Canteros gallegos para el Capitolio
Los artesanos de la escuela p¨²blica de Pontevedra, presentes en la restauraci¨®n del Congreso de EE UU y el Big Ben, esperan noticias de Notre Dame y un reconocimiento oficial de su t¨ªtulo
"Somos la ¨²nica escuela p¨²blica de piedra en Espa?a, y en Europa poco hay que se le parezca; tenemos unas instalaciones incre¨ªbles, enormes, de 26.000 metros cuadrados; y capacidad para un centenar de alumnos. Pero solo est¨¢n matriculados 12", lamenta la directora de la Escola de Canter¨ªa de Pontevedra, Concepci¨®n L¨®pez Paz. La joya de la diputaci¨®n provincial, fundada en 1979, originalmente como centro dependiente del Ministerio de Cultura, ha formado a cientos de canteros que trabajan desde hace a?os en la Sagrada Familia, tanto en Barcelona como en las empresas gallegas que surten de elementos arquitect¨®nicos las obras del templo de Gaud¨ª. Tambi¨¦n se encargan del lifting al que se somete actualmente la catedral de Santiago para lucir lozana en el Xacobeo del a?o 2021. Hay exalumnos trabajando en Suiza, en las restauraciones de la catedral de Westminster y el Big Ben en Londres, y desde junio de 2017 un par de pupilos contratados por la compa?¨ªa Lorton Stone renuevan capiteles y bala¨²stres en el Congreso de EE UU, el famoso Capitolio.
L¨®pez Paz anuncia que la escuela ha recibido ahora una nueva solicitud de la empresa encargada de estas obras en Washington D. C., y que otros dos maestros canteros labrados en el centro gallego arreglan el papeleo para emigrar. Mientras tanto, la directora sigue atenta las noticias que, ¨²ltimamente a cuentagotas, van saliendo sobre Notre Dame, despu¨¦s de la carta del Ayuntamiento de Par¨ªs que recibi¨® la presidenta de la diputaci¨®n, la socialista Carmela Silva, a mediados de junio.
Alumnos y exalumnos pelean desde hace a?os para que la Xunta reconozca sus diplomas de cantero y maestro cantero
Era la respuesta a una misiva anterior enviada previamente por Silva a la alcaldesa de la capital francesa, Anne Hidalgo. Tras el incendio de la catedral g¨®tica, la pol¨ªtica gallega escribi¨® a la regidora para ofrecerle manos salidas de la escuela provincial, enumerando algunas de las grandes obras en las que participaban sus curtidos canteros. La propuesta, que en realidad hab¨ªa sido idea de algunos exalumnos, tuvo pronto contestaci¨®n. Una carta firmada por Patrizzianna Thiellay, delegada general de Relaciones Internacionales del Ayuntamiento de Par¨ªs, respond¨ªa que su Administraci¨®n tomaba "nota" y contactar¨ªa nuevamente con la diputaci¨®n tras recopilar ¡°una mayor informaci¨®n sobre la evaluaci¨®n de las necesidades existentes¡±.
La propuesta "nos ha emocionado", "la agradecemos muy profundamente", segu¨ªa el escrito del Consistorio parisino, que en este caso podr¨ªa tender puentes, pero que no es el directo responsable de las obras que en el futuro se acometan en Notre Dame. La catedral todav¨ªa puede pasar varios meses en fase de apuntalamiento, bajo el mando, junto con la posterior restauraci¨®n, de Philippe Villeneuve, arquitecto jefe de los Monumentos Hist¨®ricos de Francia. "Es un deber que un d¨ªa esta joya vuelva a resplandecer en el coraz¨®n de la Ciudad de la Luz", conclu¨ªa Thiellay su carta de agradecimiento a Pontevedra.
Seg¨²n Concepci¨®n L¨®pez, en Espa?a, en lo que se refiere "a piedra", no hay "nada igual" a la Escola de Canteiros. "Lo m¨¢s parecido", dice, "es la Escuela de M¨¢rmol de Fines, en Almer¨ªa", que depende del Gobierno andaluz. En el centro pontevedr¨¦s, ubicado en el municipio de Poio, un ayuntamiento vecino de la capital provincial, se imparten cinco cursos, los tres primeros a?os para formarse como cantero y los dos ¨²ltimos, como maestro. Nueve profesores se reparten las disciplinas de canter¨ªa, modelado, escultura, historia del arte, dibujo t¨¦cnico y dibujo art¨ªstico.
Al a?o no hay que pagar "m¨¢s que 114 euros de matr¨ªcula", asegura la directora, pero a¨²n as¨ª, y aunque el curso pasado hab¨ªa alumnos de otras zonas de Espa?a como Navarra o Zamora, escasean los candidatos. La causa, seg¨²n denuncian los propios exalumnos, est¨¢ en el bloqueo que sufre la homologaci¨®n de su t¨ªtulo, lo que a la hora de trabajar se traduce en "intrusismo" y sueldos muy bajos.
Con un presupuesto que en este ejercicio ronda los 800.000 euros y busca dar pasos hacia la validaci¨®n del t¨ªtulo oficial, la escola promueve sucesivas campa?as para atraer a m¨¢s disc¨ªpulos, mientras alumnos y exalumnos pelean desde hace a?os para que la Xunta reconozca sus diplomas de cantero y maestro cantero como ciclos formativos de grado medio y superior. A finales de junio el PP vot¨® en contra en una comisi¨®n del Parlamento gallego, y la Asociaci¨®n de Canteiros de Poio reproch¨® al partido de N¨²?ez Feij¨®o su falta de compromiso con un colectivo que "crea y restaura el patrimonio gallego e internacional".
Pero el grupo sigue movilizado, recoge firmas y organiza protestas, y mientras tanto los profesionales cincelados en la escuela posan sus ojos fuera del pa¨ªs. Cuando marcharon a Washington, Francisco Castro y Manuel Rial se decidieron por la promesa de un sueldo que "multiplicaba" sus aspiraciones en Espa?a. Como dec¨ªa un profesor, los dos dejaron atr¨¢s a sus familias huyendo de la "precariedad", y de esa espiral sin fin de "las subcontratas de las subcontratas" que aqu¨ª los maestros canteros se topan a pie de andamio en cualquier obra; tambi¨¦n en lo m¨¢s alto de los pin¨¢culos de una bas¨ªlica.
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