Pelea en los despachos y movilizaci¨®n en las playas: la crisis de los ¡®pellets¡¯ en Galicia que se fragu¨® a fuego lento
La pol¨¦mica gesti¨®n del vertido, producido por la carga que hace un mes perdi¨® un buque, obliga al presidente de la Xunta y candidato a la reelecci¨®n a cambiar su estrategia de campa?a cuando m¨¢s favorables eran las encuestas
La semana que termina deber¨ªa haber sido la de presentar el programa electoral, dejarse fotografiar, pasear por los plat¨®s, disfrutar del m¨²sculo electoral y dar un par de impactantes m¨ªtines para rematar la sensaci¨®n de poder¨ªo. Pero no fue as¨ª. El mismo lunes que el nombre de Alfonso Rueda ¡ªpresidente de la Xunta y candidato a las elecciones del 18 de febrero¡ª aparec¨ªa encabezando las encuestas, en las puertas de muchos ayuntamientos de la costa gallega quedaron abandonadas decenas de bolsas de basura llenas de un extra?o pl¨¢stico blanco salido de las playas que nadie sab¨ªa ni en qu¨¦ contenedor depositar.
Hasta ese d¨ªa, la pol¨ªtica gallega transcurr¨ªa por aguas m¨¢s tranquilas, enredada en saber si el PP revalidar¨ªa la mayor¨ªa absoluta, si Alberto N¨²?ez Feij¨®o se implicar¨ªa en la campa?a, la ruptura entre Sumar y Podemos o el crecimiento del nacionalismo de la mano del BNG. Sin embargo, ajenos a ese debate, de tel¨¦fono en tel¨¦fono se mov¨ªa nerviosa otra realidad que reenviaba fotos de bolitas de pl¨¢stico, listas de playas afectadas y tablas de Excel con turnos y nombres de voluntarios. Ese fin de semana, cientos de personas se lanzaron a las playas con espumaderas, escobas o aspiradoras de mano para limpiar las orillas. Veintid¨®s ayuntamientos que gestionan 29 playas de la costa atl¨¢ntica no sab¨ªan c¨®mo limpiar correctamente, ni qu¨¦ hacer con el pl¨¢stico, ni c¨®mo gestionar la avalancha de peticiones de voluntarios que quer¨ªan unirse a las brigadas de limpieza.
La inesperada reacci¨®n oblig¨® a dar un giro a la campa?a. Despu¨¦s de tres semanas encapsulado en la r¨ªa, el esc¨¢ndalo del vertido hab¨ªa llegado a Madrid y a Bruselas, donde ya ha tenido impacto en el debate sobre la futura ley europea de micropl¨¢sticos. En 72 horas, Rueda pas¨® de decir que el problema de los pellets estaba dimensionado ¡°en su justa medida¡± a elevar al nivel 2 de emergencia y exigir al Ejecutivo central un avi¨®n, dos helic¨®pteros, cuatro barcos, siete lanchas, un robot submarino no tripulado, formaci¨®n para voluntarios y un ret¨¦n en tierra. La Xunta dej¨® de ignorar el problema para pasar a pedir ¡°la sexta flota¡±, ironiz¨® el ministro de Transportes, ?scar Puente. En tres d¨ªas, el discurso auton¨®mico cambi¨® del ¡°no pasa nada¡± a ¡°llega el fin del mundo¡± por culpa de Pedro S¨¢nchez. O, como resum¨ªa un marinero de O Grove, ¡°Del nunca m¨¢is pasamos al outra m¨¢is¡±.
En su solicitud al Gobierno central, Galicia limit¨® al mar la petici¨®n de ayuda al Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica (Miteco), argumentando que es necesario retirar los sacos del agua antes de que se rompan y que la gesti¨®n de costa forma parte de sus competencias. Una postura diametralmente opuesta a la de Asturias, que, con la aparici¨®n de los primeros pl¨¢sticos, declar¨® el nivel 2 de alerta y solicit¨® la ayuda de la Administraci¨®n central para limpiar las playas.
La pol¨¦mica en los despachos ha estado centrada en saber qui¨¦n recibi¨® antes la voz de alarma y qui¨¦n mir¨® hacia otro lado. Si fue el mismo 8 de diciembre ¨Dcuando el buque Toconao, procedente de Algeciras y camino de R¨®terdam, perdi¨® seis contenedores en la costa portuguesa, a la altura de Viana do Castelo¨D, cuando Portugal avis¨® al ministerio, o si fue el 13 de diciembre, cuando la Xunta recibi¨® la primera llamada al 112 del due?o de un bar en Corrubedo. La Xunta de Galicia, no obstante, no da importancia a esa primera comunicaci¨®n. La vicepresidenta ?ngeles V¨¢zquez, la mujer a la que Rueda ha encargado la gesti¨®n medi¨¢tica de la crisis, justific¨® la indiferencia diciendo en una entrevista radiof¨®nica: ¡°Recibimos una media de 2.600 llamadas durante 365 d¨ªas y 1.500 de ellas est¨¢n vinculadas a vertidos¡±.
Sin embargo, el resumen que la Xunta publica sobre el funcionamiento del tel¨¦fono 112 ¡ªconsultado por este peri¨®dico¡ª se?ala que, de todas las llamadas recibidas en 2022, solo en 900 de ellas hay alguien al otro lado o no es una equivocaci¨®n. Y de todas ellas, apenas tres llamadas cada d¨ªa est¨¢n relacionadas con medio ambiente, porque el apartado ¡°vertido¡± ni siquiera existe entre los rubros con que son clasificadas.
El resto de las pol¨¦micas se han centrado en conocer la toxicidad de los pellets y averiguar qui¨¦n es el responsable; si el fabricante, el barco o la naviera. En su intento por instalar un relato, ninguna de las administraciones asume que solo un mes despu¨¦s de que aparecieran las primeras bolas de pl¨¢stico se ha empezado a movilizar con cierto orden personal, dinero, metodolog¨ªas o aviones de Salvamento Mar¨ªtimo.
¡°Evitar el contacto con la piel y los ojos¡±
La Xunta ha encargado an¨¢lisis de la ficha del fabricante (es decir, no analizan la composici¨®n qu¨ªmica de los micropl¨¢sticos) y afirma que no son t¨®xicos, aunque no los ha hecho p¨²blicos. Sin embargo, EL PA?S ha accedido a ellos y s¨ª detalla cautelas a la hora de manejar los pellets en caso de vertido: ¡°Para su manejo y almacenamiento, se recomienda no inhalar el polvo, evitar el contacto con piel y ojos y, por lo tanto, el uso de gafas de protecci¨®n y guantes¡±.
En este punto, los ayuntamientos siguen sin saber qu¨¦ hacer con los sacos de pl¨¢stico encontrados y exigen un protocolo claro de actuaci¨®n. ¡°?Hacen falta guantes?, ?qui¨¦n nos los da?, ?d¨®nde guardamos los sacos?, ?afecta al pescado?¡±, se preguntaba la concejala de Medio Ambiente de O Grove, ?ngeles Dom¨ªnguez.
A lo que sucede en los despachos y en las playas se suma el runr¨²n que agita las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n vinculados a la campa?a electoral. Memes de falsas lubinas con la boca llena de bolas circulan junto a fotograf¨ªas de Rueda y el eslogan ¡°que te vote chapapote¡±. Los trabajadores de la Televisi¨®n P¨²blica de Galicia llevan casi 300 semanas protestando contra la manipulaci¨®n informativa, y el jueves volvieron a manifestarse en las instalaciones de la cadena contra ¡°el uso burdo y partidista¡± de los medios p¨²blicos en la crisis de los pellets. Entre otras cosas, exigen dejar de utilizar el t¨¦rmino ¡°bolitas¡± para tratar de quitarle importancia. Esta semana el tema pas¨® de no existir a monopolizar los informativos.
Para este fin de semana las previsiones meteorol¨®gicas anuncian temporal y el consiguiente aumento de lluvias, vientos y oleaje que empujar¨¢n m¨¢s pl¨¢stico a la orilla. Paralelamente, los tel¨¦fonos de amigos, activistas, vecinos, surferos o pescadores echan humo, y miles de personas colapsan los grupos de WhatsApp y Telegram, organiz¨¢ndose para volver a alguno de los 1.500 kil¨®metros de costa y unirse a los operarios de Tragsa. Este domingo habr¨¢ movilizaciones en distintas ciudades y el d¨ªa 21 hay prevista una gran manifestaci¨®n en Santiago. La semana destinada a que Rueda presumiera de encuestas terminar¨¢ con miles de personas de rodillas recogiendo pl¨¢stico en las playas.
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