El d¨²o Proenza Schouler reina en Nueva York

En la pareja parece estar la virtud. ?Es tendencia? Eso parece al menos en cuesti¨®n de moda, entre las generaciones m¨¢s j¨®venes. Esa es una de las posibles conclusiones que se pueden extraer de la ¨²ltima edici¨®n de los premios del Council of Fashion Designers of America (CFDA), celebrada el lunes por la noche en el auditorio Alice Tully del Lincoln Center de Nueva York.

La pareja que m¨¢s brill¨® fue la formada por L¨¢zaro Hern¨¢ndez y Jack McCollough, treintea?eros, compa?eros sentimentales y talentoso d¨²o creativo y empresarial detr¨¢s de la marca Proenza Schouler. El lunes se alzaron con galard¨®n a los mejores dise?adores del a?o en la categor¨ªa femenina de los premios otorgados por el Council of Fashion Designers of America. Esta es la tercera vez que la instituci¨®n del gremio de la moda estadounidense otorga un premio a esta casa que toma su nombre de los dos apellidos de las madres de los dise?adores. Y es precisamente una personal mezcla entre lo imperecedero de un corte exquisito y la novedad de unas telas que ellos mismos dise?an, lo que ha permitido a Proenza crear un mundo propio, que no apela a una franja de edad concreta, ni s¨®lo busca inspiraci¨®n en las calles neoyorquinas o el cool joven.

Anoche se impusieron ante el representante de esta tendencia, su compa?ero de generaci¨®n Alexander Wang, y tambi¨¦n ante uno de sus maestros, Marc Jacobs, en cuya empresa hizo pr¨¢cticas Jack McCollough cuando era estudiante en Parsons, la escuela donde se encontr¨® con L¨¢zaro (¨¦ste trabaj¨® con Michael Kors, gracias a la intervenci¨®n del hada madrina Wintour, la editora de Vogue US a quien conoci¨® por casualidad en un avi¨®n). La simbiosis entre la joven pareja fue inmediata y ascendieron a la categor¨ªa de j¨®venes prodigios con su desfile de graduaci¨®n en 2002, del que result¨® un primer pedido de los almacenes Barneys. Diez a?os despu¨¦s abrieron una flamante tienda en el 822 de Madison Avenue, marcando una senda nueva que se sit¨²a por encima del downtown. ¡°La marca hoy es m¨¢s sofisticada. Somos m¨¢s nosotros, porque los primeros cinco o seis a?os quiza seguiamos a otros o tratabamos de demostrar algo¡±, explicaba Jake hace un a?o. ¡°Lo nuestro es couture relajada, cool y nada pretenciosa, con un ¨¦nfasis en el contraste, en la mezcla de high and low, de lo grande y lo peque?o, juegos con tejidos y vol¨²menes¡±, apuntaba entonces L¨¢zaro.

Pero no fue Proenza Schouler el ¨²nico binomio creativo premiado por el CFDA: Max Ostermeis y Erin Beatty, de la marca Suno obtuvieron el premio para j¨®venes en moda femenina, y el de masculina fue para Public School, de Dao-Yi Chow y Osborne. Otras parejas unidas por la amistad tambi¨¦n tomaron el escenario. Por ejemplo, la que form¨® Hillary Clinton al presentar el premio honor¨ªfico otorgado a Oscar de la Renta. La pol¨ªtica brome¨® acerca de la idea de montar un reality show sobre c¨®mo llevar los pantalones, y el dise?ador la describi¨® como su ¡°mejor amiga¡± y la anim¨® a presentarse a las elecciones presidenciales, arrancando una ovaci¨®n del p¨²blico. Ralph Lauren qued¨® emparejado a su vez con una de sus antiguas empleadas que m¨¢s adelante triunf¨® con su propia marca: Vera Wang, ganadora de un premio en reconocimiento al conjunto de su carrera. Y entre los llaneros solitarios destac¨® Thom Browne que en un smoking con Bermudas recibi¨® el premio en la categor¨ªa a mejor dise?ador de moda masculina y Riccardo Tisci de Givenchy, que recibi¨® el galard¨®n internacional.