªa.
Aprovechemos ahora los terrenos llamados antropizados, o ya degradados. En Espa?a existen cientos de miles de hect¨¢reas con escaso valor ambiental donde es posible instalar fotovoltaica con bajo (no nulo) impacto ambiental, desde zonas mineras, vertederos, escombreras, invernaderos ya consolidados, zonas alrededor de infraestructuras lineales como autopistas, autov¨ªas, v¨ªas de tren. ?Por qu¨¦ se permiten poner en terrenos agrarios de frutales o vi?edos o incluso sobre zonas de dehesas y zonas de alto valor ambiental, habiendo alternativas econ¨®micamente viables en terrenos degradados?
Cuando aceleraci¨®n significa regresi¨®n ambiental y democr¨¢tica
Ir muy r¨¢pido con la excusa de la guerra de Ucrania o cualquier otro motivo y hacer las cosas mal, con graves impactos ambientales. O produciendo graves conflictos sociales no acelera la transici¨®n energ¨¦tica sino que la ralentiza. A trav¨¦s de judicializar la misma, la hace m¨¢s injusta ¡ªotra vez con ganadores y perdedores tanto a escala de comunidades aut¨®nomas, municipios, territorios o pa¨ªses¡ª y la paraliza. Al fin y al cabo, detr¨¢s de esta batalla de cifras y de mapas, hay ante todo un conflicto pol¨ªtico y econ¨®mico por un modelo de sociedad global. ?Qui¨¦n debe ser beneficiado por la transici¨®n energ¨¦tica? ?El Estado de Derecho y la ciudadan¨ªa, o las macroempresas y fondos de inversi¨®n internacionales?
El Consejo de Europa acaba de aprobar un reglamento para acelerar la tramitaci¨®n de algunos proyectos de energ¨ªas renovables a costa de reducir las garant¨ªas de que no producir¨¢n impacto medioambiental al considerarlos de inter¨¦s p¨²blico superior, a pesar de un manifiesto cient¨ªfico que ped¨ªa que fuese rechazado, firmado por 477 investigadores de toda Europa. El Gobierno de Espa?a, casi con simultaneidad, aprobaba un real decreto que permite que los proyectos de energ¨ªa renovable (excepto los ubicados en Red Natura 2000, espacios naturales protegidos, y en el medio marino) no tengan que pasar por el procedimiento de evaluaci¨®n de impacto ambiental y por un proceso de informaci¨®n y participaci¨®n p¨²blica. Las principales organizaciones ecologistas espa?olas han publicado una postura com¨²n, para oponerse claramente a esta regresi¨®n ambiental y democr¨¢tica. Colectivos ecologistas, t¨¦cnicos y plataformas ciudadanas, coinciden en indicar que estos cambios normativos pueden resultar contraproducentes, y provocar justamente que se ralentice o ¡°retarde¡± la implantaci¨®n renovable debido a que muchos proyectos acabar¨¢n en los juzgados.
Planificaci¨®n de renovable y participaci¨®n ciudadana
Estos cambios normativos son especialmente preocupantes teniendo en cuenta que, seg¨²n la evidencia cient¨ªfica, el procedimiento de impacto ambiental de los proyectos renovables est¨¢ fallando. Un buen ejemplo del defecto de los procedimientos de regulaci¨®n es un reciente estudio sobre el despliegue de plantas solares en el sureste de Espa?a. En este trabajo, se muestra que dicho despliegue se realiza a costa de zonas de importante valor medioambiental, y que la energ¨ªa fotovoltaica tal y como se est¨¢ implantando en la actualidad no puede ser considerada una actividad econ¨®mica sostenible. El estudio tambi¨¦n demuestra que con una adecuada planificaci¨®n territorial es posible instalar la potencia renovable proyectada con un m¨ªnimo impacto sobre la biodiversidad y que la participaci¨®n de expertos en el periodo de informaci¨®n p¨²blica es esencial para que la administraci¨®n pueda tomar decisiones informadas en la aprobaci¨®n o rechazo de estos proyectos.
El IPCC ya ha indicado claramente que el ¨²nico camino para evitar el colapso clim¨¢tico es abandonar el sistema econ¨®mico basado en el crecimiento perpetuo, y que si no conseguimos que exista la percepci¨®n de que una gran mayor¨ªa nos ¡®beneficiamos¡¯ de esta transici¨®n, no habr¨¢ soluci¨®n posible. Por ello, el actual Far West de las renovables especulativas y tambi¨¦n los est¨¦riles debates medi¨¢ticos del aceleracionismo nos impiden enmarcar esta transici¨®n energ¨¦tica en un escenario m¨¢s amplio de decrecimiento a gran escala, justo y democr¨¢tico, que est¨¢ ya marcha en Europa.
La estrategia de descarbonizaci¨®n que acaba de proponer el gobierno franc¨¦s, el llamado Plan de Sobriedad Energ¨¦tica para 2050, marca como objetivo una reducci¨®n del 40% de consumo de energ¨ªa. Un enfoque valiente y realista, una planificaci¨®n democr¨¢tica de decrecimiento r¨¢pido y masivo, a la altura de los retos del futuro inmediato. Todav¨ªa no hemos visto propuestas similares en Espa?a, aunque las necesitamos tanto o m¨¢s. Ni nosotros ni nadie de los que cuestionan el dogma de la aceleraci¨®n de los renovables en su forma actual proponen par¨¢lisis: proponemos sensatez, hacer caso al mejor conocimiento cient¨ªfico disponible, e ir mucho m¨¢s r¨¢pido para construir la transici¨®n energ¨¦tica, conservando los ecosistemas y reduciendo a gran escala el consumo energ¨¦tico y las desigualdades.
Acelerar energ¨ªas renovables as¨ª, s¨ª.
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