Un informe advierte de la devastaci¨®n del parque natural de la Albufera por la dana: ¡°No es comparable a ning¨²n evento anterior¡±

Vicent Monchol¨ª, 75 a?os, y su hijo Francesc, 49, est¨¢n plantados en medio del arrozal que tienen en el parque natural de la Albufera, un espacio catalogado como de especial protecci¨®n por la Uni¨®n Europea, donde la dana ha causado la peor crisis ambiental, como m¨ªnimo, de los ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas, seg¨²n el primer informe oficial de evaluaci¨®n de los da?os. La cantidad y variedad de basura esparcida alrededor de los Monchol¨ª resulta desconcertante. Como si un gigante hubiera levantado un centro comercial, le hubiera dado la vuelta y lo hubiera agitado sobre el campo. Hay f¨¢rmacos ¨DAmoxicilina (el bl¨ªster abierto, las pastillas convertidas en papilla), Sulpirida, Ciclofalina, Metamizol¡­¨D, botes de pintura, botellas de cerveza, garrafas de agua, c¨¢psulas de caf¨¦, latas de aceite de autom¨®vil, garrafas de detergente industrial, un almohad¨®n, zapatillas de deporte, un traje de neopreno, dos dep¨®sitos de mil litros cada uno de un l¨ªquido que seg¨²n la pegatina que conserva en un costado es inflamable, cascos de moto, vigas de madera, un banco, boquillas de tabaco, recipientes vac¨ªos de aguarr¨¢s, decenas de envases de crema de la cara, bolsas medio abiertas de aislante t¨¦rmico para construcci¨®n, incontables pellets de pl¨¢stico medio ocultos en el fango, y, al fondo, una nevera horizontal de bar roja de Estrella Galicia.

¡°Si hubieras visto hace un mes c¨®mo estaba esto de arreglado, parec¨ªa un jard¨ªn¡±, lamenta Vicent. Un dron sobrevuela este lunes por la tarde la zona en b¨²squeda de v¨ªctimas de la dana. De momento, a esta ¨¢rea, situada al noroeste del parque, la m¨¢s da?ada por el temporal, no ha venido ning¨²n organismo a limpiar ni a recoger residuos.

La tarde de la dana, el arrocero hizo lo mismo que otras veces desde que era ni?o: acercarse a un puente sobre la rambla del Poyo en Massanassa, donde vive, y ver pasar el agua por un cauce casi siempre seco. En un momento dado le lleg¨®, sin embargo, ¡°un olor fuerte a barro y como un rumor cada vez m¨¢s fuerte¡±. Les dijo al resto de curiosos del puente que hab¨ªa que ponerse a resguardo, se alej¨®, y poco despu¨¦s vio ¡°una monta?a que bajaba por el barranco¡±. ¡°Yo viv¨ª la riada del 57, la pantan¨¤ del 82 y muchos desbordamientos, pero nunca hab¨ªa visto nada parecido¡±. La monta?a que intuy¨® Monchol¨ª est¨¢ ahora diseminada por los campos de arroz, la superficie y el fondo del lago. El primer informe de evaluaci¨®n elaborado por el Servicio de la Devesa-Albufera del Ayuntamiento de Valencia, en cuyo t¨¦rmino municipal se encuentra la laguna y buena parte del parque natural, resulta dram¨¢tico pese a su car¨¢cter administrativo.

¡°La magnitud del evento no es comparable a ninguno otro vivido anteriormente en el Parque Natural de la Albufera (creado en 1986), y por extensi¨®n en el ¨¢mbito del lago, teniendo sobre las zonas afectadas un car¨¢cter excepcional y catastr¨®fico desde el punto de vista ambiental¡±, se?ala el documento. En menos de 24 horas entraron al parque ¡°m¨¢s de 120 hect¨®metros c¨²bicos¡± de agua, 120.000 millones de litros. Lo que supuso ¡°entre un 50% y un 70% m¨¢s de la que entra al sistema (del parque natural) en un a?o¡±, indica el informe. El nivel de inundaci¨®n que se alcanz¨® no tiene precedentes en los registros oficiales del Servicio de la Devesa-Albufera (creado en 1981), e implic¨® un aumento de casi un metro del nivel de agua respecto a las horas anteriores. La ¨²nica crisis ambiental que los expertos consideran peor fue el proceso de hipereutrofizaci¨®n que experiment¨® en los a?os setenta y ochenta como consecuencia del crecimiento urban¨ªstico e industrial alrededor del lago. Entonces, el aumento de nutrientes, y con ellos de algas, redujeron los niveles de ox¨ªgeno del agua de la Albufera, volvi¨¦ndola verdosa y trastocando la vida acu¨¢tica.

Los ¡°residuos s¨®lidos¡±, incluidos los restos vegetales arrastrados por la dana, cubren ahora, solo en las orillas de la laguna, 170.000 metros cuadrados. Entre ellos, advierten los t¨¦cnicos, se cuentan ¡°elementos altamente t¨®xicos para el ecosistema¡±: hay dados de un metro cuadrado de pl¨¢stico prensado, procedentes de una planta de tratamiento de residuos, ¡°bidones de diversos productos qu¨ªmicos y combustibles (gasolina, aceite, pintura, pesticidas de uso agr¨ªcola), neum¨¢ticos de diversos tama?os (turismo, tractor y cami¨®n), bombonas de butano, algunos muebles y electrodom¨¦sticos, y al menos un coche¡±. ¡°Se ha detectado¡±, prosigue, ¡°un enorme aporte de micropl¨¢sticos al sistema, y algunas manchas peque?as de combustible¡±. Los t¨¦cnicos est¨¢n comprobando, adem¨¢s, posibles variaciones en la presencia en el agua del lago, tras el paso de la dana, de ¡°cloro, aluminio, antimonio, ars¨¦nico, boro, cadmio, calcio, cobre, cromo, hierro, magnesio, manganeso, n¨ªquel, plomo, potasio, selenio, sodio y uranio¡±, de otros metales, como el zinc, y de bacterias como la ¡°E.coli y los enterococos intestinales¡±.

La dana arrastr¨®, adem¨¢s, una cantidad ingente de tierra, destruyendo caminos, desdibujando l¨ªmites de campos y dejando intransitable para las barcas algunos de los canales del parque. En la parte noroeste, la m¨¢s da?ada al coincidir con la desembocadura del Poyo, el nivel del suelo se ha elevado m¨¢s de un metro de altura. El informe estima provisionalmente en 9,6 millones de euros los trabajos urgentes de recuperaci¨®n.

¡°La permanencia de los residuos pl¨¢sticos en el agua derivar¨¢ en su descomposici¨®n, generando un gran aporte de micropl¨¢sticos¡±, alerta el informe, los cuales ¡°se incorporar¨¢n a la cadena tr¨®fica del ecosistema acu¨¢tico y terrestre, afectando a peces utilizados para alimentaci¨®n a trav¨¦s de su comercio por las cofrad¨ªas de pescadores, y a especies de fauna acu¨¢tica y aves protegidas por la normativa regional, estatal y europea¡±.

Y la descomposici¨®n de ¡°las toneladas de ca?as¡± que han acabado en el lago ¡°provocar¨¢ un aumento notable de la materia org¨¢nica¡±, lo que generar¨¢ ¡°episodios de anoxia¡± (falta de ox¨ªgeno), que se ver¨¢ agravada por el ¡°aporte de gran magnitud de f¨®sforo al lago, que es precisamente el nutriente que desencadena la eutrofia del lago y por tanto un empeoramiento de la calidad ecol¨®gica de las aguas y el ecosistema¡±, a?aden los t¨¦cnicos. Todo ello es muy preocupante, advierte Eva Tudela, de Acci¨® Ecologista Agr¨®, ¡°porque la falta de ox¨ªgeno puede provocar la muerte de todo lo que vive en el agua¡±.

La organizaci¨®n a la que pertenece Tudela, junto a Ecologistas en Acci¨®n, Per l¡¯Horta, SEO/BirdLife i X¨²quer Viu, han denunciado esta semana la falta de informaci¨®n y la ¡°opacidad absoluta¡± por parte de las autoridades acerca de ¡°en qu¨¦ sentido se est¨¢ actuando¡± para responder a la crisis. La Consejer¨ªa de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio de la Generalitat valenciana no ha contestado a las preguntas de este peri¨®dico sobre los da?os sufridos por el parque natural y las medidas que prev¨¦ poner en marcha. En una nota de prensa publicada este mi¨¦rcoles, la consejer¨ªa asegur¨® que ya ha retirado ¡°m¨¢s de 250 metros c¨²bicos de residuos¡± del parque. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, ha afirmado este mi¨¦rcoles en el Congreso que su departamento prev¨¦ destinar ¡°una partida importante¡± a la recuperaci¨®n de l¡¯Albufera.

El informe del Servicio de Devesa-Albufera ha sido revelado por Papi Ramos, portavoz de Comprom¨ªs, en el Ayuntamiento de Valencia. ¡°La situaci¨®n es grav¨ªsima, de colapso ambiental. Sin embargo, el gobierno municipal hace como si no pasara nada. Tarde y mal, como toda la respuesta de los gobiernos del PP a la dana¡±, afirma. Comprom¨ªs recuerda que el coste inicialmente estimado en el informe para recuperar la Albufera equivale pr¨¢cticamente a todos los fondos previstos por el Consistorio para la reconstrucci¨®n de los da?os causados por la dana en la ciudad ¡ªdonde afect¨® sobre todo a sus pedan¨ªas del sur¡ª.

¡°Veo comprometido el futuro del parque natural si cada administraci¨®n sigue tomando medidas no coordinadas y sin un diagn¨®stico com¨²n que tenga la entidad suficiente para calibrar el problema¡±, advierte el bi¨®logo Javier Jim¨¦nez Romo, que lleva 20 a?os trabajando en el espacio con distintas entidades p¨²blicas. Y a?ade: ¡°Me preocupa que con la falta de gobernanza y los problemas de gesti¨®n que ten¨ªamos en la Albufera hace un mes, cuando ya estaba degradada, queramos solucionar la crisis ambiental actual. Si no hacemos un ¨²nico ente de coordinaci¨®n de gesti¨®n de la cat¨¢strofe, es imposible que salgamos de ella¡±.