Marta Vall-llosera, presidenta de los arquitectos: ¡°Nuestra disciplina ser¨¢ clave contra el cambio clim¨¢tico¡±
La primera mujer al frente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de Espa?a aboga por impulsar la renovaci¨®n de inmuebles en Espa?a
La arquitectura es clave para enfrentarse a la emergencia clim¨¢tica: edificios y ciudades deben transformarse para resistir mejor olas de calor y fen¨®menos extremos. Lo tiene muy claro Marta Vall-llosera (Lleida, 61 a?os), que desde hace tres a?os es la primera mujer al frente del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de Espa?a (CSCAE) en casi un siglo de historia. La presidenta del organismo se?ala que el calentamiento global ya est¨¢ cambiando la manera de construir y aboga por impulsar la renovaci¨®n de inmuebles, gran asignatura pendiente en Espa?a.
Pregunta. ?C¨®mo debe hacer frente la arquitectura al cambio clim¨¢tico?
Respuesta. Uno de los retos m¨¢s importantes que tenemos a nivel colectivo en estos momentos es el cambio clim¨¢tico. Y muchos de esos desaf¨ªos van a pasar por una transformaci¨®n de los pueblos, de las ciudades y de los edificios, y la arquitectura va a tener ah¨ª un papel clave, tanto en adaptaci¨®n como en mitigaci¨®n. Debemos ver de qu¨¦ forma nos podemos ir adaptando a esos cambios a trav¨¦s de nuestros edificios y tambi¨¦n de nuestras ciudades, pero tambi¨¦n el c¨®mo abordamos estrategias para mitigar esos efectos. El parque edificado tiene una repercusi¨®n importante en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero y en consumos energ¨¦ticos. Abordar todo eso desde la arquitectura va a ser uno de los elementos claves para enfrentarse al cambio clim¨¢tico.
P. ?Ha evolucionado la manera de construir edificios por la emergencia clim¨¢tica?
R. S¨ª. Las nuevas directivas europeas, como el C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n, ya recogen unas normativas muy estrictas para intentar que los efectos en las construcciones nuevas sean los menores posibles. Europa nos est¨¢ marcando objetivos de descarbonizaci¨®n muy ambiciosos que implican que todos los edificios de obra nueva deben ser cero emisiones en 2030. Por otra parte, tenemos un parque edificado antiguo, de los 25,7 millones de viviendas que hay en estos momentos, m¨¢s del 50% se construyeron antes de que hubiera cualquier normativa en cuanto a la eficiencia energ¨¦tica ¡ªantes de 1979¡ª, y esto implica que hay un campo de mejora en cuanto a todos los edificios existentes: eficiencia energ¨¦tica, accesibilidad, mantenimiento¡ Hay un amplio recorrido en rehabilitaci¨®n de edificios y regeneraci¨®n urbana.
P. ?C¨®mo se pueden lograr las cero emisiones en la construcci¨®n?
P. Hace unos meses se aprob¨® la nueva directiva de eficiencia energ¨¦tica de los edificios a nivel europeo ¡ªhay dos a?os para transponerla¡ª, que ya implica modificaciones muy importantes para construir. Refleja las emisiones que comportan los edificios durante todo su ciclo de vida: antes, durante y despu¨¦s de su construcci¨®n. Esto supone que en las obras nuevas van a tener que contemplarse par¨¢metros como el ¨ªndice de potencial de calentamiento global, que implica tener en cuenta las emisiones durante la fabricaci¨®n de los materiales que vayamos a utilizar, qu¨¦ t¨¦cnicas constructivas vamos a usar e incluso qu¨¦ materiales pueden reutilizarse si hay una demolici¨®n. Esto cambiar¨¢ la forma de proyectar y construir, teniendo en cuenta datos de descarbonizaci¨®n.
P. ?Los arquitectos est¨¢n implicados en este tema?
R. S¨ª. Desde los colegios, uno de los temas prioritarios es la formaci¨®n continua de los arquitectos, para abordar los nuevos retos. Por ejemplo, la directiva de rehabilitaci¨®n exigir¨¢ edificios cero emisiones para 2050, con lo que cada edificio tendr¨¢ un registro digital, un pasaporte de renovaci¨®n o un certificado de eficiencia energ¨¦tica (ahora est¨¢n devaluados, pero tomar¨¢n importancia). A partir de los datos que nos faciliten se van a tomar decisiones sobre la mejora de esos inmuebles.
P. ?En qu¨¦ consistir¨¢ ese pasaporte?
R. Ese pasaporte de renovaci¨®n va a servir para identificar cada edificio, en qu¨¦ punto est¨¢, conocerlo en profundidad y a partir de ese conocimiento poder proponer medidas de mejora adaptadas a esa realidad.
P. ?Qu¨¦ falta por hacer en Espa?a en cuanto a rehabilitaci¨®n?
R. Much¨ªsimo. Es una asignatura pendiente. Tenemos un parque edificado muy antiguo. La Estrategia a largo plazo para la rehabilitaci¨®n energ¨¦tica (ERESEE) y el PNIEC indican que deber¨ªamos estar rehabilitando del orden de unas 350.000 viviendas al a?o para poder alcanzar los objetivos que nos est¨¢ marcando Europa para el 2050, y con nuestros datos de visado para gran tramitaci¨®n estamos hablando de unas 37.000, unas 10 veces menos. Francia o Alemania est¨¢n rehabilitando del 1,5% al 2% anual de su parque; Europa recomienda que se rehabilite el 3% anual; nosotros estamos ocho veces por debajo de estos pa¨ªses europeos. Tenemos mucho por hacer.
P. ?C¨®mo se hace una buena rehabilitaci¨®n?
R. Debemos conocer bien el edificio y plantearla desde una visi¨®n global, fomentando sobre todo la intervenci¨®n en los sistemas pasivos, aquellos que reduzcan la demanda energ¨¦tica: revestimientos de fachadas, mejoras de las partes acristaladas, cubiertas¡ Todo esto hace que disminuya la demanda porque el edificio tiene un mejor funcionamiento y puede representar un gran ahorro de energ¨ªa.
P. ?Por qu¨¦ se piensa m¨¢s en derruir los edificios viejos que en rehabilitarlos?
R. La arquitectura tiene vocaci¨®n de permanencia, los edificios se construyen para muchos a?os, por eso es importante apostar por la calidad. Y luego, siempre que sea posible, apostar por la rehabilitaci¨®n y recuperaci¨®n del parque existente, que adem¨¢s es la manera m¨¢s sostenible de abordar esa necesidad que tenemos en estos momentos de vivienda digna y asequible.
P. En Espa?a, ?deber¨ªamos tener cubiertas vegetales en todos los edificios?
R. Hay muchos mecanismos para abordar los cambios, las cubiertas verdes, el uso de toldos y de elementos que permitan protegerse del sol en determinadas horas. El almacenamiento t¨¦rmico antes se consegu¨ªa por paredes m¨¢s gruesas y hoy podemos hacerlo con muros m¨¢s finos de otros materiales. Adem¨¢s, cada edificio debe estar ubicado de la forma correcta y en funci¨®n de caracter¨ªsticas como el clima, la orientaci¨®n, que las aberturas tengan las condiciones adecuadas, y ventilaciones cruzadas. A veces cambios en la distribuci¨®n interior permiten apostar por sistemas pasivos y refrescar esas casas sin necesidad de otras instalaciones.
P. ?Qu¨¦ puede hacer el urbanismo frente a las olas de calor y el clima que vienen?
R. Todas estas mejoras que hagamos en los edificios van a repercutir en las ciudades. Pero tambi¨¦n es verdad que el urbanismo tiene mucho que decir en cuanto para intentar fomentar ciudades que inviten al paseo, reducir los desplazamientos en coche innecesarios¡ Esto significa apostar por la ciudad compacta y de usos compartidos, donde tener las necesidades cubiertas sin coger el coche; son las ciudades polic¨¦ntricas que combinan la vivienda con los servicios necesarios. Y hay que recuperar infraestructuras verdes o azules, que tienen un impacto importante en la temperatura del aire. Apostar por energ¨ªas verdes tambi¨¦n implica una reducci¨®n de las temperaturas. Estos modelos de ciudad tienen mucho que ver con la ciudad mediterr¨¢nea.
P. ?C¨®mo convencemos a los ciudadanos de que hoy puede ser m¨¢s moderna una calle con tierra que con asfalto?
R. La concienciaci¨®n de todos es cada vez mayor en todos estos aspectos. Hay inter¨¦s por recuperar parques, paseos arbolados, fuentes de agua, zonas que inviten a pasear y hacer las ciudades m¨¢s humanas y agradables y, sobre todo, que vuelvan a tener vida. La calidad de esos espacios mejora la salud f¨ªsica, emocional y mental.
P. En este sentido, ?no se est¨¢ quedando atr¨¢s Madrid?
R. En todas las ciudades de Espa?a se est¨¢ tendiendo a peatonalizar calles, a recuperar espacios para el ciudadano. Todos los procesos generan sus tiempos y a veces generan tambi¨¦n cierto rechazo por parte de la ciudadan¨ªa por el hecho de no poder llegar en coche a cualquier parte. Pero creo que cuando uno va probando estos nuevos modelos de ciudad va sinti¨¦ndose cada vez m¨¢s integrado en ellos y los va valorando cada vez m¨¢s.
P. La ciudad compacta, mediterr¨¢nea, es m¨¢s sostenible que la dispersa. ?C¨®mo se conjuga con que cada vez mandamos a la gente a vivir m¨¢s lejos en las ciudades?
R. Hay que intentar buscar sistemas para dotar a esas zonas de las ciudades de los servicios m¨ªnimos necesarios para evitar esos desplazamientos: escuelas, comercio de proximidad, lugares de trabajo. Si no es posible, hay que ir a esa ciudad polic¨¦ntrica, de manera que puedas intentar dotar a cada ciudad perif¨¦rica de esos servicios m¨ªnimos para evitar esos desplazamientos. Hay que procurar volver a replantear esa visi¨®n global, no abordar los problemas desde perspectivas muy cortas, sino esa visi¨®n integral que nos permita identificar qu¨¦ mejoras podemos hacer para evitar esos desplazamientos, qu¨¦ intervenciones se pueden hacer para reconducir esas situaciones.
P. Las viviendas est¨¢n pensadas para vivir en ellas, pero las de los centros urbanos se usan para el turismo y echan a los vecinos. ?Qu¨¦ hacemos?
R. Hay que intentar ver qu¨¦ pol¨ªticas se pueden aplicar. Todo lo que hace referencia a la arquitectura y el urbanismo debe plantearse con una visi¨®n muy en el medio y largo plazo y siempre basada en criterios t¨¦cnicos que puedan aportar esa visi¨®n desde ¨¢mbitos muy diferentes: arquitect¨®nicos, sociales, econ¨®micos, medioambientales. De esa visi¨®n deber¨ªan partir las pol¨ªticas que se establezcan para intentar reconducir estas situaciones.
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