Fertiberia obtiene v¨ªa libre para enterrar las balsas de fosfoyesos junto a Huelva tras 13 a?os de pleito
La Junta concede el permiso ambiental para sepultar los 120 millones de toneladas t¨®xicas de desechos industriales en plena r¨ªa onubense
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Las balsas de fosfoyesos junto a la ciudad de Huelva ser¨¢n finalmente enterradas y no trasladadas, tras obtener este lunes la autorizaci¨®n ambiental integrada por parte de la Junta de Andaluc¨ªa (PP), el tr¨¢mite que da v¨ªa libre al plan de la empresa responsable, Fertiberia. Con este permiso comienza la cuenta atr¨¢s para que los 120 millones de toneladas de dep¨®sitos t¨®xicos de fosfoyesos y metales pesados sean enterradas bajo una capa de un metro de tierra y arcilla.
La costosa operaci¨®n ha suscitado muchas dudas entre los cient¨ªficos por el riesgo de que la contaminaci¨®n se prolongue durante d¨¦cadas a menos de 500 metros de una poblaci¨®n de 150.000 habitantes, ya que est¨¢ ubicada en plena r¨ªa y, por tanto, sometida a las mareas. La resoluci¨®n coincidi¨® con el d¨ªa mundial del Medio Ambiente.
El visto bueno del Ejecutivo auton¨®mico llega casi tres a?os despu¨¦s de que el Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica diera una primera autorizaci¨®n ¡ªdeclaraci¨®n de impacto ambiental favorable¡ª y tras 13 de la sentencia de la Audiencia Nacional que obligaba a la empresa a frenar los vertidos y solucionar el problema. M¨¢s tarde, hace un a?o, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) aval¨® que el riesgo de contaminaci¨®n radioactiva era m¨ªnimo una vez se enterraran los desechos. Los residuos t¨®xicos se vertieron durante d¨¦cadas por la empresa, derivados de su producci¨®n de ¨¢cido fosf¨®rico para fertilizantes entre 1968 y 2010, acumulados a escasos metros del mar.
Tanto la Junta como el Gobierno han ignorado las advertencias de los cient¨ªficos, que ven un riesgo de colapso en las balsas y un ¡°r¨¢pido hundimiento asim¨¦trico¡± que no contempla el plan para cubrir con una alfombra verde los metales pesados. El comit¨¦ de 20 cient¨ªficos alert¨® del sobrepeso de los residuos junto al mar y de un riesgo s¨ªsmico medio-alto, en tres informes emitidos por expertos del Instituto Geol¨®gico y Minero (CSIC), el ISGlobal y las universidades de Granada, C¨¢diz y Huelva, entre otros organismos.
La decisi¨®n de la Junta implica que Fertiberia comience ahora las obras para enterrar las balsas con una inversi¨®n de 60 millones en el proyecto denominado Restore 20/30, que se prolongar¨¢ una d¨¦cada, seg¨²n avanz¨® en un comunicado la compa?¨ªa. A partir de ahora solo falta la licencia de obras que conceder¨¢ previsiblemente el Ayuntamiento de Huelva. Fertiberia avanza que emplear¨¢ a m¨¢s de un centenar de operarios para la ejecuci¨®n del proyecto.
¡°Que salga la resoluci¨®n cuatro d¨ªas despu¨¦s de las elecciones demuestra que es una decisi¨®n pol¨ªtica y no t¨¦cnica. El ministerio se ha quedado fuera de la autorizaci¨®n ambiental integrada porque se ha autoexcluido para no mojarse, a pesar de que para la zona cuatro exige la recuperaci¨®n de la marisma. El mismo t¨¦cnico del ministerio que lo exigi¨® para la zona cuatro no lo hizo para las zonas dos y tres. Es incongruente¡±, critica Juan Manuel Buend¨ªa, presidente de la Mesa de la R¨ªa. Para este partido pol¨ªtico, el ministerio ha ignorado su obligaci¨®n de proteger la marisma, que est¨¢ ¡°sentenciada de muerte¡±, y as¨ª se lo comunic¨® a la Audiencia Nacional. ¡°Es una broma macabra y un insulto a los onubenses la autorizaci¨®n de la Junta en el d¨ªa mundial del Medio Ambiente¡±, critica Buend¨ªa.
El Gobierno andaluz considera que el proyecto de Fertiberia es ¡°adecuado¡±, pero la empresa deber¨¢ presentar un plan de vigilancia y control ¡°del medio receptor¡± afectado por la restauraci¨®n de los apilamientos, en el plazo de tres meses, para as¨ª evaluar la situaci¨®n inicial de las obras y sus fases posteriores. Adem¨¢s, otros planes que tendr¨¢ que aportar la compa?¨ªa deber¨¢n evaluar el control de las aguas subterr¨¢neas y el estado del sellado de las balsas mediante prospecciones geof¨ªsicas, entre otras medidas.
Los cient¨ªficos advert¨ªan de que el enterramiento supone una herencia contaminada para las pr¨®ximas generaciones, que sufrir¨¢n su impacto y nunca podr¨¢n recuperar las marismas afectadas por las balsas. La recopilaci¨®n de datos tras las investigaciones de los expertos demuestra que los vecinos que viven m¨¢s cerca de los apilamientos presentan m¨¢s restos de zinc, ars¨¦nico, selenio y molibdeno en sus u?as que los onubenses de otros barrios.
El ¨²ltimo informe de conclusiones que los investigadores entregaron al Ayuntamiento de Huelva el pasado verano advert¨ªa de que el plan de restauraci¨®n carec¨ªa de estudio s¨ªsmico propio; ten¨ªa una caracterizaci¨®n geol¨®gica incompleta de los materiales de la cimentaci¨®n y base de las balsas; su modelo de funcionamiento hidrogeol¨®gico era incorrecto al no relacionar las aguas subterr¨¢neas, las superficiales y la balsa de fosfoyesos; y no evitaba el flujo y transporte de contaminantes hacia el medio ambiente.
Los expertos identificaron 60 salidas de l¨ªquidos ¡°altamente contaminantes¡± hacia la marisma con valores de Ph De 1.94 [mucho m¨¢s ¨¢cida que el agua del estuario, cuyo Ph est¨¢ entre 4 y 8]. Tanto Fertiberia como la Junta denegaron a los cient¨ªficos datos para ampliar su conocimiento y conocer el impacto en la salud de las personas, a pesar de que estaban obligados a darlos.
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