Un tesoro cubista aterriza en el Reina Sof¨ªa
El museo nacional re¨²ne 70 cuadros esenciales del movimiento vanguardista gracias al dep¨®sito de los fondos reunidos por la Fundaci¨®n Telef¨®nica desde los a?os ochenta
Era 1983 cuando el gobierno de Felipe Gonz¨¢lez acord¨® que en todos los contratos de obras p¨²blicas que se realizaran en Espa?a, al menos el 1% de su coste fuera destinado a un proyecto cultural. Luis Solana era entonces el presidente de Telef¨®nica y no sab¨ªa bien qu¨¦ hacer. Sali¨® de dudas despu¨¦s de hablar con Jorge Sempr¨²n. El ministro de Cultura le coment¨® que era una verg¨¹enza que en Espa?a solo hubiera un cuadro de Juan Gris (en su opini¨®n, mejor que Picasso) y ninguno de Luis Fern¨¢ndez, uno de los artistas esenciales de la modernidad. Solana hizo suyos los deseos de Sempr¨²n y encarg¨® a la galerista Nieves Fern¨¢ndez que buscara cuadros de Juan Gris en venta (reuni¨® 11). El propio Solana negoci¨® con Giovanni Agnelli, gran coleccionista del artista asturiano, la compra de una docena de obras de Fern¨¢ndez. As¨ª naci¨® la colecci¨®n de arte de Telef¨®nica, una de las m¨¢s importantes de Europa en pintura y fotograf¨ªa y la m¨¢s rica en obras cubistas.
Luis Solana ha recordado lo que ¨¦l llama ¡°una an¨¦cdota cultural de la transici¨®n¡± en el Reina Sof¨ªa, el mismo edificio que su hermano Javier orden¨® transformar en museo de arte contempor¨¢neo y donde desde este martes se exhibe el mayor conjunto de Cubismo gracias al dep¨®sito de comodato de cinco a?os renovables por parte de la Fundaci¨®n Telef¨®nica. En cinco salas de la segunda planta del edificio Sabatini se expondr¨¢ durante un a?o la exposici¨®n Cubismo (s) y experiencias de la modernidad, un conjunto de 70 obras, resultado de la suma de las piezas procedentes de Telef¨®nica con las del Reina Sof¨ªa. En palabras de Manuel Borja-Villel, director del Reina, ¡°es la m¨¢s completa exposici¨®n sobre los diversos cubismos que se puede ver en la actualidad en cualquier museo del mundo y un sue?o que ten¨ªamos desde hace muchos a?os¡±.
Ordenadas por el comisario Eugenio Carmona, se pueden ver obras realizadas tanto en los a?os principales del movimiento cubista, entre 1907 y 1914, como durante las d¨¦cadas posteriores. Los nombres de los artistas representados son los m¨¢s conocidos, como Pablo Picasso, Georges Braque, Juan Gris, Mar¨ªa Blanchard, Andr¨¦ Lhote, Albert Gleizes, Jean Metzinger, Vicente Huidobro, Manuel ?ngeles Ort¨ªz o Joaqu¨ªn Torres Garc¨ªa.
¡°El cubismo fundacional parec¨ªa agotado a comienzos de la guerra, pero las batallas de Verd¨²n y Somme, con sus cientos de miles de muertos, hacen que los artistas reflexionen y se digan que si no siguen siendo cubistas, habr¨¢n perdido la guerra¡±, explica el comisario. ¡°Por ello, acabada la Primera Guerra Mundial, el cubismo se vuelve m¨¢s puro y m¨¢s intelectual y se extiende hacia Latinoam¨¦rica¡±. Para ilustrar ese momento tan determinante, en las paredes de una de las cinco salas se proyecta de manera ininterrumpida un documental de No-Do (45 minutos) titulado Los h¨¦roes de Somme, con terribles escenas de muerte de la famosa batalla.
Carmona incide en la importancia americana se?alando obras como la de Xul Solar, quien entendi¨® el cubismo como una iniciaci¨®n a la modernidad. O Diego Rivera, que supo extender el movimiento hacia lo heterog¨¦neo y lo identitario; y Emilio Pettoruti, que lo prolong¨® como fundamento de su propia identidad como artista, prolongando as¨ª en el tiempo la herencia cubista por todo el continente americano.
Ante el famoso bodeg¨®n de Juan Gris La botella de an¨ªs del mono (1914), Manuel Borja-Villel ha descrito la exposici¨®n como una estructura circular que empieza en el cambio del siglo XX y acaba con el Guernica de Picasso. ¡°La fusi¨®n de la colecci¨®n Telef¨®nica con la nuestra nos ha permitido completar el relato con las 39 obras en dep¨®sito y nuestros propios fondos. Las l¨ªneas compactas marcadas por Picasso y Braque est¨¢n aqu¨ª rodeadas de descubrimientos fundamentales. Todos son artistas con una relaci¨®n muy estrecha con la poes¨ªa y el collage como elementos de ruptura. Vemos aqu¨ª que Blanchard y Gris siguieron haciendo pintura m¨¢s all¨¢ del cubismo. Contemplando estas obras, entendemos que el surrealismo de Dal¨ª o de Manuel ?ngeles Ort¨ªz, por ejemplo, toman muchos elementos cubistas. Son lenguajes que se superponen de una manera muy evidente¡±.
Repensar la colecci¨®n permanente
Las cinco salas que ahora ocupa el Cubismo han desplazado temporalmente al Realismo y al Novecentismo. Cuando la exposici¨®n concluya, el Cubismo se reducir¨¢ a tres salas y las otras dos ser¨¢n repensadas, seg¨²n explica Rosario Peir¨®, coordinadora general de las colecciones del Museo. Este movimiento temporal no afecta a la figuraci¨®n de los a?os 50, cuyos mayores exponentes, Antonio L¨®pez o Carmen Laffon, se exhiben en la cuarta planta del edificio.
Tanto el director del Reina Sof¨ªa como la propia Peir¨® recuerdan que en su filosof¨ªa est¨¢ el renovar las posibles lecturas de la colecci¨®n permanente, y a ello se dedicar¨¢n todo el tiempo en el que la segunda planta est¨¦ parcialmente ocupada por los cubismos.
Jos¨¦ Mar¨ªa Sanz-Magall¨®n, director general de Fundaci¨®n Telef¨®nica, ha recordado que en sus or¨ªgenes, la colecci¨®n Telef¨®nica fue ideada para ser mostrada al p¨²blico, no para adornar espacios privados. Las obras que ahora se exponen son el resultado del convenio de dep¨®sito en comodato de bienes culturales a favor del Reina Sof¨ªa, mediante el que 40 obras de la colecci¨®n cubista fechadas entre 1912 y 1933 se incorporan al museo por un periodo renovable de cinco a?os.
?El dep¨®sito pasar¨¢ a ser permanente? En el museo se da por hecho, y extraoficialmente se piensa lo mismo. Las salas de la compa?¨ªa en las que se expon¨ªa la colecci¨®n cubista est¨¢n siendo utilizadas ya hace tiempo para exposiciones temporales, y todo indica que as¨ª seguir¨¢ siendo. Manuel Borja-Villel est¨¢ ¨ªntimamente convencido de que, pasado el a?o de exposici¨®n, la colecci¨®n permanente del museo podr¨¢ seguir disfrutando de la mejor selecci¨®n cubista de todo el mundo.
Babelia
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