Del Primavera Sound a la industria: ?d¨®nde est¨¢n las mujeres?

En 2017, solo un 15% de los artistas que actuaron en los principales festivales de m¨²sica espa?oles eran o incluyeron mujeres. Es un dato de un estudio que lanz¨® Ticketea el pasado a?o, us¨® sus propios datos para hacer un an¨¢lisis de la presencia femenina en 20 eventos musicales: solo 154 de los 1.006 artistas confirmados en esas citas eran mujeres.

No es ninguna novedad que la brecha de g¨¦nero afecta a todos los ¨¢mbitos, entre ellos a la cultura, y, con un panorama social tan encendido, estas cifras resultan cada vez m¨¢s incomprensibles. ?Lo bueno? Que se van viendo intentos por parte de organizadores y promotores por lograr cierto equilibrio. En el Primavera Sound, que termin¨® este pasado fin de semana, empiezan a nivelar esa brecha: seg¨²n Mujeres y M¨²sica, en la edici¨®n de 2017 hubo 348 hombres y 50 mujeres, un 12,56%. Este a?o, el porcentaje de representaci¨®n femenina ha llegado al 20,64%. Este a?o encabezaron el cartel artistas como Bj?rk, Jane Birkin, Haim y Fever Ray; tambi¨¦n Lorde, Maria Arnal, Hinds o Jorja Smith.

Una mejora que, en el caso del Primavera Sound, ha contado con otros cambios o iniciativas que dan forma y fondo a esta conciencia. La primera es la medida adoptada por el festival en contra del acoso y las agresiones sexuales; ha sido el primero en Espa?a en poner en marcha un protocolo de prevenci¨®n y actuaci¨®n contra estas violencias sexuales.

La segunda fue la entrega del galard¨®n Primavera Award a la asociaci¨®n Mujeres de la Industria de la M¨²sica (MIM), que desde septiembre de 2016 lucha por la igualdad efectiva de mujeres y hombres en este sector. Almudena Heredero, directora del Primavera Pro (punto de encuentro global entre expertos de la industria y m¨²sicos), explic¨® a los medios que ¡°MIM no se basa solamente en la queja y la denuncia de una situaci¨®n de desigualdad, sino que dedica su esfuerzo a lo proactivo, encontrando maneras de hacer viables aquellos proyectos musicales gestionados por mujeres y que trabajan en la integraci¨®n de estas en la escena musical¡±.

Lorena Jim¨¦nez, otra de las socias de MIM y una de las responsables de la agencia de comunicaci¨®n La Trinchera, explica que esta asociaci¨®n surgi¨® de una reuni¨®n de treinta mujeres del sector musical que pusieron en voz alta muchos sentimientos que todas viv¨ªan a la vez. ¡°De esa reuni¨®n, hace dos a?os, hasta ahora, ha habido una visible y palpable evoluci¨®n. Eso me emociona¡±, declara. Para ella lo fundamental es que en los festivales de m¨²sica todo el mundo se est¨¢ planteando la cuesti¨®n de la presencia de mujeres. ¡°Otra cosa es con qu¨¦ medios dispones y en qu¨¦ grado te quieres implicar. Creo que ya se ha sembrado la semilla y cada vez hay m¨¢s festivales que lo tienen como una prioridad¡±.

Declara abiertamente que ahora la lucha va por otro lado, el que no se ve: las mujeres t¨¦cnicas y que forman parte de las organizaciones. En ese sentido Jim¨¦nez explica que ser¨ªa id¨ªlico que la pol¨ªtica de cuotas no existiera pero que hoy por hoy son necesarias por la falta de paridad entre mujeres y hombres; algo que tienen muy presente las nuevas generaciones. Desde este colectivo, cuyo m¨¢ximo objetivo es desaparecer porque significar¨¢ que han conseguido la igualdad, est¨¢n preparando el primer estudio de g¨¦nero dentro de la industria musical junto a algunas universidades y llevando a cabo muchos talleres y conferencias sobre por qu¨¦ desaparecen de la escena musical varias mujeres durante la adolescencia.

Sobre c¨®mo ve el presente y el futuro, Jim¨¦nez lo tiene muy claro: ¡°Nosotras ya hemos hecho este camino y los hombres tambi¨¦n lo tienen que hacer. ?Tienen que ponerse las pilas muy r¨¢pido!. Entiendo que para ellos hay una parte educacional en la que tambi¨¦n tienen que aprender a manejarse en este entorno, pero tienen un camino muy importante: ser feministas de verdad¡±.

M¨¢s all¨¢ del premio otorgado a MIM, la propia organizaci¨®n del festival admit¨ªa ser consciente de la brecha de g¨¦nero que a d¨ªa de hoy sigue habiendo en la industria de la m¨²sica. Joan Pons, jefe de prensa y comunicaci¨®n del Primavera Sound, asegura que la forma de gestionar la presencia de mujeres en el festival a lo largo de las ediciones ha pasado por ¡°tomar conciencia de que, quiz¨¢ por una inercia acumulada de la que costaba darse cuenta, hab¨ªa un agravio comparativo con la presencia masculina en el mismo cartel¡±. "Pas¨® de ser algo en lo que quiz¨¢ ni se pensaba a algo a tener presente en cada reuni¨®n de programaci¨®n¡±.

Este acto de sinceridad no deja de ser atrevido y honesto, pero inevitablemente deja entrever algunas de las l¨®gicas que hasta hace relativamente poco segu¨ªan imperando en algunas de las organizaciones m¨¢s importantes a nivel internacional. Con tal de minimizar la brecha de g¨¦nero en el festival, Pons explica que ¡°la idea general es que en cada escenario y slot haya un grupo femenino¡±. Adem¨¢s, admite que eso posibilita que quienes decidan hacer una cobertura de artistas femeninas la puedan hacer sin que eso implique ver ¨²nicamente tres conciertos a primera hora. Y la cosa va ¡°m¨¢s all¨¢ de lo cuantitativo, del porcentaje¡±. Matiza Pons que lo cualitativo tambi¨¦n importa. Con ello se refiere a la visibilidad que da un escenario u otro. ¡°En este sentido, la presencia en los dos escenarios principales es del 50%¡±, dice.

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Por su parte, Gema del Valle ¡ªcodirectora de Subterfuge Records¡ª tambi¨¦n habla de esa evoluci¨®n experimentada en la industria musical y explica que a nivel creativo desde los comienzos han trabajado con una gran cantidad de mujeres (Undershakers, Los Fresones Rebeldes, Dover, Marlango, Najwa¡­). Ahora, varios a?os despu¨¦s, siguen trabajando junto a muchas mujeres artistas, entre ellas Anni B Sweet o Soledad V¨¦lez.

Volviendo al Primavera Sound, cuando le preguntamos c¨®mo vive la brecha de g¨¦nero en este festival, afirma: ¡°La brecha existe en el mercado, en los consumidores y en la sociedad. Los festivales s¨®lo son el reflejo de las demandas del p¨²blico. No me parece criticable su cartel ni me parece justo venirles con exigencias de paridad. Son empresas privadas que son el reflejo del mercado y de los gustos de su p¨²blico¡±. Una necesaria reflexi¨®n que nos lleva m¨¢s all¨¢ de las meras cr¨ªticas a los programadores de los festivales: ¡°Los festivales viven de vender entradas y contratan las propuestas que creen que les van a ayudar a esto, sean hombres o mujeres. Hay que buscar culpables en los planes de educaci¨®n, en algunos mensajes de los medios de comunicaci¨®n (que siempre miden con mayor exigencia los proyectos musicales femeninos) y en lo que se inculca en cada casa para responder a por qu¨¦ no hay m¨¢s mujeres en la m¨²sica, en los festivales o en la industria. Est¨¢ muy bien protestar y sacar porcentajes que se?alen la falta de presencia femenina, son ejercicios necesarios que debemos hacer. Pero hay que ir a la ra¨ªz del problema, no a su consecuencia¡±.

As¨ª, seguramente el recorrido que queda por hacer hasta llegar a la paridad deba seguir pasando por la revisi¨®n de los modelos establecidos y las apolog¨ªas dominantes; por una subsanaci¨®n social que haga uso de la micropol¨ªtica planteada por F¨¦lix Guattari y devuelva a la arena de lo pol¨ªtico el ¨¢mbito familiar, laboral, institucional o escolar, entre muchos otros. Que siga la revoluci¨®n.