H¨¦lie de Saint Marc, resistente y golpista contra De Gaulle
H¨¦roe en la II Guerra Mundial, se opuso a la independencia de Argelia
H¨¦lie Denoix de Saint Marc fue ¡°un militar con una vida m¨¢s completa, m¨¢s dram¨¢tica y m¨¢s excitante que cualquier novela¡±. As¨ª lo introduc¨ªa el cr¨ªtico literario Benard Pivot, al recibirle en su programa televisivo, Apostrophes, en 1989, para comentar la apasionante biograf¨ªa del personaje. Miembro de la Resistencia en la II Guerra Mundial, deportado a los campos nazis y militar de profesi¨®n, estuvo en primera l¨ªnea en la guerra de Indochina y Argelia. Fue sobre todo uno de los l¨ªderes de la tentativa del Golpe de Argel de 1961 contra el general De Gaulle, para evitar la independencia de la colonia. Condenado a la c¨¢rcel, fue amnistiado y gradualmente rehabilitado. Muri¨® el 26 de agosto a los 91 a?os.
Nacido en 1922 en una familia de la nobleza de Burdeos, hijo de un prestigioso abogado y h¨¦roe de guerra, recibe una educaci¨®n jesuita. Vive la rendici¨®n francesa y la ocupaci¨®n alemana durante la Primera Guerra Mundial como una verdadera humillaci¨®n y no duda en sumarse en 1941 a la Resistencia. Trata de huir a Espa?a, pero es detenido en los Pirineos en julio de 1943 y deportado a Buchenwald, y luego a Langenstein. Sobrevive gracias a un enfermero que roba medicinas para cuidarle y a un joven comunista let¨®n que comparte los alimentos que consigue. Cuando los estadounidenses liberan su campo en abril de 1945, lo encuentran inconsciente.
De vuelta a Francia, sigue la formaci¨®n militar en la escuela de Saint-Cyr, y huyendo de los honores que le otorg¨® su labor resistente, se enrola en la Legi¨®n Extranjera en 1947. Es enviado a Indochina, donde aprende el idioma aut¨®ctono para interrogar a los enemigos y entabla fuertes lazos con el pa¨ªs. Al a?o y medio de llegar, vive como una verdadera pu?alada la orden de retirada, que abandona a su suerte a los campesinos que ayudaron a los franceses en el conflicto.
De all¨ª llega a Argelia, donde participa en la dur¨ªsima batalla de Argel, un periodo que con el tiempo describi¨® como su ¡°prueba m¨¢s amarga¡±. Cuando el general Challe le pide que se una para alzarse contra De Gaulle y as¨ª evitar la independencia de Argelia ¡ªotorgada finalmente en 1962¡ª, Saint Marc no lo duda y se suma. El golpe fracasa y prefiere rendirse antes que seguir actuando desde la clandestinidad.
Durante su juicio, justifica su acto por la suerte de los harkis, los argelinos que lucharon con los franceses. ¡°Pensamos en todos esos hombres, todas esas mujeres, todos esos j¨®venes que eligieron a Francia y que se arriesgaban cada d¨ªa, a cada instante, a una muerte horrorosa¡±, se?ala en su corta declaraci¨®n ante el tribunal.
Condenado a 10 a?os de c¨¢rcel, ingresa en la prisi¨®n de Tulle, en el centro-sur de Francia. Liberado en 1965, es indultado por el general De Gaulle en 1966 y amnistiado en 1968. El presidente Val¨¦rie Giscard d¡¯Estain sigue con la rehabilitaci¨®n pol¨ªtica en 1978 al devolverle sus derechos civiles y militares, y el presidente Nicolas Sarkozy le entrega la Gran Cruz de la Legi¨®n de Honor, una decisi¨®n que provoc¨® cierta pol¨¦mica.
El militar, sin embargo, mantiene un perfil discreto hasta la gran rehabilitaci¨®n medi¨¢tica. De la mano de su sobrino-nieto, Laurent Bauccariat, autor de su biograf¨ªa. El militar sale entonces de su silencio, acepta aportar su testimonio en debates y conferencias, donde recita de forma did¨¢ctica y desapasionada su experiencia. Siempre l¨²cido, confesaba en sus ¨²ltimos a?os que esperaba tranquilamente el final
Babelia
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