La peque?a amiga jud¨ªa de Adolf Hitler
Una imagen subastada esta semana muestra al dictador alem¨¢n abrazando a una ni?a de or¨ªgenes jud¨ªos con quien se intercambi¨® cartas durante cinco a?os
"La ni?a del F¨¹hrer¡±. As¨ª llamaban a Rosa Bernile Nienau, una peque?a con ascendencia jud¨ªa que forj¨® una ins¨®lita amistad con Adolf Hitler. La relaci¨®n se gest¨® en la primavera de 1933 en la Berghof, la residencia que ten¨ªa el dictador en los Alpes b¨¢varos, Alemania. La ni?a de seis a?os hab¨ªa viajado con su madre desde M¨²nich para celebrar el cumplea?os de Hitler, quien pidi¨® conocerla personalmente cuando se enter¨® de que hab¨ªan nacido el mismo d¨ªa. Durante cinco a?os se intercambiaron cartas y posaron para varias fotograf¨ªas publicitarias, hasta que la c¨²pula del l¨ªder nazi se enter¨® de que no era una ¡°alemana pura¡± y forz¨® el fin de la amistad. Una tierna imagen en blanco y negro de ambos abrazados ha sido subastada este martes en Maryland, Estados Unidos, por 11.520 d¨®lares (10.170 euros). La instant¨¢nea tiene un aut¨®grafo de Hitler: "La querida y considerada Rosa Nienau y Adolf Hitler, Munich, 16 de junio de 1933".
No se sabe c¨®mo lleg¨® la imagen a la casa de subastas Alexander Historical Auctions ni tampoco la identidad del mayor pujador. De lo que hay certeza es que la foto fue documentada por Heinrich Hoffmann, el fot¨®grafo personal del dictador, y que este se la envi¨® a Karoline, la madre de la peque?a. Adem¨¢s de la firma de Hitler en tinta azul, el retrato tiene pegadas nueve flores de las nieves y un tr¨¦bol de cuatro hojas, un detalle agregado por la ni?a. Rosa Bernile era hija ¨²nica. Su padre falleci¨® antes de que ella naciera y su madre, hija de una mujer jud¨ªa, era enfermera. Tener una cuarta parte de sangre semita se consideraba ser jud¨ªo bajo la Alemania nazi. La documentaci¨®n que maneja la casa de subastas revela que Hitler se enter¨® r¨¢pido de los or¨ªgenes de su amiga, pero su debilidad por ella le impidi¨® cortar el v¨ªnculo, ¡°ya fuera por motivos personales o publicitarios¡±.
Hoffmann sol¨ªa tomar fotos al dictador acompa?ado de ni?os para vender la imagen de que era, adem¨¢s de carism¨¢tico, un l¨ªder cercano y cari?oso. Pero la historia al reverso de la foto propagand¨ªstica con Rosa Bernile sali¨® a la luz a?os despu¨¦s. Los Archivos Federales alemanes (Bundesarchive) atesoran 17 cartas escritas por la peque?a a su ¡°querido t¨ªo Hitler¡± y al jefe de ayudantes nazi, Wilhelm Br¨¹ckner, entre 1935 y 1938. Se deduce por los escritos que el genocida se reuni¨® varias veces con su ¡°cari?o", como la llamaba. ¡°?Estimado t¨ªo Br¨¹ckner! Hoy tengo mucho que contarte. ?Durante las vacaciones est¨¢bamos en Obersalzberg y me permitieron ver dos veces al querido t¨ªo Hitler! Desafortunadamente, nunca has estado despierto¡±, reza una de las misivas.
El an¨®malo lazo entre el responsable del Holocausto y la ni?a jud¨ªa se rompi¨® cuando el jefe nazi Martin Bormann, secretario privado del F¨¹hrer, se enter¨® de la herencia sangu¨ªnea de Rosa Bernile. Bormann orden¨® que se le prohibiera a ella y a su madre el acceso a la casa en los Alpes y le exigi¨® a Hoffmann que no volviera a utilizar sus im¨¢genes en las propagandas. En un principio el fot¨®grafo no le dijo nada al F¨¹hrer, pero luego le comunic¨® la restricci¨®n. James Wilson, especialista en la zona de Obersalzberg durante el Tercer Reich, relata en su libro Hitler's Alpine Headquarters (2014): ¡°Hitler estaba tan furioso de que hubieran denunciado a su peque?a amiga que le dijo [a Hoffmann]: 'Hay personas que tienen un verdadero talento para arruinar mi alegr¨ªa¡±.
A pesar de su corta edad, Rosa Bernile no pudo ser testigo del fin de la Segunda Guerra Mundial. Muri¨® v¨ªctima de la enfermedad de polio el 5 de octubre de 1943, a los 17 a?os, en el Hospital Schwabing. Las investigaciones revelan que estudi¨® dibujo t¨¦cnico durante su adolescencia. Una de sus primeras obras de arte la hizo sobre una fotograf¨ªa con su ¡°querido t¨ªo Hitler¡±.
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