Fahrelnissa Zeid, la maestra del abstracto caleidosc¨®pico
La artista de origen turco forj¨® su estilo personal influenciada por todos los pa¨ªses que visit¨® y fue de las primeras mujeres en acudir a la Academia de Bellas Artes en Estambul
Una pintora al margen de cualquier clasificaci¨®n. As¨ª fue Fahrelnissa Zeid, una mujer que mam¨® la cultura y el arte en casa y que tuvo una vida de pel¨ªcula, lo que sin duda alguna fue decisivo en su desarrollo art¨ªstico al incluir dos matrimonios, viajes por numerosos pa¨ªses -con todas las capitales importantes en el mundo del arte del momento-, una depresi¨®n seguida de un intento de suicidio, buena y mala fortuna, referente vanguardista en Estambul, Berl¨ªn y Par¨ªs, adem¨¢s de llegar a ser princesa y madre y abuela de dos pr¨ªncipes de la casa real iraqu¨ª.
Zeid utiliz¨® dibujos, litograf¨ªas y esculturas para combinar en su trabajo elementos del arte isl¨¢mico bizantino con abstracci¨®n y otras influencias de Occidente. Sus obras, que abordan una gran variedad de temas (desde escenas de la vida cotidiana hasta retratos de familiares, parientes y amigos), tienen gran intensidad por el brillo de los colores, por la forma en que estos contrastan con las l¨ªneas negras gruesas que empleaba y por la energ¨ªa inherente en la composici¨®n, independientemente del formato que utilizaba. Su t¨¦cnica caleidosc¨®pica es muy similar a la de los mosaicos bizantinos y vidrieras otomanas, y si bien el arte que m¨¢s desarroll¨® es predominantemente abstracto, su estilo, dicho por ella misma, es ¨²nico y se basa en el sufismo, la rama m¨ªstica del Islam.
Fahrelnissa Zeid naci¨® como Fahr¨¹nissa Sakir el 7 de enero de 1901, en la Isla de B¨¹y¨¹kada (Estambul), en el seno de una adinerada familia otomana. Desde peque?a estuvo rodeada de libros y de arte, ya que creci¨® junto a una gran biblioteca en casa y entre las pinceladas de su hermano y las pinturas al ¨®leo de su madre. Adem¨¢s, su padre, Mohammad Shakir Pasha, fue diplom¨¢tico, fot¨®grafo e historiador, por lo que la familia era considerada un modelo del intelectualismo en la sociedad de la ¨¦poca.
La vida de Zeid fue, desde que era peque?a, como una pel¨ªcula en la que no faltaron aventuras: su t¨ªo Cevat fue el gran visir del Imperio Otomano desde 1891 hasta 1895. Su padre fue nombrado embajador en Grecia, donde conoci¨® a su madre, Sara Ismet Hanim. Sin embargo, en 1913, su padre recibi¨® un disparo mortal y su hermano, tambi¨¦n llamado Cevat, fue juzgado y condenado por su asesinato.
Zeid comenz¨® a pintar desde ni?a y su primer trabajo conocido es un retrato de su abuela que realiz¨® cuando ten¨ªa 14 a?os. Poco despu¨¦s, en 1920, fue una de las primeras mujeres en asistir a la Academia de Bellas Artes en Estambul, donde estudi¨® con el pintor turco Namik Ismail. Ese mismo a?o, con s¨®lo 19, Zeid se cas¨® con el novelista Izzet Melih Devrim y viajaron a Venecia de luna de miel. Ese viaje supuso para la artista el primer contacto con la pintura europea. El matrimonio tuvo tres hijos, dos ni?os y una ni?a: el mayor muri¨® de escarlatina a los tres a?os, el segundo se convirti¨® en pintor y la tercera fue actriz.
En 1928 Zeid viaj¨® a Par¨ªs y se form¨® en el estudio de Stahlbach y Roger Bissi¨¨re en la Acad¨¦mie Ranson. Las visitas a diversas ciudades europeas con su esposo Devrim despertaron en ella la inspiraci¨®n de abrazar el mundo del arte moderno hasta tal punto que, junto a otros trece artistas, form¨® parte del grupo llamado Nueva ?cole de Paris, que desarroll¨® una exposici¨®n en Par¨ªs que acogi¨® a j¨®venes talentos de diversos pa¨ªses y, por lo tanto, allan¨® el camino para diferentes movimientos art¨ªsticos.
Par¨ªs se convirti¨® en el epicentro de los movimientos de arte surrealista y abstracto del momento y eso le permiti¨® a Zeid encontrar tambi¨¦n un hogar espiritual, que la ayud¨® a reconocer el aspecto multicultural de su personalidad, ya que no se consideraba ¨²nicamente producto de la tradici¨®n turca.
A mediados de los a?os 30, Zeid se divorci¨® de Devrim pero volvi¨® a casarse en Atenas en 1934 con el pr¨ªncipe hachemita Zeid bin Hussein, que era el hijo menor de Sharif Hussein bin Ali de La Meca y el embajador de Irak en Ankara. Su nuevo marido, adem¨¢s de darle el apellido por el que pas¨® a ser conocida, fue nombrado embajador del reino de Irak en Alemania y en 1935 la pareja se mud¨® a Berl¨ªn. Tuvieron un hijo que fue el pr¨ªncipe Ra¡¯ad bin Zeid, que se convirti¨® en la persona que preserv¨® despu¨¦s el legado art¨ªstico de Fahrelnissa al mantener un archivo de sus obras para ponerlas a disposici¨®n de museos, galer¨ªas, casas de subastas, editores y acad¨¦micos para exposiciones, adquisiciones e investigaciones.
En estos a?os Zeid recurri¨® en sus pinturas a rasgos exagerados, con un estilo bizantino de la iconograf¨ªa y caras alargadas con grandes ojos redondeados que, de manera similar, se pueden encontrar en los retratos egipcios de Fayum. Adem¨¢s, en un retrato de su esposo, el pr¨ªncipe Zeid, ella va m¨¢s all¨¢ de una mera representaci¨®n de los rasgos visibles para profundizar en su personaje, y describe su lado interno como un despliegue de la personalidad a trav¨¦s de pinceladas expresivas y colores vivos.
En Berl¨ªn Zeid organiz¨® muchos eventos sociales en su papel de esposa del embajador y viaj¨® por Europa, Estados Unidos y Oriente Medio. Estas visitas a diversas capitales europeas le permitieron conocer obras de artistas occidentales como Joan Mir¨®, Henri Matisse y Pablo Picasso, entre otros. Tras la anexi¨®n de Austria en marzo de 1938, el matrimonio estableci¨® su residencia en Bagdad. All¨ª la artista sufri¨® una depresi¨®n y por consejo de un m¨¦dico vien¨¦s regres¨® a Par¨ªs poco despu¨¦s. Los siguientes a?os de su vida los pas¨® viajando entre Par¨ªs, Budapest y Estambul, intentando refugiarse en la pintura y, a la vez, recuperarse de la depresi¨®n. En 1941 regres¨® a Estambul completamente enfocada en su pintura.
Zeid se involucr¨® con el llamado Grupo D de Estambul en 1942, formado por diversos pintores de vanguardia que trabajaban en Rep¨²blica de Turqu¨ªa reci¨¦n creada bajo el mando de Mustafa Kemal Atat¨¹rk. Si bien Zeid siempre huy¨® de cualquier clasificaci¨®n de estilo y su asociaci¨®n con el grupo fue de corta duraci¨®n, su participaci¨®n en ¨¦l le dio a la confianza necesaria para comenzar a exhibir por su cuenta, y fue as¨ª como abri¨® su primera exposici¨®n personal en su casa en Macka, Estambul, en 1944.
La artista comenz¨® a desarrollar un trabajo tan prol¨ªfico que la convirti¨® en una clara influencia en el movimiento de arte moderno en Turqu¨ªa y en el extranjero. Se mud¨® a Londres cuando su marido, el pr¨ªncipe Zeid, se convirti¨® en el primer embajador del reino de Irak ante la Corte de St. James. All¨ª continu¨® pintando en una habitaci¨®n de la embajada que convirti¨® en su estudio y su estilo se volvi¨® m¨¢s complejo, pasando de la pintura figurativa a la abstracta. Zeid supo fusionar sus ra¨ªces persas, bizantinas, cretenses y orientales con los conceptos, estilos y t¨¦cnicas del modernismo que conoci¨® y fue dando personalidad a su estilo.
Expuso en la Galer¨ªa de San Jorge de Londres en 1948 y la Reina Madre asisti¨® a la inauguraci¨®n. Gracias a su posici¨®n en la realeza iraqu¨ª, muchos miembros de la alta sociedad se relacionaron con ella y asistieron a sus inauguraciones y exposiciones.
En los a?os 50 Zeid vivi¨® a caballo entre Londres y Par¨ªs, aunque tambi¨¦n dio alg¨²n salto a Nueva York, donde expuso. Su conocimiento de ambas lenguas, ingl¨¦s y franc¨¦s, le permitieron desenvolverse sin problemas y en esa ¨¦poca realiz¨® algunas de sus obras m¨¢s importantes, experimentando con lienzos abstractos de gran tama?o que logran sumergir al espectador en universos caleidosc¨®picos a trav¨¦s de su uso intensivo de l¨ªneas y colores vibrantes. Zeid expuso en la Galerie Dina Vierny en 1953 y despu¨¦s esa muestra viaj¨® al Instituto de Artes Contempor¨¢neas de Londres en 1954. Zeid se encontraba en el apogeo de su carrera y no le fue dif¨ªcil granjearse la amistad de artistas internacionales que experimentaban con la abstracci¨®n gestual como Jean-Michel Atlan, Jean Dubuffet y Serge Poliakoff.
Su vida, sin embargo, dio un giro en el verano de 1958, cuando convenci¨® a su esposo, el pr¨ªncipe Zeid, para que no regresara a Bagdad como regente interino mientras su sobrino, el rey Faisal II, se iba de vacaciones como sol¨ªa hacer. El 14 de julio, mientras la pareja estaba su casa estival en la isla de Ischia, en el Golfo de N¨¢poles, hubo un golpe militar en Irak y toda la familia real fue asesinada. Ellos escaparon de la muerte pero tuvieron solo 24 horas para desocupar la embajada iraqu¨ª en Londres, por lo que este luctuoso hecho detuvo la carrera de Zeid como pintora.
La familia se mud¨® a un apartamento en la capital brit¨¢nica y fue tal el vuelco en la vida de la artista, que a sus 57 a?os Zeid tuvo que cocinar por primera vez. A partir de entonces comenz¨® a pintar huesos de pollo y, m¨¢s tarde, hasta cre¨® esculturas de los huesos moldeados en resina. En su faceta pict¨®rica empez¨® a alejarse de la abstracci¨®n para pasar a pintar retratos de su familia y de otras personas cercanas a ella.
Unos a?os m¨¢s tarde, su hijo menor, el pr¨ªncipe Ra¡¯ad, se cas¨® y se mud¨® a Amman (Jordania) y cinco a?os despu¨¦s de la muerte de su segundo marido, en 1970, Zeid tambi¨¦n se estableci¨® all¨ª, fundando en su casa el Real Instituto de Bellas Artes de Fahrelnissa Zeid, donde ense?¨® a un grupo de artistas j¨®venes. Aunque el Instituto de Arte Fahrelnissa dur¨® solo cuatro a?os, su influyente legado marc¨® a varios artistas.
Fahrelnissa Zeid muri¨® el 5 de septiembre de 1991, cuando ten¨ªa 90 a?os. Fue enterrada en el Mausoleo Real del Palacio Raghdan en Amman, Jordania. Tras su fallecimiento fue considerada una grandes pintoras del siglo XX y una pionera del arte abstracto, dejando un inmenso legado visual con una gran variedad de narraciones sobre el desarrollo del arte moderno.
A lo largo de su carrera Zeid particip¨® en casi 50 exposiciones en Europa, Estados Unidos y Oriente Medio. Sus pinturas est¨¢n incluidas en las colecciones de diversos museos, incluyendo el de Arte Moderno de Par¨ªs, museos de Nueva York, de Edimburgo, de Pittsburgh, el de Pintura y Escultura de Estambul, el de Arte Hitita de Ankara, el ?rabe de Arte Moderno y numerosas colecciones privadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.