Sed de sangre en Sitges
El director coreano Park Chan-wook reinventa el cine de vampiros con 'Thirst' en el festival de cine fant¨¢stico
El cineasta coreano Park Chan-wook reinventa el subg¨¦nero cinematogr¨¢fico de vampiros con Thrist, un filme que ha presentado hoy en la secci¨®n competitiva del Festival de Cine Fant¨¢stico de Sitges . El festival distingue esta tarde a Park Chan-wook con el premio M¨¢quina del Tiempo en reconocimiento a su aportaci¨®n al g¨¦nero. Su ¨²ltima pel¨ªcula, Thirst, es una historia de vampiros protagonizada por un cura cat¨®lico coreano en la que los chupasangres tienen superpoderes, pero no los cl¨¢sicos colmillos.
El cura, interpretado por uno de los actores fetiche de Chan-wook, Song Kang-ho, viaja a Africa para someterse a un experimento con el que se pretende hallar la vacuna para una infecci¨®n mortal. Durante el tratamiento, el cura muere, pero una transfusi¨®n sangu¨ªnea le devuelve milagrosamente a la vida, aunque convertido en un vampiro con alzacuellos.
Chan-wook ha asegurado que no hizo una investigaci¨®n previa sobre la historia de estos seres tan cinematogr¨¢ficos, aunque a lo largo de su encuentro con la prensa ha hecho gala de conocer muy bien la mitolog¨ªa que les rodea. "El g¨¦nero -ha dicho- me ha gustado de siempre y he visto muchas pel¨ªculas de este tipo". El cineasta coreano tuvo claro desde un principio que su protagonista ser¨ªa "un sacerdote noble que bebe vino en el c¨¢liz, e imagin¨¦ que si cayera en una situaci¨®n miserable y no tuviera recursos acabar¨ªa bebiendo sangre".
Ruptura con los estereotipos del cine de vampiros
El director argumenta la ausencia de largos colmillos en su pel¨ªcula porque "hist¨®ricamente hab¨ªa muchos tipos de vampirismo, pero con el tiempo se consolidaron algunos estereotipos, y yo quer¨ªa romper con esa tradici¨®n". En esa ruptura, Chan-wook concede a sus vampiros una fuerza brutal, la capacidad de autocuraci¨®n y la posibilidad de dar poderosos saltos al estilo de Tigre y drag¨®n. Al optar por un sacerdote, Chan-wook recurre a "una persona que no tiene miedo, que no se espanta al ver una cruz, y a partir de esta premisa fui eliminando uno a uno todos los estereotipos". La gran aportaci¨®n de Park Chan-wook a la figura del chupasangres es la duda moral que tiene el personaje: "El protagonista se convierte contra su voluntad, para hacer el bien, para ayudar a los dem¨¢s, pero no puede aceptar esa nueva identidad porque entra en contradicci¨®n con sus convicciones morales y religiosas", ha dicho. "Si hubiera actuado como su amada, a la que convierte en vampiro para vivir eternamente con ella, todo habr¨ªa sido m¨¢s f¨¢cil, pero al ser sacerdote no pod¨ªa abandonar ni su religi¨®n ni su moral, y con el tiempo se da cuenta de que ambas cosas no pueden convivir", ha asegurado.
Curiosamente, de la convivencia y la lucha interna entre la moralidad y la sed de sangre surgen las escenas m¨¢s c¨®micas de Thrist. En relaci¨®n a la sexualidad que est¨¢ presente en la cinta, el realizador coreano piensa que "en eso tambi¨¦n mi pel¨ªcula se aparta de los estereotipos, pues en este tipo de filmes suelen salir mujeres inocentes, incluso v¨ªrgenes, y los vampiros son tan guapos que cuando las chicas se topan con ellos pierden el control". En Thrist, a?ade, "la chica est¨¢ casada y el hombre es virgen, y en las escenas er¨®ticas ella lleva la iniciativa, por lo que se ven muy realistas". Preguntado por sus referentes cinematogr¨¢ficos en el subg¨¦nero vamp¨ªrico, Park Chan-wook ha respondido casi sin pesta?ear que su pel¨ªcula favorita es Martin, de George A. Romero, en la que el veterano director traslad¨® el mundo de los vampiros, de Dr¨¢cula, a un entorno realista urbano.
Babelia
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