Paseo por la sencillez del maestro Rodrigo
Una exposici¨®n en la Biblioteca Nacional recorre la vida del autor del 'Concierto de Aranjuez', fallecido hace dos d¨¦cadas
No solo fue el autor de Concierto de Aranjuez (1938). De hecho, el compositor valenciano Joaqu¨ªn Rodrigo (1901-1999)?ni siquiera lleg¨® a considerar a su obra m¨¢s conocida entre sus predilectas. Ese lugar privilegiado lo reserv¨® para su C¨¢ntico de la esposa (1934),?Fantas¨ªa para un gentilhombre (1954)?y?la serie de trabajos que realiz¨® conjuntamente con su mujer, la pianista de origen turco Victoria Kamhi, pilar fundamental en su desarrollo art¨ªstico. La significaci¨®n que otorgaba el maestro Rodrigo a cada una de sus piezas es uno de los hilos principales que recorre la exposici¨®n El paisaje ac¨²stico de Joaqu¨ªn Rodrigo, inaugurada ayer en la Biblioteca Nacional, abierta al p¨²blico hasta el 8 de septiembre y con la que se conmemora el vig¨¦simo aniversario del fallecimiento del compositor de Sagunto.
La muestra, comisariada por Walter Aaron Clark y Ana Benavides, pretende reflejar el perfil interdisciplinar del creador. Por ello, abunda en su dimensi¨®n interpretativa y su estrecha relaci¨®n con grandes figuras literarias de su tiempo, con las que lleg¨® a colaborar. Rodrigo, asiduo de tertulias intelectuales, compuso m¨²sica para versos de Gerardo Diego, y el poeta sevillano Manuel Machado lleg¨® a dedicarle un poema. El autor valenciano tambi¨¦n realiz¨® incursiones en el cine. El cartel con el que se anunci¨®?El hereje (1957), pel¨ªcula dirigida por Francisco de Borja y en la que Rodrigo compuso la m¨²sica, es uno de los objetos de la exposici¨®n que recuerdan este inter¨¦s.
Diversas fotograf¨ªas de todas las etapas de la vida del m¨²sico salpican cada una de las seis estancias en las que se divide la muestra, que tambi¨¦n transmite la imagen del maestro Rodrigo m¨¢s popular. El pasodoble que compuso para el torero Paco Alcalde, cuando este debut¨® sobre los ruedos, es uno de los ejemplos que ilustran la vertiente costumbrista del hombre sencillo que pretende presentar la exposici¨®n.
Pero si bien el compositor supo contemporizar con su ¨¦poca, los comisarios resaltaron tambi¨¦n su capacidad de empatizar con los j¨®venes. As¨ª, algunas de las declaraciones de Rodrigo pudieron parecer revolucionarias en su tiempo. ¡°Doy siempre la raz¨®n a la juventud. Creo a los j¨®venes actuales¡±, recoge uno de los carteles exhibidos en la parte final del recorrido. La muestra concluye con un busto del m¨²sico frente al cuadro Jard¨ªn de la Casa Sorolla (1918-19), en el que el pintor valenciano representa los verdes patios de una de sus residencias. Los comisarios cumplen as¨ª con la voluntad del maestro, que al aproximarse su centenario?declar¨® que le gustar¨ªa que le hicieran estatuas conmemorativas, pero siempre junto a una fuente. Ese es justamente uno de los motivos del cuadro.
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