Los Episodios Nacionales de la democracia
Cuatro escritores inauguran una colecci¨®n editorial que aspira a narrar episodios y atm¨®sferas de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas. La Barcelona ol¨ªmpica, la Puerta del Sol del 15-M o los atentados del 11-M inspiran los primeros libros
Benito P¨¦rez Gald¨®s dijo en su discurso de ingreso en la Real Academia Espa?ola en 1897: ¡°Imagen de la vida es la novela¡±. El autor de los Episodios Nacionales retrat¨® la Espa?a del siglo XIX en 46 novelas y fue capaz de fijar las claves para entender en lo que se convertir¨ªa un pa¨ªs que solo tendr¨ªa en com¨²n con el suyo el nombre. M¨¢s de 100 a?os despu¨¦s de su muerte, la editorial Lengua de Trapo se ha propuesto un objetivo similar, con una colecci¨®n que recupera el t¨ªtulo de aquella de Gald¨®s para contar y tratar de entender estos m¨¢s de 40 a?os de democracia.
¡°Los Episodios Nacionales de Gald¨®s son un punto interesante de partida, no ha habido una iniciativa similar¡±, afirma Sabina Urraca (San Sebasti¨¢n, 37 a?os). Natalia Carrero (Barcelona, 50 a?os) a?ade: ¡±Es una actualizaci¨®n curiosa y hasta cierto punto necesaria¡±. A ellas se suma Roc¨ªo L. Bardaj¨ª (Madrid, 33 a?os): ¡°Un proyecto como este, con semejante multiplicidad de voces y que se acerca a la historia desde la ficci¨®n, pone en juego otras subjetividades no hegem¨®nicas y actualiza la idea de una Espa?a que ya no es una, pero tampoco dos, ni 17¡±. Las tres inauguran una colecci¨®n con escritores de distintas edades y varios g¨¦neros literarios.
Urraca firma So?¨® con la chica que robaba el caballo, ya en librer¨ªas, un relato de ficci¨®n atravesado de autobiograf¨ªa que trata sobre ¡°la dificultad de sentirse parte o implicado en una sociedad porque no te das cuenta de qui¨¦n eres t¨²¡±, explica. Se desarrolla en un contexto muy concreto: los atentados del 11-M de 2004. Madrid ol¨ªa a quemado, muerte, sangre y tragedia mientras sus protagonistas ¡°estaban profundamente dormidas, con el sue?o de los adolescentes que a¨²n no han aprendido a gobernarse ni a levantarse temprano¡±.
La escritora pone de fondo el horror para tratar de contar a una generaci¨®n de j¨®venes nacidos a mediados de los ochenta que llegaron a estudiar a Madrid, como a ella le sucedi¨® desde Tenerife, con la promesa de la tierra prometida. Con lo que se encontraron, dice la escritora, fue con un muro que llev¨® a muchos de ellos a la depresi¨®n.
Urraca es consciente de que la historia de unas chicas que deciden ir a un concierto del grupo Belle and Sebastian (de los pocos actos culturales que no se cancelaron aquel d¨ªa) puede generar poca empat¨ªa. ¡°Pueden resultar desagradables¡±, ¡°crueles en su desinter¨¦s¡±, ante un acontecimiento como el 11-M. ¡°En algunos momentos mis protagonistas no me ca¨ªan nada bien¡±, reconoce porque ella s¨ª estuvo implicada en el activismo posterior a los atentados, que termin¨® en el vuelco electoral que le dio la presidencia al socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Pero su objetivo nunca fue hacer una reconstrucci¨®n hist¨®rica de la tragedia, sino relatar el desapego y la frustraci¨®n que vivi¨® al empezar a estudiar.
Cada uno de los autores de esta colecci¨®n ha elegido un momento reciente de la historia sentimental y cultural de Espa?a, en un intento de construir un nuevo relato y, tal vez, una nueva memoria. Distinta a la que construy¨® Gald¨®s o a las historias en las que desde hace casi 10 a?os trabaja Almudena Grandes con el nombre Episodios de una guerra interminable, centradas en la dictadura y la contienda civil que la precedi¨®.
Adolescencia
Natalia Carrero tampoco pretende con su libro analizar el medallero ol¨ªmpico de Barcelona 92, sino que se pregunta en Vistas Ol¨ªmpicas ¡°qui¨¦nes fuimos y en qui¨¦nes nos fuimos convirtiendo¡±. La autora lo hace desde su ciudad, en ¡°las horas m¨¢s convulsas y menos comprensibles de mi adolescencia¡±, dice. Describe en cada cap¨ªtulo, como si se tratara de postales que se venden en un puesto de souvenirs del centro de cualquier ciudad tur¨ªstica, en qu¨¦ consist¨ªa esa urbe moderna que le prometieron: ¡°Que si m¨¢s europea, que si m¨¢s dise?ada, con nuevas playas y prestaciones estupendas muchas de las cuales a¨²n se disfrutaban masivamente antes de la pandemia, y ya sabemos que eso implica un sector servicios muy precario¡±.
Aun as¨ª, el recuerdo de aquella adolescente con ¡°una alta desorientaci¨®n y desolaci¨®n, personal y pol¨ªticamente hablando¡± tiende a positivo, confiesa, aunque est¨¦ lleno de las fobias y filias de ¡°un cierto orgullo o arrogancia que a¨²n perdura a pesar de las crisis que luego sucedieron, pero que no se lo llevaron todo¡±.
Una de esas crisis llev¨® a Roci¨® L. Bardaj¨ª hasta la Puerta del Sol en Madrid el 15-M de 2011. Lleg¨® sin experiencia pol¨ªtica y sali¨® de all¨ª, como la protagonista de su libro de ficci¨®n, ¡°contagiada por el esp¨ªritu de la utop¨ªa¡±, para ver y provocar, junto a otros, su auge y ca¨ªda. La escritora no cree que esta colecci¨®n vaya a componer una sola y ¨²nica cadena de recuerdos, gracias a lo que denomina ¡°una transmisi¨®n de memoria¡±. En Hotel Madrid, historia triste ¡ªsu novela punk y delirante del 15-M, de los hitos que siguieron a la acampada en Sol y en la que un edificio ocupado por el movimiento se convierte en una met¨¢fora de la locura de la revoluci¨®n¡ª, su pretensi¨®n es ¡°reapropiarse del relato y traer al debate momentos extraordinarios que han sido hasta ahora como notas al margen de la historia oficial¡±. En las plazas se impugn¨® el bipartidismo, el capitalismo, el pacto de la Transici¨®n desde la memoria de los j¨®venes y de los mayores que tambi¨¦n llegaron hasta estos espacios de protesta y que llevaban, dice, ¡°d¨¦cadas esperando un momento as¨ª porque sus voces tambi¨¦n hab¨ªan sido silenciadas¡±.
Javier Padilla (M¨¢laga, 28 a?os) ha hecho un viaje en el tiempo, desde los a?os sesenta hasta los ochenta, cuando a¨²n no hab¨ªa nacido, pero s¨ª sonaba el rock de Smash y Triana que luego ¨¦l escuchar¨ªa. El ganador del premio Comillas de 2019 por un ensayo sobre el movimiento estudiantil antifranquista cuenta la historia del concierto en Antequera que dieron m¨²sicos como Carlos Cano, Mar¨ªa Jim¨¦nez, Camar¨®n, Manuel Gerena, Pata Negra, con los hermanos Raimundo y Rafael Amador, entre otros, para reclamar la autonom¨ªa de Andaluc¨ªa en un momento en que esta comunidad buscaba ¡°una v¨ªa r¨¢pida como el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a¡±, explica. Con su libro, a¨²n en proceso (acumula m¨¢s de 80 entrevistas), pretende contar un episodio alejado de los escenarios desde donde se suele contar la historia de Espa?a: Madrid y Barcelona. ¡°Empec¨¦ a investigar el concierto, que no hab¨ªa sido cubierto por mucha gente¡±, dice, un acontecimiento inexplorado.
A la colecci¨®n se ir¨¢n uniendo Isaac Rosa, Juan Bonilla, Brenda Navarro, Elizabeth Duval y Vicente Monroy, entre otros. El tiempo dir¨¢ si es estos nuevos Episodios Nacionales construyen una nueva memoria colectiva o por lo menos la de unas generaciones cuyos recuerdos no empiezan todos en la Transici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.