Autobiograf¨ªa m¨ªnima
Apuntes en torno a la vida de uno de los artistas m¨¢s representativos del flamenco y uno de los m¨¢s vers¨¢tiles e importantes de Espa?a
Enrique Morente Cotelo naci¨® en plena posguerra granadina (1942), en el seno de una familia paya pero pobre como si fuera gitana. "La ¨²nica ciudad del mundo que tapa sus r¨ªos y mata a sus poetas", 'como dijo completando una frase de Antonio Mu?oz Molina', le reservaba varios destinos, todos de aspecto incierto: una casa descosida por la temprana ausencia del cabeza de familia; el hambre convirtiendo a los ni?os en sabios prematuros, las bandurrias sonando para enga?ar a la miseria.
Morente se coloc¨® de monaguillo, despu¨¦s se hizo gu¨ªa de turistas en monumentos, luego se meti¨® brevemente a zapatero. Y m¨¢s tarde, a seise (corista) en la catedral.
En plena adolescencia, at¨® una maleta de cart¨®n con una cuerda y cambi¨® el sabor rural de su barrio por el remedo cutre de la sociedad avanzada del Madrid de mediados de los a?os cincuenta.
Se instala en una pensi¨®n de la calle Embajadores ("la m¨¢s bonita del mundo") y se pone a trabajar de gancho de una bruja en el Rastro, ocupaci¨®n que compart¨ªa con la de secretario de un vendedor ambulante de azulejos.
"Yo empec¨¦ a o¨ªr m¨²sica en las calles del Albaic¨ªn, y luego result¨® que ten¨ªa el cante", explicaba en aquella entrevista. "Por eso cuando llegu¨¦ a Zambra a pedir trabajo me dijeron si quer¨ªa el cuadro o la Antolog¨ªa, y dije en la Antolog¨ªa".
Eso era en el a?o 1967. En 1963, Enrique el Grana¨ªno se hab¨ªa estrenado como semiprofesional en el Colegio Mayor Francisco Franco, vaya por dios; y en 1964 hab¨ªa debutado con picadores en el Alc¨¢zar de los Reyes Cristianos de C¨®rdoba, junto a Mairena y Matrona entre otros primeros espadas.
Mariemma, la bailaora, lo oy¨® cantar esa noche y se lo llev¨® a Nueva York. El primer viaje al extranjero de Morente supone la culminaci¨®n de un sue?o, ser artista, y la negaci¨®n de otro, ser torero.
-Es que los toros parecen locomotoras, dijo.
Morente se aprendi¨® de carrerilla el tesoro legado en directo por los viejos maestros. Pudo repetir como un gram¨®fono esos cantes, pero prefiri¨® cambiarlos, innovar. "Me aburr¨ªa a la tercera vez que cantaba una letra". En su "Homenaje a Don Antonio Chac¨®n", su quinto disco, un doble con 20 temas publicado en 1977, tom¨® al mejor exponente del cante jerezano y primero lo clav¨®, luego lo mejor¨® y despu¨¦s cre¨® cantes nuevos a partir de ¨¦l, derribando la tesis flamenc¨®lica que sostiene que es imposible cantar jondo y con pellizco si no se ha nacido en Jerez de la Frontera.
"Es que el arte para que sea arte tiene que ser universal", dec¨ªa Morente. "Hay que mirarlo con una idea que no sea de barrio, de provincia, porque no hay ning¨²n arte que sea de una calle sola, aunque el de esa calle sea el que m¨¢s nos guste. La m¨²sica no puede ser racista. Miles Davis hizo un pedazo de saeta, Chick Corea ha hecho flamenco grande. Eso hace que el arte sea arte".
Poco a poco, fue descubriendo nuevas voces. Tendr¨ªa 22 a?os cuando empez¨® a frecuentar a los universitarios de Madrid: "Paco Guti¨¦rrez, Andr¨¦s Raya... Todos eran rojillos, y me empezaron a pasar los libros de Miguel Hern¨¢ndez".
As¨ª comenz¨® tambi¨¦n una militancia pol¨ªtica, llena de entusiasmo, que se iba a plasmar en el disco dedicado al poeta de Orihuela, obra que convirti¨® a Morente en enemigo del r¨¦gimen de Franco. "S¨ª, aquel disco fue el que me hizo el cantaor rojo. Sali¨® en M¨¦xico antes que aqu¨ª. Pero yo no fui un gran m¨¢rtir del franquismo. Aunque luego hicimos festivales pol¨¦micos y atrevidos, en B¨¦lgica, en Par¨ªs, las Seis Horas por Espa?a, las cabezas del movimiento eran Raimon, Paco Ib¨¢?ez, Luis Pastor, Pablo Guerrero, Elisa Serna... Hicimos muchos festivales juntos, pero yo era un cantaor cl¨¢sico y no me creaban muchos problemas. Me pusieron la etiqueta de rojo, que afortunadamente ya me han quitado... Toda la vida quit¨¢ndome etiquetas...".
Luego vinieron los m¨ªsticos (San Juan de la Cruz, Fray Luis de Le¨®n, Juan de la Encina), los hermanos Machado, y Alberti, y Bergam¨ªn, y Nicol¨¢s Guill¨¦n; y los poetas ¨¢rabes (Ibn Hazd, Al-Mutamid), y todos fueron encajando naturalmente en una m¨²sica que cantada por Morente parec¨ªa nacida para la poes¨ªa, hasta completar un repertorio abrumador, que oscila entre lo culto y lo popular:
"Al principio cre¨ªa que hac¨ªan falta versos de tantas s¨ªlabas, poemas de tantos versos, pero ahora eso da igual", dec¨ªa. "Mientras los poemas sean buenos, todos valen. Yo mismo he escrito algunas canciones, alguna letra, pero he tenido m¨¢s facilidad para crear la m¨²sica, y hay tanta poes¨ªa y tan buena que es mucho m¨¢s f¨¢cil cogerla, cantarla y ya est¨¢. A C¨¦sar Vallejo lo he tenido siempre pendiente. A Neruda tambi¨¦n. He estado a punto varias veces, pero alguna resaca lo ha evitado".
Y mientras militaba y estudiaba, Morente iba conociendo cada vez a m¨¢s intelectuales. Pintores como Viola, Alexanco, Bonifacio o Antonio Saura; cineastas como Carlos Saura o Rovira Veleta, poetas como Fernando Qui?ones o Antonio Gala eran habituales del tablao Zambra. Pero puede m¨¢s la inquietud que el empleo fijo, y, a finales de 1969 se marcha a M¨¦xico. "Juan Ib¨¢?ez, disc¨ªpulo de Bu?uel, vino a Madrid buscando un cantaor, nos vio a Chocolate y a m¨ª, y como no ten¨ªa presupuesto para los dos, se equivoc¨® y me llev¨® a m¨ª contratado. A cada garito mexicano que abr¨ªa le pon¨ªa un t¨ªtulo de una pel¨ªcula de Bu?uel. El m¨ªo se llamaba La Edad de oro".
"En M¨¦xico conoc¨ª a mucha gente del cine y del teatro, a Octavio Paz, a Juan Rulfo, gente que hoy tengo m¨¢s conciencia de qui¨¦n es. Cant¨¦ para Rulfo, pero no para Paz. Una noche me dijeron que le cantara, pero lleg¨® con una borrachera... Le dije a Juan: `Si este hombre est¨¢ mareao'. `Pos mareao y t¨®', dijo ¨¦l. Luego vino a saludarme y se medio cay¨®, y ya no cant¨¦. Hoy s¨ª cantar¨ªa para ¨¦l. He le¨ªdo cosas suyas y es un gran artista".
Pocos a?os m¨¢s tarde, vuelve a Espa?a la democracia. Enrique Tierno Galv¨¢n estimula los festejos callejeros, muchos ayuntamientos siguen la ola, el flamenco empieza a ser parte muy importante en las fiestas de todo el pa¨ªs. Camar¨®n copa casi todo el tir¨®n popular, Morente sigue entregado a la fusi¨®n del flamenco con la alta cultura: pone m¨²sica a El Quijote, a La casa de Bernarda Alba, a Edipo Rey, compone una Misa Flamenca, canta a San Juan de la Cruz... Y estrena en el teatro Real el Allegro Sole¨¢, obra surgida del cruce de su talento con el de Antonio Robledo, compositor alem¨¢n que se llama en realidad Armin Hassen. Juntos, dan una nueva vuelta de tuerca: el flamenco mezclado con m¨²sica sinf¨®nica.
-"?C¨®mo se puede crear cante nuevo?"
-"Cuando yo canto el cante cl¨¢sico, le doy la vuelta a lo que ya est¨¢ hecho; cuando hago una cosa por primera vez, es una creaci¨®n. Funciona en varias vertientes: cosas que ya he hecho, que no he hecho, de dentro del flamenco, de fuera. Sobre todo bebo del cante antiguo, esa es mi base real, mi ¨²nico campo de conocimiento verdadero, que utilizo para crear mi propio cante. Yo parto muy directamente del cante jondo. Flamenco es todo lo que canta un cantaor flamenco. En arte no hay que poner barreras, todo se puede hacer, la cuesti¨®n es dar con el quid y que sea verdad, que no sea un capricho, que el artista lo necesite hacer."
-"?Y ha terminado ya su aprendizaje?"
-"No. Yo empiezo ahora otra vez, con el nuevo disco. Si termina el aprendizaje, se termina todo. Y lo aprendido tiene que servir para algo."
-"?Y por qu¨¦ nunca han actuado juntos Morente y Paco de Luc¨ªa?"
-"Siempre se ha hablado algo, pero debe ser que ¨¦l siempre est¨¢ de gira y yo siempre estoy en el Candela."
El cuestionario del Candela
Un cante. Fandango [tras pensarlo mucho].
Un cantaor vivo. Chano Lobato. Es ¨²nico. S¨®lo o¨ªrle hablar vale oro.
Una guitarra. Manolo de Huelva.
Una voz. Estrella Morente.
Un comp¨¢s. El comp¨¢s del aire.
Un bailaor. Anzonini del Puerto.
Una bailaora. Carmen Amaya.
Un misterio flamenco. Cuando te llega el ole que es como si te llegara Al¨¢.
Un compositor. Yo creo que el m¨¢s flamenco es Sebastianico el alem¨¢n. [Bach]
Un m¨²sico de jazz: Max Roach.
Un libro. R¨¦quiem por un campesino espa?ol, de Sender.
El ¨²ltimo libro. 'Federico y su mundo', de Francisco Garc¨ªa Lorca.
Un disco. El pr¨®ximo que grabe.
El ¨²ltimo disco. Tengo un hijo que se come las casetes, as¨ª que s¨®lo oigo lo que se encarta de noche.
Una mujer. Aurora [su mujer].
Una ciudad. Madrid.
Un actor: Charlie Chaplin.
Un futbolista: ?Maradona!
Un poeta: Lorca.
Una copla flamenca. Deseando una cosa parece un mundo, / luego que se consigue tan s¨®lo es humo.
Un verso: ?l iba s¨®lo, tambale¨¢ndose. (Pedro Garfias).
Un poema: Los que dice El joven en As¨ª que pasen cinco a?os.
Un maestro. La noche.
Una noche. En el Candela con Camar¨®n.
Un siglo. ??ste cu¨¢l es? Este mismo vale.
Un pa¨ªs. ?Un pa¨ªs?
Un pol¨ªtico. Tierno Galv¨¢n.
Un pintor: Picasso.
Una copa: A ver qu¨¦ vamos a hacer.
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