Berl¨ªn, capital del espionaje
El nuevo Spy Museum convierte a sus visitantes en improvisados agentes secretos
Cuando Berl¨ªn estaba dividida por el Muro luc¨ªa la incierta fama de ser la capital europea del espionaje, una realidad que sirvi¨® de fuente de inspiraci¨®n a maestros del g¨¦nero como John Le Carr¨¦. Pero cuando el Muro comenz¨® a derrumbarse la noche del 9 de noviembre de 1989, el escritor brit¨¢nico se vio obligado a jubilar a George Smiley, su genial agente del Circus, y a admitir con nostalgia que Berl¨ªn hab¨ªa dejado de ser la ¡°eterna capital de los esp¨ªas¡±. Lo que no sab¨ªa Le Carr¨¦ era que el fin de la Guerra Fr¨ªa no hab¨ªa acabado con el mundo del espionaje, ni tampoco con la fama de la ciudad. Veinticinco a?os despu¨¦s de la ca¨ªda del Muro, Berl¨ªn se ha consagrado, seg¨²n Hans-Georg Maassen, el poderoso jefe de la Oficina de Defensa de la Constituci¨®n (BfV), los servicios de contrainteligencia germanos, como una moderna, activa y floreciente ¡°capital del espionaje de Europa¡±.
?La etiqueta no es gratuita. Una investigaci¨®n confidencial llevada a cabo a finales de 2014 por tres organismos oficiales ¡ªla Polic¨ªa Federal Criminal, la Oficina Federal de Seguridad y T¨¦cnicas de Informaci¨®n y el propio BfV¡ª concluy¨® que las sedes diplom¨¢ticas de Estados Unidos y Reino Unido son utilizadas como estaciones de escucha para monitorizar todas las llamadas telef¨®nicas que se realizan en el barrio.
?Fue esta la realidad que convenci¨® a un grupo de inversionistas privados, cuya identidad lleva el sello de Top Secret, a abrir un moderno y ambicioso museo dedicado al mundo del espionaje? El Spy Museum de Berl¨ªn, que abri¨® sus puertas el pasado s¨¢bado, es posible que se convierta en una nueva atracci¨®n tur¨ªstica de la ciudad, por la oferta de informaci¨®n digitalizada que ofrece y sus valiosos y complicados objetos construidos para enga?ar, observar y espiar al enemigo, como la m¨¢quina de codificaci¨®n Enigma, dise?ada por los alemanes.
El museo est¨¢ ubicado en la Leipziger Platz, que hace 25 a?os era un terreno bald¨ªo rodeado de alambres de espino, c¨¢maras y s¨®rdidas torres de vigilancia levantadas en el sector oriental de la zona. El lugar no fue elegido al azar, ni tampoco la bienvenida que recibe el visitante: c¨¢maras infrarrojas que graban la llegada del turista y cuyas im¨¢genes son proyectadas en varios monitores.
El centro tiene la magia de convertir al p¨²blico en improvisados agentes, gracias a m¨¢s de 200 pantallas led, donde los visitantes pueden escuchar explicaciones de expertos y agentes como Rainer Trupp, Topas, que trabajaba para la Stasi desde Bruselas y que tuvo el acierto de impedir una guerra nuclear en 1983.
En dos plantas y sobre una extensi¨®n de 3.000 metros cuadrados, el visitante puede contemplar m¨¢s de 300 objetos, algunos mort¨ªferos, otros m¨¢s benignos, como un paraguas dise?ado por el KGB para fotografiar al enemigo y un viejo Trabi armado con c¨¢maras infrarrojas para vigilar movimientos de los esp¨ªas occidentales. Las salas disponen de 14 secciones tem¨¢ticas, desde el comienzo del espionaje en el viejo Egipto de los faraones, los m¨¦todos utilizados en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, el espionaje llevado a cabo durante la Guerra Fr¨ªa, hasta llegar al robo de informaciones del presente y las revelaciones hechas por Edward Snowden. Tampoco falta un rinc¨®n dedicado a los esp¨ªas de ficci¨®n, como James Bond.
¡°Nuestra meta es llegar a ser uno de los diez mejores museos de la ciudad¡±, dice Joachim Thomas, su director. Para ello necesita, al menos, 500.000 visitantes al a?o. Thomas conf¨ªa en ese ej¨¦rcito de j¨®venes fan¨¢ticos de las nuevas tecnolog¨ªas que visitan la capital. Como reclamo, el Spy Museum les ofrece la posibilidad de descubrir si tienen el ADN necesario para convertirse en esp¨ªas tan buenos como James Bond o Ethan Hunt, el personaje que encarna Tom Cruise en la serie Misi¨®n Imposible. Los monitores y pantallas t¨¢ctiles les permitir¨¢n descifrar o codificar mensajes, descubrir contrase?as y probar sus habilidades en un callej¨®n oscuro vigilado por rayos l¨¢ser.
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