Risas salvajes, p¨²blico enganchado

A Javier Ruiz Caldera (Barcelona, 1976) le van todo tipo de g¨¦neros en el cine. ¡°De verdad, que me gusta todo. Voy a las salas un par de veces por semana. ?Las ¨²ltimas que he visto? la mexicana Heli y Blue Jasmine, de Woody Allen. Y te juro que en cada pel¨ªcula intento no repetirme. Al menos reinventarme un poco¡±. Puede, pero su carrera como director es c¨®mica. Despu¨¦s de debutar con Spanish movie, perteneciente al subg¨¦nero ¡°me r¨ªo de otras pel¨ªculas¡±, se marc¨® un canto a John Hugues y la comedia rom¨¢ntico-adolescente de los ochenta con Promoci¨®n fantasma, y desde el pasado viernes tiene en cartelera Tres bodas de m¨¢s, f¨¦rreo guion de Pablo Al¨¦n y Breixo Corral al que Ruiz Caldera ha dotado de un ritmo escalofriante... y ha rodado alrededor de su casa: ¡°Puede que as¨ª lo hago m¨ªo [risas]. En cuanto al ritmo pienso en Billy Wilder, que contaba que cuanto ten¨ªa una toma buena, le dec¨ªa a los actores: ¡®Y ahora haced lo mismo, pero m¨¢s r¨¢pido¡¯. Yo me apoyo mucho en el montaje, porque provengo de esa profesi¨®n [y en pel¨ªculas tan diferentes como Parque V¨ªa y Bosque de sombras],y s¨¦ que ah¨ª puedo pulir¡±. En los rodajes, Ruiz Caldera solo pide que haya libertad para que los actores puedan aportar ¡°en un tono cari?oso¡±, pero no se f¨ªa de las risas en la filmaci¨®n, un t¨®pico muy repetido en otras promociones de comedias. ¡°Intento mantener la frialdad, porque a veces la sorpresa no es la mejor soluci¨®n¡±.

Bebe, fuma, se acuesta con chicos. Hay mujeres as¨ª, pero no en el cine¡±

Tres bodas de m¨¢s surge de una historia real, que le pas¨® a una amiga de Pablo Al¨¦n, que recibi¨® seguidas tres invitaciones de sendos exnovios para que acudiera a sus bodas. ¡°La aut¨¦ntica Ruth les pidi¨® a los guionistas que por favor dejaran su nombre al personaje y que la encarnara un pib¨®n de t¨ªa. Con Inma Cuesta queda claro que cumplimos eso y que encontramos a una gran c¨®mica. Por cierto, Inma conoci¨® a la Ruth real. En una pel¨ªcula lo m¨¢s importante son los actores: te lo crees o no te los crees. Me siento muy orgulloso de mostrar ese lado de Cuesta, a la que todo el mundo conoce por su faceta dram¨¢tica¡±. Ruth ir¨¢ a las ceremonias mientras intenta recomponer su vida, volcada en una investigaci¨®n biol¨®gica que no parece atraer a nadie y en liarse con los peores hombres posibles. ¡°La pel¨ªcula no tiene referencias tan claras como mis dos trabajos precedentes. Pero es inevitable que en mi cabeza, salvando las distancias, est¨¦n t¨ªtulos que me gustan, como la nueva comedia estadounidense, de Judd Apatow o los hermanos Farrelly, o la m¨¢s cl¨¢sica de Blake Edwards o Billy Wilder ¡ªy por favor, salvando las distancias¡ª. O, ?por qu¨¦ no? Berlanga, sobre todo en la segunda boda, con gigol¨®s y algo de Espa?a profunda. Todo eso ronda por mi cabeza, pero son influencias inconscientes, poco racionales. Luego la gente lo ve en pantalla y me lo descubre a m¨ª¡±. Pocas cosas hay tan espa?olas como las bodas de pueblo. ¡°Por eso Berlanga, por eso ese alcalde sacando pecho sobre la modernidad de su pueblo. Estaba en el guion, pero a la hora de rodar el referente visual es m¨¢s obvio¡±.

Rodando pienso en Billy Wilder: ¡®Toma buena, ahora m¨¢s r¨¢pido¡±

El guion de Tres bodas de m¨¢s es bastante bestia, pero Ruiz Caldera lo hace forma elegante, siguiendo la corriente ¡°pu?o de hierro en guante de seda¡±, y as¨ª el p¨²blico asiste a bromas textiles-escatol¨®gicas (¡°De verdad que le ha pasado a alguien, a una actriz en realidad, de la que no puedo decir su nombre¡±), tr¨ªos y uno de los gags m¨¢s pasados de la temporada: c¨®mo una chica se queda paral¨ªtica. ¡°A m¨ª del guion me atrajo que la protagonista fuese una chica as¨ª: fuma, bebe, se acuesta con chicos de los que no saben sus nombres, es encantadora y a la vez muy torpe. Yo conozco mujeres as¨ª, pero no las veo en las pel¨ªculas espa?olas. Normalmente esos personajes tienen g¨¦nero masculino. Quer¨ªa ponerlas en primera l¨ªnea¡±.

Acabada la promoci¨®n de Tres bodas de m¨¢s, Ruiz Caldera, que es uno de los mejores directores de la nueva hornada, se plantea el consabido cambio de g¨¦nero. ¡°S¨ª, lo pienso, pero yo en el fondo lo que quiero es una larga filmograf¨ªa, poder sumar m¨¢s pel¨ªculas. Y estate seguro que sea un filme de terror o un pedazo de drama, habr¨¢ siempre un momento, una secuencia m¨¢s relajada, con humor. Porque me atraen mucho esos t¨ªtulos que saltan y mezclan g¨¦neros. Que me haya especializado por circunstancias en la comedia, no quiere decir que no crea en el autor. Es m¨¢s, se pueden contar muchas cosas, reflejar la vida y emocionarse, a trav¨¦s de la identificaci¨®n que conlleva la comedia¡±.