Navajas, traiciones y la pesadilla del d¨ªa a d¨ªa con Antonio Vega: confesiones del cazatalentos n¨²mero uno del pop-rock espa?ol
Protagonista estelar en los ochenta y noventa, el cordob¨¦s Paco Mart¨ªn festej¨® la vida a diario mientras impulsaba la carrera de los artistas m¨¢s escuchados. Una vez retirado, habla con pasi¨®n y libertad de las luces y sombras de aquella ¨¦poca
Tiene 66 a?os y 75 tatuajes distribuidos por todo el cuerpo. Se levanta el brazo y muestra varios: la firma de Joaqu¨ªn Sabina, otro de Dani Mart¨ªn (¡°¨¦l tiene uno m¨ªo¡±, apunta) y alguno que est¨¢ difuminado en un intento por borrarlo. Esos son de gente que considera que le ha traicionado. As¨ª es Paco Mart¨ªn: un hombre que sella la amistad con sangre y cuando detecta una deslealtad no admite el perd¨®n. No hay franjas intermedias: o est¨¢s a su lado o contra ¨¦l. Durante 40 a?os esta ha sido la ley del cazatalentos (AR, en la terminolog¨ªa de la industria) con m¨¢s n¨²meros uno del pop-rock espa?ol.
Se hizo millonario con su discogr¨¢fica independiente y se arruin¨® al invertir en otra. Enrique Urquijo le prest¨® dinero para que remontase. Volvi¨® a ganar millones, y otra vez llegaron los n¨²meros rojos. Esta vez fue Joaqu¨ªn Sabina el que sali¨® al rescate. ¡°A los dos se lo devolv¨ª inmediatamente¡±, dice hoy Mart¨ªn (Santaella, C¨®rdoba, 1953), sentado en una terraza de Madrid (donde vive a las afueras, en un adosado; tambi¨¦n posee un palacete del siglo XVIII en C¨®rdoba), con la mascarilla en la barbilla mientras apura un caf¨¦. ?l fue el descubridor o impulsor de las carreras de Celtas Cortos, Antonio Vega, Tam Tam Go!, El Canto del Loco, Los Secretos, Joaqu¨ªn Sabina, Pistones, Rosendo Mercado, Estopa, Hombres G, Ilegales, Ska-P, Antonio Flores, Pereza¡ Fund¨® Rock-Ola, mont¨® tres compa?¨ªas independientes (MR, Twins y Pasi¨®n) y fue director art¨ªstico de tres multinacionales (RCA, Sony y Universal).
El d¨ªa a d¨ªa con Antonio era insoportable, una tortura psicol¨®gica. Todos los d¨ªas ¨¦l y su mujer me ped¨ªan 50.000 pesetas. ?Diarias! Yo ten¨ªa miedo de ir a la oficina porque siempre estaba ¨¦l en la recepci¨®n para pedirme dinero
Ve¨ªa el talento donde no lo detectaba nadie. Engatusaba a los artistas, se pon¨ªa a su nivel, consum¨ªa la noche con ellos. Excocain¨®mano, sus formas pasionales consiguieron los mismos adeptos que detractores. Hoy, despu¨¦s de seis a?os alejado de la m¨²sica, recientemente abuelo, hace balance de una ¨¦poca dorada, los ochenta y los noventa, cuando m¨¢s discos vendi¨® el pop-rock espa?ol, unas d¨¦cadas de las que es protagonista estelar.
Pregunta. A usted un grupo le sac¨® una navaja en su despacho.
R. Un momento de terror. Fue con Eskorbuto. Iosu y Juanma [los l¨ªderes de la m¨ªtica banda punk vasca] me hab¨ªan pedido anticipos en alguna ocasi¨®n, pero nunca en un estado tan violento como aquella vez. Creo que ese d¨ªa ven¨ªan con el mono. Fue terrible. Entraron en mi despacho y me pusieron una navaja en el cuello. Llam¨¦ al contable y le dije que fuese al banco y sacase 50.000 pesetas [300 euros de los ochenta]. Estuvimos all¨ª sentados, ellos con la navaja, hasta que vino el dinero.
P. Era un rom¨¢ntico de la m¨²sica y se encuentra con episodios como este¡
R. Tan violentos solo he tenido ese. Luego he vivido situaciones complicadas con artistas metidos en el tema de la hero¨ªna, cuando te piden constantemente dinero y t¨² tienes que poner fin porque si no te arruinas. De hecho, mi compa?¨ªa Pasi¨®n, que iba como un tiro, se arruin¨® por los problemas de artistas que ten¨ªan adicciones muy caras y no pod¨ªamos mantenerlas. En dos a?os de vida en Pasi¨®n sacamos discos de Extremoduro (Somos unos animales, 1991), Antonio Vega (No me ir¨¦ ma?ana, 1991), Los Rodr¨ªguez (Buena suerte, 1991) y Lole y Manuel (Cantan a Manuel de Falla, 1992)¡ Editamos seis ¨¢lbumes y cuatro fueron n¨²mero uno. Pero cuando tienes un problema con alguien que es adicto¡ La droga es un pozo sin fondo.
P. ?C¨®mo era trabajar con Antonio Vega en los noventa?
R. Muy dif¨ªcil. A Antonio le he considerado mi amigo, desde la ¨¦poca de Nacha Pop. Era un t¨ªo muy sensible, t¨ªmido y buen deportista. Iba andando desde la Piovera a General Per¨®n [ambos en Madrid], donde ensayaba Nacha Pop. Ser¨¢n 10 kil¨®metros. Le encantaba la escalada. Despu¨¦s entr¨® en el mundo oscuro de la droga.
Yo era igual que ellos, pero cumpl¨ªa. No ve¨ªa a Antonio [Vega] y a Enrique [Urquijo] como un problema por el tema de la droga. Porque nos drog¨¢bamos juntos. Yo miraba su talento. Pero con Antonio se complic¨® despu¨¦s todo
P. ?C¨®mo gestion¨® esa situaci¨®n?
R. Por comparar: Enrique Urquijo era comprometido y cumpl¨ªa siempre. Enrique era fant¨¢stico. Me acuerdo de que un mes no ten¨ªa para pagar a los empleados de Pasi¨®n. Enrique se enter¨® y me prest¨® cuatro millones de pesetas [24.000 euros de los noventa]. Ese era Enrique Urquijo. Eso jam¨¢s lo hubiese hecho Antonio Vega, que si pod¨ªa te lo quitaba todo. El d¨ªa a d¨ªa con Antonio era insoportable, una tortura psicol¨®gica. Todos los d¨ªas ¨¦l y su mujer me ped¨ªan 50.000 pesetas. ?Diarias! Yo ten¨ªa miedo de ir a la oficina porque siempre estaba ¨¦l en la recepci¨®n para pedirme dinero. Para mantener a Antonio tuve que pedir dos cr¨¦ditos al banco.
P. ?C¨®mo logr¨® que grabase ¡®No me ir¨¦ ma?ana¡¯?
R. Tardamos cinco meses en hacerlo. Cost¨® much¨ªsimo. Ten¨ªamos los mejores estudios alquilados y no aparec¨ªa en dos semanas. Eso agota el sentimiento de cari?o por una persona. Y yo a Antonio lo adoraba como artista. Creo que No me ir¨¦ ma?ana es el disco m¨¢s bello del pop espa?ol de los noventa.
P. Pero usted tambi¨¦n consum¨ªa...
R. Yo era igual que ellos, pero cumpl¨ªa. No ve¨ªa a Antonio y a Enrique como un problema por el tema de la droga. Porque nos drog¨¢bamos juntos. Yo miraba su talento. Pero con Antonio se complic¨® despu¨¦s todo.
P. ?C¨®mo se libr¨® de la droga dura?
R. Yo tomaba, pero cuando tienes un hijo¡ Los hijos te dan una fuerza sobrenatural para conseguir cosas. Lleg¨® un momento de mi vida en el que me dije que ten¨ªa que parar. Me replante¨¦ todo. Consum¨ªa sobre todo coca¨ªna. No me cost¨® mucho dejarlo. Lo que me cost¨® fue lo que tuve que hacer: perd¨ª mis relaciones porque todos estaban en ese ambiente y estuve cinco a?os sin salir de casa por las noches. Llam¨¦ a mis amigos y se lo dije: que no se lo tomaran a mal, pero que no iba a salir. Si sal¨ªa una noche iba a caer. La ayuda fueron mis tres hijos y mi mujer [Loli, con la que lleva 40 a?os]. Lo dej¨¦ hace 25 a?os.
La m¨²sica de los ochenta era una verdadera mierda. De 200 canciones no salv¨® ni diez
Paco Mart¨ªn lleg¨® a Madrid desde su pueblo cordob¨¦s, Santaella, con 14 a?os junto a su familia: el padre electricista, la madre ama de casa. Enseguida se puso a trabajar para llevar algo de dinero a casa. Era necesario. De repartidor o limpiando almacenes. Pero su pasi¨®n era la m¨²sica y quer¨ªa trabajar en una discogr¨¢fica para fichar a los mejores. Una ma?ana se plant¨® en las oficinas de la compa?¨ªa Polygram. Acudi¨® todos los d¨ªas durante una semana. Se quedaba en el vest¨ªbulo, esperando. Hasta que consigui¨® trabajo de botones, ¡°por pesado¡±. A los seis meses llevaba el departamento de promoci¨®n. Eran los inicios de los ochenta. ¡°Yo estaba siempre en los locales de Tablada con Los Secretos, Nacha Pop, los Pistones, Radio Futura¡ Muchas maquetas de aquellos grupos las pagu¨¦ yo para que las escucharan los jefes de Polygram, pero se re¨ªan de m¨ª. Dec¨ªan que era una moda pasajera que no iba a ninguna parte. Ninguno de los que est¨¢bamos all¨ª nos mov¨ªamos para triunfar o vivir de esto. Lo hac¨ªamos por ilusi¨®n y por divertirnos. Y ¨¦ramos tremendamente felices¡±.
P. ?Se tiene mitificada a la m¨²sica de los ochenta en Espa?a, era tan buena?
R. La m¨²sica de los ochenta era una verdadera mierda. De 200 canciones no salv¨® ni 10. Quitas a Antonio Vega, a Enrique Urquijo, a Joaqu¨ªn Sabina, a Manolo Garc¨ªa y m¨¢s tarde a Alejandro Sanz¡ Y, a partir de ah¨ª, pasa a una segunda divisi¨®n. La mayor¨ªa de los grupos no sab¨ªan tocar. Se mitifican canciones que eran muy malas.
P. Entre ellas algunas que public¨® usted¡
R. Por supuesto. Yo soy el primero que edit¨® cosas que eran verdaderas calamidades musicales. No le voy a decir nombres. Tengo el m¨¦rito de haber sacado las canciones m¨¢s bellas de los ochenta y tambi¨¦n algunas horripilantes.
P. ?En qu¨¦ consist¨ªa ¡®el toque¡¯ Paco Mart¨ªn, por qu¨¦ casi siempre acertaba y consegu¨ªa n¨²meros uno?
R. Yo creo que es el instinto. Siempre he tenido un punto especial para saber lo que iba a ser un ¨¦xito. Por ejemplo, cada cinco a?os surge un grupo de fans, tipo Hombres G o El Canto del Loco. Y grupos de fiesta siempre son necesarios, como Celtas Cortos o Ska-P. Yo no era nada sin los artistas. Lo que yo consegu¨ªa era detectar el talento y potenciarlo. Pero, ojo, he tenido tantos, o m¨¢s, fracasos que ¨¦xitos.
P. Consigui¨® que Andy y Lucas vendiera miles de discos.
R. A Andy y Lucas no los quer¨ªa nadie en la compa?¨ªa. Me empe?¨¦ yo. Y vendieron 800.000 ejemplares. A m¨ª no me gustaban Andy y Lucas, pero sab¨ªa que iba a ser un pelotazo por el tema del fen¨®meno fan. Me pagaban para que generara dinero.
P. Entonces, ?es el responsable de que un mont¨®n de espa?oles hayan comprado m¨²sica mediocre?
R. S¨ª. Ll¨¢melo de esa manera. Para alguien puede ser m¨²sica mala, pero no para los 800.000 que la han comprado. ?Qu¨¦ es calidad, Nacha Pop, que iban a verlos 3.000 personas, o Andy y Lucas, que llenaban plazas de toros?
Ninguno de los que est¨¢bamos all¨ª nos mov¨ªamos para triunfar o vivir de esto. Lo hac¨ªamos por ilusi¨®n y por divertirnos. Y ¨¦ramos tremendamente felices
P. Hay una reflexi¨®n en su libro de memorias, ¡®El ni?o que so?aba con ser m¨²sico¡¯, que me gustar¨ªa que comentase: ¡°De un artista no debes fiarte nunca ni creer en su palabra¡±.
R. Es cierto. Las mayores decepciones me las he llevado con los artistas porque he cre¨ªdo que eran mis amigos. Pasaba m¨¢s tiempo con los artistas que con mi mujer. Les di todo y piensas que ellos te van a corresponder. Pero no es as¨ª. Ellos te quieren por un inter¨¦s: que t¨² les ayudes a ser una estrella. Cuando ya no est¨¢s con ellos se olvidan. Todos los artistas me han fallado en lo emocional, posiblemente porque exijo mucho. Lo que yo doy es lo que exijo. Si yo te quiero de verdad, no me quieras por el inter¨¦s. El ¨²nico tipo que no me ha fallado es Manolo Garc¨ªa. Jam¨¢s en 40 a?os.
P. ?Habla actualmente con alguno de los m¨²sicos con los que trabaj¨®?
R. Llevo seis a?os sin recibir ni una llamada. Solo me llama uno, Manolo Garc¨ªa. La semana pasada, por ejemplo: ¡°Paco, s¨¦ que tienes problemas con los pulmones [padece un enfisema y solo posee el 50% de la capacidad pulmonar]. C¨®mo est¨¢s llevando lo del coronavirus¡±.
P. Usted tambi¨¦n ha sido un tipo dif¨ªcil con el que trabajar.
R. Yo creo que no. Lo que pasa es que cuando gastas tanta energ¨ªa por lo menos quieres algo de gratitud.
P. ?Y esto lo ha descubierto cuando se ha retirado?
R. S¨ª, desde hace seis a?os. Cuando me retiro descubro que he sido una persona utilizada por los artistas para conseguir sus objetivos.
P. Pero usted tambi¨¦n los ha utilizado¡
R. No, a m¨ª me pagaba mi compa?¨ªa.
P. ?Tiene mucho ego?
R. Yo creo que no. Mi mujer dice que por la forma que tengo de hablar puedo aparentar cosas que realmente no lo son. El ego no sirve para nada.
Las mayores decepciones me las he llevado con los artistas porque he cre¨ªdo que eran mis amigos. Ellos te quieren por un inter¨¦s: que t¨² les ayudes a ser artista. Cuando ya no est¨¢s con ellos se olvidan
P. ?Cu¨¢l ha sido el gran pecado de la industria discogr¨¢fica espa?ola?
R. La desuni¨®n. Me parece inveros¨ªmil que una persona como yo, que ha montado tres discogr¨¢ficas independientes y ha producido 200 discos no haya recibido ni una subvenci¨®n. Y eso es porque no hemos estado unidos. No nos alegr¨¢bamos del ¨¦xito de un artista si no era nuestro. Intent¨¢bamos joderlo. El Estado ha ingresado mucho dinero por derechos de autor de conciertos, festivales y venta de discos. El teatro y el cine han recibido muchas subvenciones porque han estado unidos y han presionado. Desde el poder la m¨²sica no se ha considerado cultura.
P. ?Cu¨¢l ha sido la n¨®mina de m¨¢s dinero que ha ingresado?
R. Unos 15.000 euros al mes.
P. ?Cu¨¢ntas veces se ha arruinado?
R. Dos veces.
P. ?Cu¨¢nto se ha gastado en coca¨ªna?
R. No tanto. La ruina no me la caus¨® la droga. Solo durante una ¨¦poca consum¨ªa un gramo o dos diarios. Yo tomaba menos de lo que la gente pensaba. Controlaba bastante.
P. ?Lo pas¨® mal cuando se retir¨®, hace seis a?os?
R. Estuve tres a?os pensando en la falsedad de la gente, la hipocres¨ªa y la traici¨®n. Pero me di cuenta de que me estaba haciendo muy mal a mi salud. Lo pas¨¦ fatal, con tratamiento de m¨¦dicos porque no encontraba una raz¨®n. Lloraba, tomaba muchos antidepresivos. Pero no pod¨ªa seguir as¨ª. Loli, mi mujer, me ayud¨® mucho y mis hijos me dec¨ªan: ¡°Pap¨¢, no puedes seguir as¨ª¡±. Y cambi¨¦. Entend¨ª que la vida es as¨ª, que la gente es capaz de cualquier cosa con tal de conseguir un objetivo. No le importa la dignidad. Yo me he equivocado muchas veces, pero nunca haciendo da?o a nadie. Soy el mayor metepatas del mundo, pero nunca lo he hecho para hacer da?o. Pero llevo tres a?os en los que no pienso en nada de eso. Y soy el t¨ªo m¨¢s feliz del mundo. Acabo de ser abuelo.
P. ?Tiene alg¨²n amigo de verdad en la m¨²sica despu¨¦s de 40 a?os de carrera?
R. No. Los amigos de verdad los tengo, y son los de mi infancia, del pueblo, que no me han fallado nunca. Ahora dedico tiempo a mi familia, un tiempo que antes no les pude ofrecer, por el trabajo. Y me ha llegado la bendici¨®n de mi nieto. He quitado el odio en mi vida. Ha sido un virus y me he librado de ¨¦l.
Y se despide mostrando, en el m¨®vil, uno de los 300 v¨ªdeos que tiene del beb¨¦, Diego.
Babelia
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