¡°Trump tiene un trastorno narcisista de la personalidad de libro¡±
El exsecretrario de salud analiza la personalidad del magnate al que le recuerda que los mexicanos no son "violadores, ni asesinos"
Juan Ram¨®n de la Fuente ha analizado en el Festival Cervantino la salud mental de Don Quijote. Se ha preguntado si, como defienden algunos de sus compa?eros de profesi¨®n fue bipolar, sufri¨® delirios o si se cumple la tesis de Jos¨¦ Saramago que suger¨ªa que Alonso Quijano se invent¨® su locura para poder alcanzar la libertad. Lo que tiene claro este psiquiatra y exministro de Sanidad mexicano es que en la obra se advierte a un Miguel de Cervantes que pas¨® por un proceso melanc¨®lico. Algo parecido a lo que podr¨ªa padecer M¨¦xico hoy. ¡°Necesitamos resarcir nuestra espina, en lugar de recibir a Trump¡±, asegura.
Rector de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico entre 1999 y 2007, De la Fuente no encuentra palabras para definir al magnate. ¡°Es un se?or inefable¡±. Asegura que padece un trastorno narcisista de la personalidad y le recuerda que los mexicanos que viven en Estados Unidos no son ni violadores ni asesinos. ¡°Se ganan la vida con enorme esfuerzo¡±, reitera.
Pregunta. Don Quijote batall¨® contra la realidad de su tiempo ?A qu¨¦ gigantes habr¨ªa que vencer en el M¨¦xico de hoy?
Respuesta. La intolerancia contra la que luch¨® Don Quijote sigue estando presente hoy, como muestran algunos grupos religiosos, intransigentes con la diversidad sexual y los derechos de la comunidad LGBTTI. Esos molinos hay que vencerlos. Aunque suele ocurrir que, tras derribarlos, resurgen. Pero las democracias de este tiempo no pueden darse el lujo de aceptarlo con los brazos cruzados. Hay un principio fundamental que tenemos que defender: la igualdad de derechos frente a la ley.
P. Estas protesta se han realizado en lugares como la Ciudad de M¨¦xico, donde el matrimonio homosexual lleva a?os celebr¨¢ndose con total normalidad.
R. No solo se han celebrado sin ning¨²n tipo de problema, sino que adem¨¢s no existe raz¨®n alguna para impedirlos. En 1977, la homosexualidad dej¨® de estar en la lista de enfermedades mentales por la sencilla raz¨®n de que nunca debi¨® formar parte de ella. No hab¨ªa ninguna evidencia que permitiera considerarla una enfermedad. Lo mismo ocurre con la adopci¨®n. No hay ninguna evidencia que demuestre que los ni?os criados por parejas del mismo sexo tienen mayor propensi¨®n a desarrollar alg¨²n tupo de trastorno psiqui¨¢trico. Los hijos necesitan cari?o, atenci¨®n y compa?¨ªa. Y cuando eso se les otorga se desarrollan naturalmente.
P. ?Son las protestas un ataque al estado laico?
R. Adem¨¢s de un ataque, [las protestas] muestran un gran desconocimiento sobre el estado laico. Este es el mejor instrumento para que se respete la libertad de culto. Es el germen de la igualdad y la libertad. Pero ocurre que se confunde feligres¨ªa con ciudadan¨ªa. Todos somos ciudadanos pero no todos somos feligreses.
Trump vino a M¨¦xico a mofarse de nosotros
P. Adem¨¢s de los homosexuales, las mujeres tambi¨¦n sufren la intolerancia. Lo ocurrido en Argentina ha hecho levantarse a Am¨¦rica Latina. ?Los feminicidios en M¨¦xico siguen silenciados?
R. Los feminicidios son un problema real en M¨¦xico y de acuerdo con lo que he podido documentar existe un subregistro [de mujeres asesinadas]. La cifra es mayor de la que se reporta y ¨¦sta ya es muy alta. La ¨²nica defensa frente a la intolerancia es una concepci¨®n laica y pareja en la aplicaci¨®n de la ley. Pero mucho me temo que vamos a seguir encontr¨¢ndonos, no solamente con m¨¢s casos de feminicidios, sino tambi¨¦n con un aumento de la violencia sexual contra la mujer.
P. Desde luego, mensajes como el de Donald Trump no ayudan demasiado a combatir la intolerancia
R. Este se?or es inefable. Vino a M¨¦xico a ofendernos y a mofarse de nosotros. Hubo que haberle exigido una disculpa antes de entrar. Este no es un pa¨ªs de violadores, ni de asesinos. No es as¨ª el com¨²n denominador de los mexicanos y mucho menos los que viven en Estados Unidos a donde acudieron para ganarse la vida dignamente. Tranquiliza pensar que, de acuerdo a las ¨²ltimas encuentras, sus probabilidades de ganar van disminuyendo, pero a¨²n as¨ª el da?o ya est¨¢ hecho. Ha sembrado la semilla del odio y la discriminaci¨®n hacia todo lo que no es el estrech¨ªsimo mundo de sus negocios y su fortuna.
P. Si como ha hecho con Don Quijote hiciera un an¨¢lisis de la salud mental del magnate ?Cu¨¢l ser¨ªa el diagn¨®stico?
R. Ya hice un an¨¢lisis de la personalidad de Trump y padece un trastorno de la personalidad narcisista de libro de texto. Aunque no gane es preocupante el resurgir de los nacionalismos que se est¨¢ produciendo. Es la respuesta al libre comercio que se ha extralimitado en muchos aspectos. Aunque considero que es una dimensi¨®n ineludible de la globalizaci¨®n, no podemos subordinar todo a esta suerte de idolatr¨ªa a los mercados, como si eso fuera lo ¨²nico que importara. En pa¨ªses con democracias maduras como Reino Unido est¨¢n ganando propuestas como el Brexit ?Qui¨¦n esperaba que venciese?
P. Tambi¨¦n parec¨ªa imposible que los colombianos votasen contra el proceso de paz ?Gana lo pol¨ªticamente incorrecto?
R. Todo lo antisistema tiene grandes posibilidad de ganar. En Colombia ocurri¨® un fen¨®meno que habr¨¢ que estudiar: calcularon mal el resultado en parte porque las redes sociales le daban un amplio margen. Y el otro factor, y aqu¨ª contrasta con Gran Breta?a, es que vot¨® en torno al 36 % de la poblaci¨®n. Quien derrota la propuesta de paz de Santos es el abstencionismo. Adem¨¢s aparecieron los liderazgos carism¨¢ticos que toman ventaja de la gente que est¨¢ vulnerable psicol¨®gicamente.
P. Hay dos exgobernadores mexicanos, Jaiver Duarte y Guillermo Padr¨¦s, perseguidos por la Justicia ?la realidad supera la ficci¨®n?
R. Lo que era vox populi ahora tiene un sustento legal. Pero tardaron demasiado tiempo. [¡] Necesitamos un sistema de justicia que funcione. Podr¨ªan seguir el modelo de Sancho Panza que fue un gobernador ejemplar. Ten¨ªa pocas leyes pero las que hab¨ªa eran muy pr¨¢cticas y se cumpl¨ªan. En M¨¦xico ocurre todo lo contrario.
Babelia
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