Exorcismos, monstruos, venganzas y calidad: el cine surcoreano m¨¢s all¨¢ de ¡®Par¨¢sitos¡¯

El mundo a¨²n se est¨¢ recuperando de la sorpresa que ha supuesto la victoria en los Oscar de Par¨¢sitos, la pel¨ªcula surcoreana dirigida por Bong Joon-ho. Ganadora en el pasado Festival de Cannes de la Palma de Oro, la cinta se ha aupado a la m¨¢s alto del cine mundial sin renunciar a los ingredientes de los que siempre se ha compuesto el cine de su director: denuncia social, humor inc¨®modo (a veces incluso rayando lo desagradable), interpretaciones potentes. Lo cierto es que, aunque hoy Internet est¨¢ llena de b¨²squedas con su nombre, toda una generaci¨®n de directores surcoreanos ha expandido el cine del pa¨ªs en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas.

¡°Corea siempre ha sido un reino cerrado y escondido, ocultado bajo la influencia de Jap¨®n primero y luego por China¡±, explica Enrique Garcel¨¢n, coordinador de CineAsia, revista y empresa que lleva 15 a?os dando a conocer el cine asi¨¢tico en Espa?a. ¡°A Occidente, el primer cine que nos llega es el japon¨¦s, y luego el chino. Eclipsaron el cine coreano. Cuando estas dos potencias dejan en paz a Corea, entonces estalla su propia guerra entre norte y sur, y tras esta guerra, el sur tuvo reg¨ªmenes totalitarios hasta los a?os ochenta¡±. Garcel¨¢n considera que los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l en 1988 funcionaron como bisagra democr¨¢tica: ¡°Fueron la apertura al mundo, y la apertura a la democracia en el pa¨ªs¡±. A partir de ah¨ª se multiplicaron las multisalas, se apost¨® por el cine como medio de narrar lo que pasaba en el pa¨ªs y se fue cociendo una generaci¨®n de cineastas que a principios del milenio comenz¨® a darse a conocer fuera de Corea. ¡°Es un magma que erupciona a finales de los noventa¡±, explica Garcel¨¢n. 1999 es una fecha clave: desde entonces, no hay a?o que pase sin que una pel¨ªcula surcoreana consiga m¨¢s de 10 millones de espectadores (en Espa?a, con la misma poblaci¨®n que Corea del Sur, es un hito que un filme espa?ol pase de los cinco millones de espectadores). Para Garcel¨¢n, los nombres m¨¢s destacados de esta nueva hornada de directores surcoreanos son estos:

Kim Ki-duk (1960)

¡°Fue el primero que se tom¨® tan en serio fuera de Corea del Sur¡±, explica Garcel¨¢n. Con un ritmo de producci¨®n digno de Ingmar Bergman o Woody Allen (rueda una pel¨ªcula al a?o), el nombre de Kim Ki-duk comenz¨® a sonar en los c¨ªrculos cin¨¦filos mundiales a comienzos del milenio: en el a?o 2000 con La isla, pero, sobre todo, a partir de 2003, con Primavera, verano, oto?o, invierno... y primavera y con Hierro 3 (con el que gan¨® el Le¨®n de oro al mejor director en el Festival de Venecia).

Bong Joon-ho (1969)

¡°Hay que decir que fue el Festival de San Sebasti¨¢n quien lo descubri¨®¡±, cuenta Garcel¨¢n sobre el due?o de cuatro Oscar. ¡°Fue el primer festival que apost¨® por su ¨®pera prima, Barking Dogs Never Bite¡±. Garcel¨¢n recuerda que para el director el cine es como un autob¨²s con los cristales tintados, donde ¨¦l lleva a los espectadores por los distintos g¨¦neros, sin saber nunca cu¨¢l es el destino final. Filmes como el drama con monstruo?The Host (2006), Snowpiercer (2013) u?Okja (2017) no ten¨ªan miedo a ser imaginativas hasta las ¨²ltimas consecuencias, mezclar g¨¦neros y llevar las obsesiones de su director al l¨ªmite. ¡°Su cine trata siempre de lo mismo: encara las diferencias sociales a trav¨¦s de un juego formal con los diferentes g¨¦neros cinematogr¨¢ficos¡±, detalla Garcel¨¢n.

Chan-Wook Park (1963)

De 56 a?os, Chan-Wook Park es, junto con Kim Ki-duk, el primer director coreano cuya obra cruz¨® las fronteras del mundo este milenio. Y lo hizo con su conocida trilog¨ªa de la venganza, compuesta por Sympathy for Mr. Vengeance (2002), Oldboy (2003) y Lady Vengeance (2005). ¡°El espaldarazo de Cannes a Oldboy fue definitorio¡±, recuerda Garcel¨¢n. Director de varias pel¨ªculas tras el ¨¦xito de su trilog¨ªa, dio el salto a Hollywood en 2012 con Stoker. Y en 2018 dirigi¨® para la BBC La chica del tambor, una miniserie basada en la novela de esp¨ªas de John le Carr¨¦.

Lee Chang-dong (1954)

¡°Es el recordatorio de que Corea del Sur tambi¨¦n tiene un cine m¨¢s reflexivo y de autor¡±, cuenta Garcel¨¢n. En Espa?a se han estrenado dos pel¨ªculas suyas: Poes¨ªa (2010) y Burning (2018), basada en un cuento del escritor japon¨¦s Haruki Murakami. Adem¨¢s, Garcel¨¢n destaca su papel como ministro de cultura de Corea del Sur (2003 a 2008). ¡°El impulso que le dio al cine durante su mandato fue tremendo¡±.

Kim Jee-woon (1964)

Otra de las voces propias surcoreanas, el responsable de filmes como Dos hermanas (2003) o el drama de g¨¢nsteres A Bittersweet Life (2005) logra, seg¨²n Garcel¨¢n, ¡°una mezcla de g¨¦neros muy interesante¡±. Una buena muestra de eso es El bueno, el malo y el raro (2008), tambi¨¦n estrenada en el Festival de Cannes.

Na Hong Jin (1974)

Con solo tres pel¨ªculas, este director ha conseguido hacerse un nombre entre los m¨¢s destacados realizadores del pa¨ªs. ¡°Es m¨¢s joven, eso s¨ª¡±, recuerda Garcel¨¢n, ¡°lo que en una sociedad como la coreana genera suspicacias¡±. Debut¨® en 2008 con The Chaser, un filme policiaco que dirigi¨® con 23 a?os. La curiosidad que despert¨® en ese momento el director se vio refrendada con The Yellow Sea (2010), un thriller ambientado en Yanji, una tierra de nadie situada justo en el l¨ªmite f¨ªsico de Corea del Norte con China y Rusia. Por ¨²ltimo, con El extra?o (2016), Hong Jin reviste de cine polic¨ªaco una f¨¢bula sobrenatural sobre exorcismos y enfrentamientos entre esp¨ªritus, donde el espectador tambi¨¦n puede conocer la enorme influencia cristiana que hay en el pa¨ªs (un tercio del pa¨ªs profesa esa fe).