El Primavera Sound se abre por primera vez al reguet¨®n
El festival 'indie' de referencia acent¨²a su sinton¨ªa con el siglo XXI sin olvidar sus ra¨ªces
A punto de cumplir 20 a?os, el Primavera Sound afronta una de las ediciones m¨¢s determinantes de su existencia, aquella en la que los perfiles indies de la programaci¨®n ya no definen su personalidad. En una evoluci¨®n comenzada a?os atr¨¢s, punto de inflexi¨®n con Kendrick Lamar en 2014, el festival abraza los nuevos estilos que hoy pautan el consumo musical, abri¨¦ndose a un p¨²blico m¨¢s joven que ser¨¢ quien lo mantenga demogr¨¢ficamente en los pr¨®ximos a?os. Tomado por su guardia pretoriana como referencia de la m¨²sica indie, aquella que se manifestaba por medio de las guitarras el¨¦ctricas y un discurso introspectivo marcado por el ¡°yo¡±, los nuevos tiempos resit¨²an el papel de la guitarra, Gibson y Fender tienen cuentas de resultados claramente a la baja en los ¨²ltimos a?os, y saludan sonidos m¨¢s expansivos que sin olvidar el ¡°yo¡± tienen la colectividad como destinataria. O el festival se envuelve en la bandera del indie y aguanta como Custer en Little Big Horn o toma el pulso de los nuevos tiempos encajando las cr¨ªticas de los m¨¢s viejos del lugar.
Porque en los nuevos tiempos los artistas ya no aspiran a ser los mejores del underground, los m¨¢s malditos o los menos comprendidos, ahora se trata de conectar con el p¨²blico a trav¨¦s del ¨¦xito, que ya no se interpreta necesariamente como resultado de la renuncia a la calidad. Nada que ver con la situaci¨®n de hace 20 a?os, cuando nac¨ªa ese Primavera al que hoy acusan los guardianes de las esencias de haberse y, principalmente haberles, traicionado. En realidad, lo que diferencia sustancialmente esta edici¨®n del festival de las anteriores es la incorporaci¨®n de figuras del reguet¨®n, un estilo tan dif¨ªcil de orillar como el punk en 1977. Negarse a esta evidencia es dar la espalda a un mundo en el que la m¨²sica latina mira por vez primera a la cara a la anglosajona, en el que las descargas y el consumo de m¨²sica en la red supera a las ventas f¨ªsicas (el reguet¨®n se consume en youtube y streaming) y en donde los m¨¢s j¨®venes han dicho que su m¨²sica es esta, una de las m¨²sicas que se han agrupado bajo la equ¨ªvoca definici¨®n de m¨²sicas urbanas que engloba tambi¨¦n al trap, el hip-hop, el dancehall, la electr¨®nica y el rhythm and blues.
Visto el panorama, el Primavera Sound ha ido reforzando desde hace varias ediciones los sonidos negros, los grandes ausentes en sus primeras ediciones, aquellas s¨ª blancas y con guitarras, y la electr¨®nica, que se puede decir que ya cuenta con un festival dentro del festival, ubicado en la playa del Bes¨®s. En un momento de est¨¦ticas cambiantes e irrupci¨®n de nuevos sonidos, mantenerse apegados a la Biblia no comporta m¨¢s que una rigidez que evitar¨ªa competir no ya con el S¨®nar, festival ya consolidado con su propio espacio, sino con la creciente oferta de los festivales de Madrid, alguno de los cuales parece nacido a golpe de talonario en proyectos de trasfondo gal¨¢ctico. Es eso lo que se juega en el mapa de los festivales, comprobar quien mantiene su personalidad adapt¨¢ndose a unos tiempos cambiantes y consolidarse como referencia peninsular. Y para lograrlo no se puede contar solo con el p¨²blico que supera la treintena y s¨®lo cree en Nick Cave, Arcade Fire y The National.
Seg¨²n los datos de la organizaci¨®n del festival, esta evoluci¨®n art¨ªstica, para algunos demasiado brusca, no ha tenido efectos perniciosos en la venta de entradas. Si bien los primeros datos permit¨ªan incluso augurar una renovaci¨®n bastante profunda del p¨²blico, esta parece haberse templado en las ¨²ltimas semanas de ventas y no parece que a simple vista se vaya a percibir visualmente la presencia de una asistencia muy distinta a la de previas ediciones. Incluso en t¨¦rminos estrictamente de ventas, desde la organizaci¨®n ya aseguran que el s¨¢bado ser¨¢ el d¨ªa m¨¢s concurrido en la historia del festival, jornada en la que actuar¨¢n J Balv¨ªn, estrella del reguet¨®n; Rosal¨ªa, que tras haber deslumbrado en el festival hace dos a?os en formato flamenco, viene a comprobar su tir¨®n internacional en un festival con m¨¢s del 50% de p¨²blico extranjero; Solange, protagonista de un deslumbrante concierto ofrecido en el mismo Primavera hace tambi¨¦n dos a?os; James Blake y su posdubstep, DJ Playero y su reguet¨®n y Nathy Peluso, nueva estrella de la latinidad callejera. Son algunos de los nombres de un cambio que ha tra¨ªdo la paridad al cartel con una colecci¨®n de divas de primera divisi¨®n encabezada por Erykah Badu o Janelle Mon¨¢e; mucho hip-hop con Nas, Future o Danny Brown, electr¨®nica con figuras cl¨¢sicas como Richie Hawtin y guitarras, que s¨ª, las hay, con nombres m¨¢s afines a lo que hab¨ªa sido el festival como Suede, Jarvis Cocker, Low, Primal Scream, Interpol, Stereolab o Soccer Mommy conviviendo con Miley Cyrus, Carly Rae Jepsen, La Zowi y Ivy Queen.
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