La carta secreta de Lezama Lima
Se publica en Espa?a el facs¨ªmil de una misiva in¨¦dita del poeta cubano a su hermana Rosa La edici¨®n se completa con una copia firmada del poema 'La madre'
El poema La madre, uno de los m¨¢s divulgados y cercanos de Jos¨¦ Lezama Lima (La Habana, 1910-1976), apareci¨® originalmente publicado en el libro Fragmentos a su im¨¢n (1978), editado en Cuba p¨®stumamente en una turbia operaci¨®n oficialista para intentar reparar los dur¨ªsimos a?os de humillante ostracismo que vivi¨® el poeta hasta su muerte. Del Centro Editores rescata ahora en Madrid por segunda vez estos versos, que se acompa?an en una exquisita presentaci¨®n artesanal de una sorpresa: una carta in¨¦dita del poeta a su hermana Rosa, con correcciones hechas a mano, y fechada el 30 de junio de 1970.
La misiva, rescatada por los editores en el 102? aniversario del nacimiento del gran poeta, narrador y ensayista cubano, respira a?oranza y luce un sutil y desgarrado tono confesional, que surge de la experiencia que proscribi¨® al exilio de Miami a sus seres queridos: ¡°Cada d¨ªa que pasa siento la nostalgia de la familia ?cu¨¢ntas veces no lo he repetido? Nunca podr¨¦ ser un ser feliz, pues si tuviese la familia me faltar¨ªa la tierra, aunque realmente me conformo con muy poco, pero ya estoy convencido hasta colmar la copa que nunca podr¨¦ ser feliz, pues soy de esa raza de los que siempre le falta la otra mitad. Toda mi vida he sentido un anhelo, un deseo, que ni yo mismo puedo precisar, pero que es tan poderoso que todav¨ªa basta para mantenerme en pie¡±.
Jos¨¦ Lezama Lima, grande de la literatura en espa?ol, fue una figura singular, frecuentemente adscrita al boom latinoamericano de los a?os sesenta del siglo XX. Seg¨²n la estudiosa Rosalba Campra, el hecho de que siga siendo, a pesar de su importancia, poco frecuentado en la difusi¨®n general de la narrativa, es precisamente porque no se le pueden aplicar f¨¢ciles etiquetas que agoten la riqueza de su obra. Su gran novela Paradiso, publicada en 1966, fue clasificada por la censura castrista como ¡°pornogr¨¢fica¡±, porque se tocaba la tem¨¢tica de la homosexualidad. A?os despu¨¦s, la cultura oficialista rectific¨® y su corpus literario ha sido reivindicado y expuesto con nuevas ediciones y congresos. Parte de esa amargura del rechazo oficial se cuela entre las l¨ªneas del texto reci¨¦n recobrado: ¡°Ni antes ni despu¨¦s, nunca he sido feliz, pero no obstante, me sent¨ªa arrebatado por una poderosa alegr¨ªa, indefinible, intocable, siempre lejana, pero que ha sido el impulso de mi vida ?af¨¢n de perdurar? ?espejismos de la inmortalidad? Me r¨ªo pero sigo machacando en hierro fr¨ªo¡±, se puede leer en la misiva dirigida a su hermana.
Y en otra parte, como para tranquilizar a los familiares que ya est¨¢n lejos, escribe el poeta: ¡°Yo, los d¨ªas secos, me siento bastante bien de mi querida y antigua asma. A veces temo que se me acaben las medicinas, pero algunos amigos extranjeros me las env¨ªan con gentes que vienen por aqu¨ª de visita. Me faltan seis meses para cumplir mis 60 a?os y me siento, para ser un asm¨¢tico de toda la vida, con una salud no completa, pero s¨ª satisfactoria¡±.
La nueva edici¨®n de Del Centro toma la forma de un libro-caja con una tirada de 100 ejemplares, donde, adem¨¢s del facs¨ªmil de la carta, aguarda otro in¨¦dito: una reproducci¨®n de la mecanograf¨ªa original del poema La madre, que est¨¢ dedicado, tambi¨¦n en forma manuscrita y tinta azul, a sus hermanas. Adem¨¢s, incorpora varias fotograf¨ªas. Una de ellas muestra a Lezama Lima junto a su madre y sus hermanas en La Habana, momento que Lezama parece a?orar amargamente en la carta. Las otras tres im¨¢genes muestran a su hermana Rosa junto a su hijo y sus nietos, im¨¢genes que hab¨ªa recibido Lezama y a las que hace referencia especial y detallada en la carta. La madre del poeta, a quien estaba muy unido, hab¨ªa muerto el 12 de septiembre de 1964. Poco despu¨¦s, ese mismo a?o Lezama se cas¨® con su secretaria y permaneci¨® en su legendaria morada de la calle Trocadero de La Habana, a unos pasos del Paseo del Prado.
Su hermana Elo¨ªsa, destinataria de la misiva felizmente recobrada, muri¨® en el exilio en marzo de 2010 y son sus descendientes los que han decidido sacar a la luz este trozo de la intimidad del poeta, que adem¨¢s de arrojar luz sobre sus motivaciones existenciales, acorta las distancias a menudo insalvables del verbo barroco del escritor.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.