¡®Exiliada¡¯, una mirada ¨ªntima a la denuncia de abuso sexual de la hijastra de Daniel Ortega

¡°Mir¨¢, yo quiero que no me sig¨¢s destruyendo la vida. No sig¨¢s dej¨¢ndote hacer cosas de Daniel. ?l es un enfermo, pero vos te aprovech¨¢s de ese enfermo¡±. La frase es de Zoilam¨¦rica Ortega Murillo, hijastra de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua e hija de Rosario Murillo, vicepresidenta. Es el relato de lo que su madre le dijo cuando ella ten¨ªa 12 a?os y forma parte del documental Exiliada. En 24 minutos, el filme de la documentalista nicarag¨¹ense Leonor Z¨²niga, narra la historia de Zoilam¨¦rica, quien en 1998 denunci¨® haber sido abusada sexualmente por su padrastro, el actual presidente de Nicaragua.

El corto ofrece una mirada ¨ªntima del 'caso Zoilam¨¦rica' y explora el rol de las familias en los casos de abuso sexual. Exiliada ser¨¢ presentado a finales de abril en el Festival Hot Docs en Toronto, un evento dedicado al cine documental y una referencia en Am¨¦rica del norte. La historia de Zoilam¨¦rica, considera la cineasta, puede servir como un espejo para reflexionar sobre el actuar de la familia y de la sociedad. ¡°Participar en esta cultura del silencio, de impunidad, que protege a los abusadores y castiga a las v¨ªctimas¡±, se?ala.

¡°Rosario me dec¨ªa que quer¨ªa pedirle perd¨®n al pueblo por tener una hija que hab¨ªa traicionado los principios del Frente Sandinista de Liberaci¨®n Nacional¡±. Las im¨¢genes de archivo muestran a un Daniel Ortega hablando, con micr¨®fono en mano, en un acto p¨²blico tras la denuncia en su contra. Junto a ¨¦l, aparece Rosario Murillo, llorando. El filme de Z¨²?iga va y viene. De 1998 a 2016.

El documental muestra el momento que Daniel Ortega es acusado por su hijastra en 1998. Luego, en 2016, se presenta a una Zoilam¨¦rica exiliada en Costa Rica, con su hijo de 10 a?os, Giordano, quien sigue de cerca el instante en el que su padrastro y su madre se convirtieron en presidente y vicepresidenta de Nicaragua. A lo largo del corto, Z¨²niga hace una especie de paralelismo entre el abuso sexual y el abuso de poder pol¨ªtico de Ortega, pero adem¨¢s expone la relaci¨®n entre la protagonista y su hijo y c¨®mo ¨¦sta ha sido marcada por las cicatrices de hace m¨¢s de 20 a?os. Es una historia cargada de sentimientos, recuerdos y miedos. Es una historia de resiliencia y de lucha que puede resumirse en una frase de la protagonista: ¡°Quiero que mi herencia sea el reconocimiento de que se puede realmente volver a empezar. Que sepan que jam¨¢s ni negoci¨¦ mi verdad, ni me dej¨¦ vencer por ella, ni me qued¨¦ en el dolor¡±.

Zoilam¨¦rica tuvo que dejar Nicaragua en 2013, tras la persecuci¨®n de su propia madre contra su entorno. En esa ocasi¨®n fue expulsado del pa¨ªs hacia Costa Rica quien entonces era su pareja, el boliviano Carlos Ari?ez Castel, a quien las autoridades acusaron de violar las leyes migratorias nicarag¨¹enses. El hombre fue detenido durante horas por las autoridades de la Direcci¨®n de Migraci¨®n del pa¨ªs centroamericano y la imagen de Zoilam¨¦rica esperando afuera de la instituci¨®n alguna noticia de su compa?ero, con el rostro descompuesto por la angustia, conmovi¨® al pa¨ªs. Se trataba de un nuevo abuso de poder en su contra. Ella denunci¨® en una entrevista con EL PA?S una encarnizada persecuci¨®n por parte del Gobierno de Ortega. Dijo en esa ocasi¨®n que el Ejecutivo sandinista hab¨ªa ahogado financieramente a la organizaci¨®n no gubernamental que fund¨®: el Centro de Estudios Internacionales. ¡°Me miran como un enemigo pol¨ªtico¡±, asegur¨® la mujer que caus¨® un verdadero terremoto en la pol¨ªtica nicarag¨¹ense tras la denuncia contra Ortega. "Soy v¨ªctima de una persecuci¨®n del Estado", afirm¨®.

1998 fue un a?o clave en la vida pol¨ªtica de este pa¨ªs centroamericano ¡ªgolpeado por desastres naturales y los desmanes de sus pol¨ªticos¡ª, no solo por la denuncia de Zoilam¨¦rica y sus consecuencias, sino porque Ortega comenz¨® una serie de negociaciones con el entonces presidente Arnoldo Alem¨¢n, que marcar¨ªan profundamente al que es considerado el pa¨ªs m¨¢s pobre del continente despu¨¦s de Hait¨ª. Alem¨¢n ser¨ªa acusado por corrupci¨®n, tras un fraude de decenas de millones de d¨®lares al erario p¨²blico. El ex mandatario enfrentar¨ªa un proceso judicial, pero saldr¨ªa libre en gran parte gracias al llamado "pacto": las negociaciones secretas que permitir¨ªan a ambos caudillos salir airosos de sus encuentros con la justicia, Ortega por la acusaci¨®n de violaci¨®n y Alem¨¢n por los actos de corrupci¨®n que se le achacaron. Ese pacto consisti¨® en repartirse los podres del Estado entre los dos ¡ªlas cortes, la Fiscal¨ªa, la Procuradur¨ªa, los tribunales de cuentas, el tribunal electoral¡ª con la finalidad de establecer un sistema en el que ambos ser¨ªan elegidos en alternancia: Ortega le entregar¨ªa el poder a Alem¨¢n y viceversa.

Ortega rompi¨® ese pacto en 2007, cuando tom¨® el poder en Nicaragua y se hizo con el control absoluto del Estado, imponiendo un r¨¦gimen corrupto y autoritario, forjando una alianza con el sector privado, acallando a los cr¨ªticos y desarrollando una gesti¨®n populista hacia los sectores m¨¢s desfavorecidos. Adem¨¢s, se asegur¨® la obediencia de la Jefatura del Ej¨¦rcito y de la Polic¨ªa Nacional y a golpe de decretos estableci¨® una relaci¨®n directa con los mandos de seguridad, garantiz¨¢ndose su lealtad. Tras doce a?os de desmanes, los nicarag¨¹enses mostraron su hartazgo el pasado abril, cuando salieron a las calles en protestas masivas, exigiendo el fin del "orteguismo". Ortega respondi¨® con un brutal represi¨®n.

Exiliada sale en un momento en el que Nicaragua se encuentra en medio de la peor crisis pol¨ªtica desde el fin de la guerra civil de los a?os ochenta, durante el primer mandato de Ortega, quien ha manejado los hilos del poder en este pa¨ªs desde hace 40 a?os. La represi¨®n gubernamental, desatada el pasado abril, ha dejado m¨¢s de 300 muertos constatados por la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), 700 presos pol¨ªticos y miles de exiliados. Un informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH. se?ala que durante la represi¨®n se habr¨ªan cometido cr¨ªmenes de lesa humanidad. Justamente por eso es que Z¨²?iga ha decidido no presentarlo en el pa¨ªs. ¡°No tengo planes de presentarlo en Nicaragua porque no hay condiciones para hacerlo. Por cosas mucho menores hay gente que la meten a la c¨¢rcel¡±, asegura. Tras el festival en Toronto, sin embargo, afirma que el corto ser¨¢ exhibido en otros pa¨ªses y luego estar¨¢ disponible en l¨ªnea. ¡°Esta reflexi¨®n es para el mundo entero, pero para m¨ª lo m¨¢s importante es que llegue a los nicarag¨¹enses¡± , dice.