'Testigo de cargo', un cl¨¢sico del suspense que cumple medio siglo
El cl¨¢sico inspirado en la obra de Agatha Christie y escrito por Billy Wilder cumple 50 a?os
Un armaz¨®n argumental imbatible escrito para el teatro por Agatha Christie y una descripci¨®n de personajes c¨¢lida e ingeniosa a cargo de Billy Wilder alumbraron en 1958 Testigo de cargo (Witness for the prosecution), un cl¨¢sico del cine de suspense con la genialidad de un maestro de la comedia.
Cuando Billy Wilder acept¨® el gui¨®n de esta pel¨ªcula por cien mil d¨®lares de honorarios y un cinco por ciento de los ingresos, ten¨ªa una idea clara: "Quiero hacer una pel¨ªcula de Alfred Hitchcock".
Sin embargo, ya en el preestreno mundial de la pel¨ªcula, el 30 de enero de 1958 en Londres -donde se ambienta la trama-, qued¨® constancia de la profunda personalidad que el realizador vien¨¦s hab¨ªa imprimido en la pel¨ªcula.
Bajo el embrujo de Laughton
Tyrone Power, Charles Laughton, Elsa Lanchester y Marlene Dietrich formaron el reparto. Laughton era, sin duda, el patriarca: esposo de Lanchester, aunque reconocido homosexual que beb¨ªa los vientos modestamente por Power y al que cocinaba Dietrich cuando su mujer no estaba en el plat¨®. Seg¨²n Wilder, adem¨¢s, "el mejor actor que ha existido nunca".
Su personaje, Sir Wilfrid Robards -un orondo, entra?able y tozudo abogado al borde del infarto-, fue el as en la manga del director de Perdici¨®n (1944) a la hora de componer el gui¨®n. Wilder desarroll¨® el personaje desde el papel utilitario de su origen teatral hasta el protagonismo de su versi¨®n para el cine.
Con una dimensi¨®n humana y humor¨ªstica irresistible, el nuevo Sir Robards no puede evitar apasionarse con un ins¨®lito caso de asesinato. Acusan a Leonard Vole, un joven encantador, y le atribuyen la intenci¨®n de heredar la fortuna de una solterona. Al suspense se suma la posibilidad de que su abogado defensor fallezca.
Laughton, que hab¨ªa ganado un Oscar en 1933 por La vida privada de Enrique VIII, no andaba en su mejor momento profesional, al igual que Power, un gal¨¢n venido a menos, y Dietrich, un mito er¨®tico que contaba ya cincuenta y seis a?os.
Mano de oro para la direcci¨®n de actores
Pero Wilder, con su proverbial mano maestra para la direcci¨®n de actores, supo extraer lo mejor de sus respectivas ¨¦pocas doradas y dotarlo de la sabidur¨ªa de la madurez. Compuso unos personajes complejos y contradictorios, como la propia trama judicial, que desembocar¨¢n en un final absolutamente inesperado, como es tradici¨®n en las obras de la escritora de Diez negritos.
Esto fue muy explotado en la campa?a publicitaria de la pel¨ªcula, en la que se afirmaba que los actores rodaron el filme sin las ¨²ltimas p¨¢ginas del gui¨®n o incluso que la Casa Real brit¨¢nica, que disfrut¨® de un preestreno privado, hab¨ªa firmado un contrato comprometi¨¦ndose a no desvelar el final.
El origen de una gran amistad
La pel¨ªcula, en cualquier caso, estuvo a la altura del ¨¦xito de su precedente teatral, obtuvo una inmensa popularidad y forj¨® la amistad entre el equipo, hasta el punto de que Laughton, Power y Wilder viajaron ese verano por Par¨ªs, Viena y los balnearios de Badgastein (Alemania. Fue pocos meses antes de que Power falleciera repentinamente en Espa?a durante el rodaje de Salom¨®n y la reina de Saba.
Era un viaje sin esposas con la excusa de promocionar el filme, y mientras, Marlene Dietrich defend¨ªa un espect¨¢culo en Las Vegas, convencida de que Testigo de cargo le dar¨ªa el reconocmiento como actriz m¨¢s all¨¢ del mito que busc¨® a lo largo de toda su carrera.
Dietrich vio el papel como una salvaci¨®n
La actriz de El ¨¢ngel azul (1930), que ten¨ªa que recuperar para la pel¨ªcula su alem¨¢n original y protagonizar un n¨²mero musical, se centr¨® en su personaje "como si su carrera dependiera de ¨¦l", explicaba Wilder, pero ¨¦l la desanimaba dici¨¦ndole: "No ganar¨¢s el Oscar por esto".
A pesar de ello, para el citado espect¨¢culo prepar¨® una introduci¨®n el d¨ªa que se anunciaron las candidaturas en el que dec¨ªa: "Se?oras y caballeros. Nos sentimos orgullosos de presentarles a la seleccionada para los premios de la Academia por Testigo de cargo, la se?orita Marlene Dietrich".
La nominaci¨®n nunca lleg¨® y el mensaje tuvo que ser cambiado. La pel¨ªcula s¨ª logr¨®, en cambio, un total de seis candidaturas, entre ellas para Laughton, Lanchester y Wilder, aunque no logr¨® ninguno en un a?o monopolizado por El puente sobre el r¨ªo Kwai, de David Lean.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.