Lekha Poddar ¡°El inter¨¦s por el arte indio tiene parte de real y otra de artificial¡±
"No abrir¨¦ un museo con mi colecci¨®n", explica la mecenas que se lamenta de que en su pa¨ªs no haya la suficiente profesionalidad e infraestructuras
En esta serie de encuentros con grandes mecenas EL PA?S ha entrevistado a figuras del mundo de las artes visuales que contribuyen a fortalecer este ecosistema para hacerlo m¨¢s arm¨®nico. Y no solo para la ¨¦lite que lo sustenta, sino para beneficio de toda la cadena art¨ªstica, sobre todo, del p¨²blico general.
El caso de Lekha Poddar tiene m¨¦rito porque ha colocado el arte contempor¨¢neo de India en uno de los puntos de mira del inter¨¦s internacional. Antes, nadie se hubiera acercado a esta proeza con tanta seguridad, la de una coleccionista que no tiene miedo a los desaf¨ªos. Esa fortaleza se nota en la charla que Poddar mantuvo con este diario en su casa de Londres. Un hogar sobrio y elegante contrario al de Nueva Delhi, dise?ado por Inni Chatterjee, un edificio postmodernista donde los objetos tribales se agolpan con desparpajo y buen gusto.
Como explica la impulsora de la Devi Art Foundation, su inter¨¦s se ha vuelto cada vez m¨¢s particular: ¡°B¨¢sicamente, me he centrado en India, Pakist¨¢n, Sri Lanka, Banglad¨¦s e Ir¨¢n, y esto se ha acentuado desde que mi hijo termin¨® la universidad y comenz¨® a coleccionar por su cuenta. Luego aunamos esfuerzos y criterios¡±.
Lekha se ha dejado guiar por el instinto de su hijo Anupam Poddar que, con 23 a?os, comenz¨® a interesarse por artistas indios desconocidos, que si hoy son admirados es por el esfuerzo de estos dos coleccionistas. A Lekha le cost¨® acostumbrarse porque no estaba familiarizada con los v¨ªdeos y las instalaciones.
La coleccionista afirma que hace tiempo solo hab¨ªa dos galer¨ªas importantes en Delhi y ellos compraban directamente a los artistas que parec¨ªan no interesar a nadie. "Creo que el inter¨¦s que hoy existe tiene una parte real, pero tambi¨¦n otra de boom artificial", afirma quien cree que quienes querr¨ªan conocer a creadores que se disputan galer¨ªas y museos deber¨ªan conocer primero la casa de su familia. "La apertura de la econom¨ªa india contribuy¨® a la mejora de este c¨ªrculo". Deja caer que el arte indio se ha vuelto m¨¢s interesante, complejo y codiciado debido a su contribuci¨®n.
Una contribuci¨®n que para la coleccionista tiene un futuro incierto. M¨¢s all¨¢ de los programas educativos que promueve, los cuales permiten que j¨®venes de 16 a?os salidos de un orfanato se sensibilicen con el arte, lo conozcan y se expresen mediante cualquiera de sus formas, esta mecenas lamenta que las instituciones de su pa¨ªs no tengan ni infraestructuras ni la profesionalidad suficiente para absorber todas sus obras. Es muy franca al responder a la pregunta de por qu¨¦ no abrir un museo en su tierra: "Aunque mi colecci¨®n es importante y algunos de los artistas no tengan nada que envidiar a los mejores del mundo, si abro, a la inauguraci¨®n vendr¨¢ mucha gente; y al d¨ªa siguiente, ?c¨®mo lidiar¨¦ con ella?, ?qui¨¦n vendr¨¢ a apreciarla?".
Ha vendido algunas de sus obras: "Uno evoluciona y afina su mirada. Adem¨¢s, debo hacer espacio... aunque esto es relativo porque vendo una y compro cinco. Pero hay piezas que no veo habitualmente, est¨¢n almacenadas y requieren una adecuada conservaci¨®n. El 99% de lo que tengo est¨¢ almacenado". Ha convertido la fineza en un sello de su colecci¨®n: "Puedo tener obras que sean violentes, ruidosas, sangrientas, pero no me gustan las pel¨ªculas gore, prefiero las felices, del mismo modo que intento encontrar un arte que est¨¦ conectado con mi alma y mi sensibilidad, que sea minimalista y pac¨ªfico"
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