El Supremo de EE UU recorta el poder de las agencias federales en un fallo de enormes consecuencias para el medio ambiente
El alto tribunal echa por tierra la ¡®doctrina Chevron¡¯, que antepon¨ªa el criterio de los expertos al de los jueces. La decisi¨®n se dejar¨¢ sentir tambi¨¦n en ¨¢reas como la sanidad o la regulaci¨®n alimentaria
El Supremo de Estados Unidos tumb¨® este viernes la doctrina Chevron haciendo valer su mayor¨ªa conservadora de seis jueces contra tres con una sentencia llamada a tener enormes y duraderos efectos sobre la vida cotidiana de millones estadounidenses. El fallo, un duro golpe a la autoridad de las agencias federales, se dejar¨¢ sentir en las normas que regulan asuntos como el medio ambiente, la sanidad, la alimentaci¨®n, el sector financiero y los derechos de los trabajadores. Tambi¨¦n recortar¨¢ la autonom¨ªa de los funcionarios del Gobierno en esas ¨¢reas.
Esa doctrina la sent¨® un fallo de 1984 de ese mismo alto tribunal que daba autonom¨ªa a las agencias federales a la hora de bajar a tierra la aplicaci¨®n de una ley cuando esta fuera poco espec¨ªfica en su redacci¨®n, una costumbre extendida en el sistema legislativo estadounidense, en el que los congresistas acuerdan textos llenos de vaguedades que luego toca interpretar. La idea tras ese precedente era que las agencias cuentan con expertos que comprenden por regla general mejor el tema que los jueces federales y que por eso el criterio de aquellos deb¨ªa prevalecer.
Para sus cr¨ªticos conservadores, la doctrina Chevron engordaba el poder del ¡°estado administrativo¡± o de lo que se conoce, en clave m¨¢s conspiranoica, como el ¡°estado profundo¡±, el ¡°deep state¡±, ese presunto ej¨¦rcito invisible de bur¨®cratas que supuestamente dominan los hilos del poder del pa¨ªs desde sus despachos en la ci¨¦naga corrupta de Washington.
Despu¨¦s de d¨¦cadas de batallar contra ese precedente, grupos de activistas conservadores hallaron por fin la palanca que andaban buscando en el Supremo actual, cuya composici¨®n, con solo tres jueces liberales, se sit¨²a m¨¢s a la derecha que nunca desde los a?os treinta. La rendija por la que entrar la vieron en el caso que se resolvi¨® este viernes, que lleva por nombre Loper Bright Enterprises contra Raimondo, apellido de Gina Raimondo, secretaria de Econom¨ªa estadounidense.
Los demandantes son una asociaci¨®n de peque?as empresas familiares de pescadores de arenques de Cape May, en Nueva Jersey, obligadas, en virtud de la ley Magnuson-Stevens que regula la pesca sostenible, a llevar en sus barcos monitores para vigilar que las artes cumplan ciertos requisitos ¨¦ticos. Esa norma no especifica qui¨¦nes est¨¢n obligados a pagar por esa costosa tecnolog¨ªa.
Hasta los ¨²ltimos recortes, la agencia nacional de protecci¨®n atmosf¨¦rica y oce¨¢nica (NOAA son sus siglas en ingl¨¦s) corr¨ªa con ese gasto, pero desde que se les agot¨® el dinero era responsabilidad de los propietarios de esos barcos de arenques, que consideraban insostenible pagar 700 d¨®lares al d¨ªa por esas m¨¢quinas. Esa cantidad, seg¨²n sus c¨¢lculos, se llevaba un 20% de los ingresos de una jornada en el mar de una de esas embarcaciones.
La opini¨®n mayoritaria la redact¨® el presidente del Supremo, el conservador John Roberts. El argumento central es que quienes deben tener ¡°la competencia especial para resolver ambig¨¹edades legales¡± no son los funcionarios, sino los tribunales.
La jueza Elena Kagan, en una opini¨®n disidente, arguy¨® que el fallo del viernes no era sino ¡°otro ejemplo m¨¢s de la determinaci¨®n del tribunal de hacer retroceder la autoridad de las agencias, a pesar de la indicaci¨®n contraria del Congreso¡±. ¡°La mayor¨ªa [conservadora] desde?a la moderaci¨®n y solo persigue extender su poder¡±, a?adi¨®
El a?o pasado, esa misma mayor¨ªa ya limit¨® la capacidad de la agencia medioambiental (EPA) para proteger los humedales con otra pol¨¦mica sentencia. Y los nueve magistrados tumbaron este jueves un plan de Biden para reducir la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y la niebla que traspase las fronteras estatales. La iniciativa de la EPA impon¨ªa l¨ªmites a las emisiones de las centrales el¨¦ctricas y las fuentes industriales de los Estados situados a barlovento para reducir la contaminaci¨®n de sus vecinos.
Temores confirmados
Las asociaciones en defensa del medio ambiente llevaban meses temiendo que llegara este d¨ªa, por el impacto que la eliminaci¨®n de la doctrina Chevron puede tener en el poder de los funcionarios de la agencia medioambiental (EPA) y en centenares de normas, como las promulgadas en los ¨²ltimos meses por la Administraci¨®n de Biden, que se cuentan como las m¨¢s ambiciosas de la historia del pa¨ªs para hacer frente a la emergencia clim¨¢tica mientras el tiempo para lograr detenerla se agota.
A partir de ahora, esas regulaciones podr¨¢n ser impugnadas por empresas automovil¨ªsticas o industrias contaminantes ante tribunales en los que prevalecer¨¢ el criterio de los jueces. Tambi¨¦n se espera que la sentencia del Supremo acent¨²e una pr¨¢ctica que en ingl¨¦s se conoce como court shopping, imagen que remite a la idea de salir de compras en busca del magistrado federal deseado, por ejemplo, por sus posturas conservadoras o negacionistas del calentamiento global, ante el que poner la demanda para garantizarse el ¨¦xito.
¡°La experiencia y los conocimientos de los cient¨ªficos, bi¨®logos, toxic¨®logos y otros expertos son esenciales para aplicar las leyes sobre la vida silvestre, la salud p¨²blica y el medio ambiente. La decisi¨®n implacable del Supremo llega en el peor momento¡±, considera Collin O¡¯Mara, director ejecutivo y presidente de National Wildlife Federation, organizaci¨®n en defensa de la naturaleza. ¡°Este fallo anula un precedente de larga data y restringe la capacidad de las agencias federales para proteger la salud p¨²blica, abordar la contaminaci¨®n, y proteger nuestras aguas y ecosistemas¡±.
La decisi¨®n que dio lugar a la doctrina Chevron es uno de los fallos m¨¢s citados de la historia del Supremo estadounidense. Desde este viernes, pas¨®, junto a sentencias como Roe contra Wade, que garantiz¨® la protecci¨®n federal del aborto, a engrosar la lista de v¨ªctimas de la supermayor¨ªa conservadora del alto tribunal, embarcada en una cruzada por moldear la sociedad estadounidense en el espejo de sus ideas.
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