Julia Vargas-Weise, el adi¨®s a un s¨ªmbolo boliviano de la fotograf¨ªa
Fallece a los 76 a?os la primera fot¨®grafa profesional de Bolivia y una de las directoras con m¨¢s filmes del pa¨ªs andino
Julia Vargas-Weise (Cochabamba, 1942) era batalladora, tenaz y ten¨ªa una mirada sensible, capaz de captar una imagen y convertirla en poes¨ªa, seg¨²n cuentan sus colaboradores m¨¢s cercanos. Durante 50 a?os, con la c¨¢mara en mano, captur¨® la vida cotidiana, eventos, paisajes y personalidades de su natal Bolivia. Incansable y una fuente inagotable de ideas. As¨ª fue en vida la primera fot¨®grafa profesional de este pa¨ªs, quien falleci¨® el pasado domingo en Espa?a. El entorno machista quiso negarle en m¨¢s de una ocasi¨®n su sue?o de incursionar en el cine, pero a base de temperamento pudo concretar en vida tres pel¨ªculas, con las que se convirti¨® en una de las directoras con m¨¢s largometrajes de esta naci¨®n andina.
Se form¨® profesionalmente en la Ecole des Arts et M¨¦tiers en Suiza. Pese a graduarse con honores, para ejercer tuvo que enfrentar la discriminaci¨®n en la valoraci¨®n y remuneraci¨®n de su trabajo, adem¨¢s de maniobrar para conciliar su papel de madre y esposa con su labor profesional. Sola, a veces "con el beb¨¦, la cuna y las mamaderas", se lanzaba a hacer fotos al campo acompa?ada de su petita (veh¨ªculo de Volkswagen conocido como escarabajo o vocho). "Ten¨ªa una mirada educada y sensible que, en su momento, los a?os sesenta a ochenta, se perfilaba como una mirada femenina y planteaba la posibilidad de otras miradas a un medio dominado por la presencia masculina", explica Alba Balderrama, directora de cine y coordinadora del Festival A Cielo Abierto.
En 1991, Vargas-Weise se inici¨® como realizadora de cortos, sin embargo, en 1984 ya hab¨ªa realizado la fotograf¨ªa fija para la pel¨ªcula Los hermanos Cartagena, del director Paolo Agazzi. Admiti¨® que no estaba en sus planes ser directora de cine, quer¨ªa ser directora de fotograf¨ªa. La falta de oportunidades la llev¨® a aprender sobre realizaci¨®n y escritura de guion. "Creo que ella como mujer ha abierto una brecha para muchas mujeres que posteriormente se han dedicado al arte, al cine y a la fotograf¨ªa. Estudi¨® mucho y se esforz¨® por seguir todo lo que se necesita para crear una obra trascendental. Su mirada como mujer y su tenacidad hicieron de ella una gran directora", cuenta Pilar Valverde, productora y amiga de Vargas-Weise desde hace 28 a?os.
Su tercer largometraje Carga sellada (2016) fue el trabajo m¨¢s laureado de su carrera. Esa pel¨ªcula naci¨® 40 a?os antes, cuando ¡ªdurante uno de sus viajes ¡ªvio una locomotora de vapor cruzando el altiplano. "Creamos el personaje de La Federica, que es la locomotora. El paso de la locomotora de vapor por los paisajes que yo conoc¨ªa tan bien, fue uno de los momentos m¨¢s emocionantes. Trabajar con los habitantes de los pueblos olvidados, actores naturales, tambi¨¦n fue muy gratificante", contaba Vargas-Weise a EL PA?S en una entrevista realizada en 2016.
La finalizaci¨®n de su tercer pel¨ªcula lo asumi¨® como su "t¨ªtulo profesional de cineasta", seg¨²n dio a conocer en una entrevista al suplemento cultural La Ramona en 2016. Con Esito ser¨ªa... (2004) y Patricia, una vez basta (2006), su primer y segunda pel¨ªcula, respectivamente, hizo escuela, aprendiendo de sus aciertos y de sus errores.
En territorio de hombres
Con Carga sellada, la creadora, su equipo y elenco cosecharon premios en India, Sud¨¢frica, Espa?a y Francia. La Federica transport¨® los sue?os cinematogr¨¢ficos de Vargas-Weise por distintos lugares del globo. A pesar de no tener una formaci¨®n formal en cine, a excepci¨®n de peque?os talleres, sus colaboradores rememoran que siempre se mantuvo actualizada. La recuerdan como una persona inmersa en la tecnolog¨ªa, sistem¨¢tica y meticulosa.
Su experiencia fotogr¨¢fica y la pulcritud al momento de trabajar la imagen, fue una caracter¨ªstica que compart¨ªa con Milton Guzm¨¢n, director de fotograf¨ªa con el que trabaj¨® por m¨¢s de 28 a?os. "Ten¨ªamos un punto de mirada muy parecido y eso nos permiti¨® trabajar tantos a?os en conjunto. Era una persona que siempre estaba pensando, creando, proponiendo. Era una persona positiva, siempre alentaba cualquier idea", rememora Guzm¨¢n.
Aparte de Vargas-Weise, solo su colega Violeta Ayala tiene tres largometrajes en su haber. En los ¨²ltimos 23 a?os, 13 mujeres bolivianas han debutado como directoras. De esa cifra, solo tres lograron completar su segunda pel¨ªcula. El cr¨ªtico de cine Santiago Espinoza atribuye esta situaci¨®n al machismo latente del pa¨ªs y a la naturaleza de la industria. "As¨ª como en muchas esferas a¨²n se cree que la mujer solo puede hacerse cargo de la casa o la cocina, en el mundo del cine ha imperado la idea de que deb¨ªa dedicarse a tareas m¨¢s dom¨¦sticas, en el peor sentido de la acepci¨®n, como la producci¨®n, el maquillaje, el vestuario, como si fueran labores menores o como si solo ellas podr¨ªan o deber¨ªan hacerlas. Julia est¨¢ entre las mujeres que ha contribuido a cambiar esa percepci¨®n", afirma Espinoza.
Para Balderrama, la figura de Vargas-Weise se erige en un momento en el que el cine era un territorio de hombres, con ingredientes de guerrilla, pol¨ªtica y violencia. La codirectora de Beatriz junto al pueblo piensa que la naturaleza de la industria va a cambiar, no porque el machismo desaparezca, sino porque las mujeres tienen historias diferentes que contar. Y el cine ser¨¢ una de sus armas m¨¢s poderosas. "Las historias que se contaban en el cine boliviano y que a¨²n se cuentan son de guerras ¨¦picas, a ratos trasnochadas y repetitivas. A eso la alternativa del cine: est¨¢ Arancibia haciendo de su cuerpo el territorio de batalla, Violeta Ayala hablando de las mujeres esclavas en ?frica y la Julia hablando con su mirada de lo que pasa en el pa¨ªs con el amor, con los terremotos, con nuestras peque?as historias", agrega Balderrama.
Julia Vargas-Weise dej¨® una flama encendida para que la pr¨®xima generaci¨®n de fot¨®grafas, guionistas, realizadoras y directoras de fotograf¨ªa que vienen, la lleven en alto. Sus paisajes, historias y pel¨ªculas dejar¨¢n el recuerdo de la tenacidad que se necesita para tener la libertad como creadora y el derecho de ejercer como mujer. Para avanzar por los obst¨¢culos con fortaleza y temperamento, con la fuerza de una locomotora que atraviesa el altiplano.
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