La gamba roja se regenera en Palam¨®s gracias a las nuevas redes
Los pescadores de esta zona de Girona aplican con ¨¦xito desde 2007 las medidas protectoras que ahora Europa exige a los otros barcos mediterr¨¢neos de arrastre
¡°Nos equivocamos, pens¨¢bamos que la gamba era interminable, pero se acaba¡±, entona el mea culpa Miquel Mir, presidente de la cofrad¨ªa de pescadores de Palam¨®s, en Girona. En 2007 comenzaron a ver que la preciada gamba era cada vez ¡°m¨¢s y m¨¢s peque?a¡±, los ejemplares adultos ¨Dlos valiosos en el mercado¨D, escaseaban debido a la sobrepesca. Decidieron actuar, y poco a poco, han logrado recuperar al crust¨¢ceo con unas medidas de sostenibilidad que Europa exige ahora a la flota de arrastre del Mediterr¨¢neo para mantener los 130 d¨ªas de pesca del a?o pasado.
Los barcos deben aumentar el tama?o de la malla de la red para permitir escapar a los juveniles, respetar vedas o instalar puertas voladoras en redes de arrastre: la pieza que hace que la red permanezca hundida, pero estas, al contrario que las antiguas, no llegan al fondo y no lo da?an. En el litoral mediterr¨¢neo existen 556 barcos que utilizan este arte de pesca considerado no selectivo debido a que atrapa, adem¨¢s de a especies comerciales, a cualquier otra que caiga en ellas y provoca da?os en el lecho marino.
¡°En nuestra zona [Palam¨®s] las medidas de sostenibilidad han funcionado tanto en gamba como en pescado y los caladeros se est¨¢n regenerando, pero igual en otros lugares el resultado no es el mismo¡±, se?ala Mir. Tanto se han recobrado las poblaciones, que el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) considera que esta pesquer¨ªa de gamba roja es la mejor gestionada de Catalu?a. Aunque ¡°esto no se logra de hoy para ma?ana, lleva su tiempo¡±, advierte Mir. Ellos comenzaron a notar la mejor¨ªa al a?o y medio o dos de comenzar a aplicar los cambios. En la actualidad, los n¨²meros avalan los progresos. En noviembre de este a?o pescaron 93 toneladas de gamba, a lo que habr¨¢ que a?adir diciembre; en 2023 fueron 91; en 2022 llegaron a 88 y en 2021 capturaron 77. ¡°Con menos d¨ªas de faena mejoramos las capturas, no porque pesquemos m¨¢s, sino porque el tama?o de la gamba es mayor y el peso aumenta; sacamos m¨¢s kilos que se venden a un mejor precio¡±, explica.
Esta experiencia demuestra que es ¡°factible reducir la huella del arrastre y limitar las zonas de caladeros, pero tienes que ir transitando¡±, responde Ra¨²l Garc¨ªa, coordinador del programa de pesquer¨ªa de WWF. ¡°Con estas medidas se reduce much¨ªsimo el impacto, pero Europa ha dejado el Mediterr¨¢neo para el final, ahora vienen las prisas y esto frustra al sector. El medio ambiente es el chivo expiatorio¡±, explica. Tampoco se puede olvidar que el 70% de la facturaci¨®n de las cofrad¨ªas de este litoral proviene del arrastre, y, por lo tanto, mantiene el tejido econ¨®mico de los puertos, en el que tambi¨¦n se encuentra la pesca artesanal.
Menos sobrepesca
A pesar del avance, en Palam¨®s todav¨ªa existe sobrepesca de gamba roja, pero es un 25% inferior al resto de las pesquer¨ªas en la costa catalana y un 18 % menos que en el Mediterr¨¢neo noroccidental, donde la merluza y la cigala est¨¢n tambi¨¦n entre las m¨¢s explotadas. ¡°Pero se est¨¢n tomando muchas medidas y se quiere llegar a ese nivel en 5 o 10 a?os¡±, asegura Juliana Quevedo, miembro del equipo del ICM-CSIC que colabora con el puerto de Palam¨®s. ¡°La cofrad¨ªa est¨¢ muy motivada y lleva aplicando medidas los ¨²ltimos 15 a?os de forma voluntaria¡±, elogia la cient¨ªfica.
Los pescadores actuaron al principio atendiendo a su experiencia y coste¨¢ndolo ellos. ¡°Si en un caladero escaseaba la gamba, dej¨¢bamos de ir all¨ª un tiempo¡±, relata Mir. El gran salto lleg¨® cuando el ICM-CSIC les ofreci¨® su ayuda y comprobaron que las redes de 50 mil¨ªmetros de malla ¡°permiten que se escapen gambas a las que se da la posibilidad de ser madres una vez en su vida; lo que produce que el caladero se regenere¡±. Tambi¨¦n se limitaron las horas de pesca y las pasadas que pueden dar los barcos en los caladeros, se estableci¨® una veda de dos meses, se redujo la flota un 20%, se prohibieron los motores de m¨¢s de 500 caballos y se instalaron puertas voladoras. En este puerto son 20 barcos, 16 dedicados a la gamba y el resto a pesca de menor profundidad: rape, merluza, gamba blanca... Medias que se plasmaron en 2013 en un plan de gesti¨®n.
Tambi¨¦n crece la poblaci¨®n de otras especies. ¡°Hac¨ªa tiempo que no se consegu¨ªa tanta merluza o salmonete¡±. En la merluza han constatado que con una malla de 45 mil¨ªmetros escapan de la red las que no llegan a 20 cent¨ªmetros, el m¨ªnimo legal de talla para comercializar. ¡°Se queda dentro el 98% de las que se pueden poner en el mercado y lo mismo pasa con la cigala. Adem¨¢s, las que escapan, se quedan ah¨ª, creciendo y el que las va a sacar es el pescador, nadie las roba¡±, comenta. Uno de los cambios implementados por Europa obliga a usar mallas de 45 mil¨ªmetros para la pesca m¨¢s cercana a la costa, y de 50 mil¨ªmetros para la de mayor profundidad, cinco mil¨ªmetros m¨¢s que las actuales en ambas modalidades.
Diferencias en el Mediterr¨¢neo
Basilio Otero, presidente de la Federaci¨®n Nacional de Cofrad¨ªas de Pescadores, considera que este incremento de malla ¡°no es exagerado¡±, siempre que se ayude al sector a pasar esos dos a?os en los que se pierde pesca. ¡°Hay estudios que dicen que se reducir¨ªa entre el 5% y el 15% de lo actual, y se viene de una pesquer¨ªa de arrastre en el Mediterr¨¢neo que ya ha bajado un 40% los d¨ªas de captura¡±, plantea. El coste del cambio de la red es asumible, entre 500 y 1.000 euros, porque solo se modifica la zona del copo (donde se agrupa el pescado). M¨¢s caras son las puertas voladoras, que suponen una inversi¨®n de unos 60.000 euros. Estas estructuras mantienen abierta la red mientras el barco tira de ella y, al contrario que las tradicionales, flotan y no criban el suelo como si fueran un arado, provocando surcos y una gran turbidez, lo que implica menos da?os al ecosistema.
Ignacio L¨®pez es patr¨®n de arrastre de un barco de 20 metros que faena en Motril (Granada) en el que embarcan seis personas para pescar pulpo, salmonete, pescadilla, rape... Tiene instaladas puertas voladoras, en su equipo hay una bi¨®loga, y trabajan junto a las ONG ambientalistas ¡°porque tenemos el mismo fin que la pesca sea sostenible y responsable¡±. Tambi¨¦n colaboran con la Universidad de Granada y est¨¢n dispuestos a continuar adelante ¡°pero no de forma tan atropellada¡±, reprocha a Europa. Le preocupa especialmente ¡°qui¨¦n se va a hacer cargo de las p¨¦rdidas que van a sufrir de especies comerciales con el aumento de malla¡±.
Tiene claro que ¡°la ciencia es la herramienta¡± en la que apoyarse. Por eso, para ¨¦l, 2025 ten¨ªa que haber sido un a?o para analizar en qu¨¦ situaci¨®n se encuentran los caladeros despu¨¦s de la reducci¨®n de la flota que se produjo en 2014 y el incremento de biomasa que ha existido. Y tener en cuenta ¡°que la situaci¨®n de una especie puede diferir de un lugar a otro, pero para Europa, el Mediterr¨¢neo se trata como un conjunto¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.