Los historiadores, contra la mala prensa de la Edad Media
Los principales medievalistas espa?oles piden que deje de identificarse el periodo con una ¨¦poca oscura y siniestra y reivindican su influencia en el mundo contempor¨¢neo
Dientes podridos, hambrunas, pestes, torturas, cuerpos colgados en la entrada de las ciudades, se?ores feudales con derecho de pernada¡ La Edad Media tiene muy mala prensa. Tanto que los principales medievalistas espa?oles han firmado un manifiesto en el que reivindican el buen nombre del periodo que estudian y que, sostienen, resulta esencial para entender el mundo contempor¨¢neo. Sin la Edad Media no existir¨ªan ni la mayor¨ªa de las lenguas que hablamos, ni la medici¨®n del tiempo, ni las ciudades en las que vivimos, ni muchas de las recetas que preparamos, ni siquiera la influencia de los cl¨¢sicos romanos y griegos, rescatados en los monasterios medievales.
¡°Podemos decir que de ¡®medieval¡¯ se ha venido calificando todo lo que tuviera que ver con el atraso, la ignorancia, la incultura, la insalubridad, la barbarie, la crueldad, el fanatismo, el horror, la miseria, la monstruosidad, la violencia...¡±, reza el texto surgido del seminario El legado medieval, organizado por Mar¨ªa Jes¨²s Fuente y celebrado en el Instituto de Historiograf¨ªa Julio Caro Baroja de la Universidad Carlos III de Madrid, de la que Fuente es catedr¨¢tica em¨¦rita de Historia Medieval. ¡°La palabra es un estigma que los medievalistas toman con estoicismo, pero en este a?o de pandemia, el t¨¦rmino ha incrementado su uso para calificar asuntos muy diversos¡±, prosigue el manifiesto que firman m¨¢s de 70 investigadores de las principales universidades espa?olas. ¡°As¨ª se encuentran afirmaciones como ¡®No me sea medieval y apoye a la ciencia y la medicina¡¯, o se puede leer ¡®crey¨¦ndose sofisticada, esta izquierda medieval¡¯. Al criticar el apoyo a la ense?anza p¨²blica se puede encontrar: ¡®le tienen una inquina a la concertada que es primitiva, medieval¡±.
La mala fama de la Edad Media alcanza a la pol¨ªtica, el periodismo y llega hasta todos los rincones de la cultura popular ¡ªen Pulp Fiction, el g¨¢nster Marcelus resume as¨ª las torturas a las que va a someter a un tipo: ¡°Practicaremos el medievo con tu culo¡±¡ª, pese al esfuerzo de algunos autores tan le¨ªdos como el italiano Umberto Eco. El autor de El nombre de la rosa escribi¨® en las apostillas a su c¨¦lebre novela: ¡°Ni que decir tiene que todos los problemas de la Europa moderna, tal como hoy los sentimos, se forman en el medievo: desde la democracia comunal hasta la econom¨ªa bancaria, desde las monarqu¨ªas nacionales hasta las ciudades, desde las nuevas tecnolog¨ªas hasta las rebeliones de los pobres¡ La Edad Media es nuestra infancia a la que siempre hay que volver para realizar nuestra anamnesis¡±.
¡°La Edad Media es una ¨¦poca de luz¡±, explica en referencia a los manuscritos medievales ilustrados Mar¨ªa Jes¨²s Fuente, que recibi¨® en 2020 el premio de ensayo Leonor de Guzm¨¢n. Considera que es un periodo que ¡°se ha idealizado mucho o se ha considerado un tiempo maldito¡±. Esta profesora se?ala que los infundios comenzaron casi desde que se cre¨® el nombre en el Renacimiento y que autores como Voltaire contribuyeron a difundir los bulos medievales. Como se?ala otro firmante, el fil¨®logo Alberto Montaner, uno de los grandes expertos en el Cid, fueron precisamente los ilustrados los que forjaron los peores t¨®picos sobre el periodo porque lo consideraban ¡°la edad del feudalismo en lo pol¨ªtico y del oscurantismo en lo intelectual¡±. ¡°De ah¨ª la imagen de una Edad Media de mazmorras se?oriales y calabozos inquisitoriales, caza de brujas y hogueras para herejes. En realidad, la Inquisici¨®n tal y como se conoc¨ªa en el siglo XVIII hab¨ªa surgido en los albores de la Edad Moderna (fines del siglo XV), mientras que la caza de brujas fue un fen¨®meno desconocido en la Edad Media y que se desarroll¨® entre los siglos XV y XVII¡±.
Parafraseando a los cl¨¢sicos, todos los firmantes consultados responden a la pregunta de ¡°qu¨¦ han hecho los medievales por nosotros¡±. ¡°El castellano¡±, asegura Ricardo C¨®rdoba, catedr¨¢tico de Historia Medieval en la Universidad de C¨®rdoba. ¡°Es una lengua medieval. La divisi¨®n del tiempo, el m¨¦todo de contar las fechas por el a?o del nacimiento de Cristo, la actual divisi¨®n en comunidades aut¨®nomas tambi¨¦n es absolutamente medieval. Y, salvo algunas excepciones, seguimos utilizando los nombres del santoral, que tienen un origen medieval. Por no hablar de la gastronom¨ªa¡±. Las universidades, una gesti¨®n muy ecol¨®gica de los recursos naturales, la inserci¨®n de las minor¨ªas en el tejido jur¨ªdico o la medicina y el ¨¢lgebra ¡ªno hay que olvidar que la Edad Media es tanto el mundo cristiano como el isl¨¢mico¡ª son otras aportaciones muy citadas por los expertos.
Isabel del Val, catedr¨¢tica de la Universidad de Valladolid, sostiene: ¡°Nuestras ra¨ªces est¨¢n ah¨ª, en las ciudades y la vida urbana¡±. Parte de los t¨®picos en torno a la Edad Media se deben a que es un periodo muy largo, que dura casi mil a?os, desde el fin del mundo romano hasta el Renacimiento, lo que implica que algunas partes se conocen mucho mejor que otras. ¡°Hay m¨¢s distancia entre el principio y el final de la Edad Media que entre nosotros y el descubrimiento de Am¨¦rica¡±, se?ala.
El papel de la mujer en la vida social, explica del Val, tambi¨¦n era mucho m¨¢s importante de lo que se pueda pensar: ¡°En el siglo IX, una mujer que se llamaba Duoda viv¨ªa en la finca de su marido, que es un alto personaje de los carolingios. Escribe un libro para su hijo, gestiona una hacienda familiar. ?Es una edad oscura? Sabemos poco, pero tampoco parece muy oscuro aquello¡±. Ana Echevarr¨ªa Arsuaga, profesora de la UNED que investiga sobre reinas y minor¨ªas religiosas, se?ala: ¡°El derecho de la mujer desde el siglo XI hasta los siglos XV/XVI permite un manejo de las propiedades que no tiene parang¨®n en toda Europa. Las mujeres de aquella ¨¦poca ten¨ªan m¨¢s posibilidades de manejar una propiedad que las de principios del siglo XX¡±.
Y, entonces, adem¨¢s de la lengua, el tiempo, la gastronom¨ªa, el feminismo, el ¨¢lgebra, los cl¨¢sicos, ?qu¨¦ han hecho los medievales por nosotros? Remedios Mor¨¢n Mart¨ªn, catedr¨¢tica de la UNED experta en historia del derecho, agrega: las leyes. ¡°Durante la Plena y Baja Edad Media, los espacios de los diferentes reinos y condados ya estaban mucho m¨¢s consolidados y se pudo actuar de forma m¨¢s eficaz desde el punto de vista de la creaci¨®n de nuevas instituciones que permitieron la actuaci¨®n del poder real. Entre estas instituciones destaco el nacimiento de las Cortes, las primeras se convocaron en Le¨®n en 1188, y fueron pioneras en el mundo. La creaci¨®n de los Consejos, tambi¨¦n como ¨®rganos de asesoramiento, a partir de los cuales se gestion¨® la Administraci¨®n de la monarqu¨ªa, se transformar¨ªan en los actuales ministerios, as¨ª como de la denominaci¨®n de los secretarios. Estamos en el octavo centenario del nacimiento de Alfonso X el sabio (Toledo, 23 de noviembre de 1221-Sevilla, 4 de abril de 1284), que ha pasado muy desapercibido, y no podemos olvidar la labor tanto jur¨ªdica como cultural que realiz¨® de intentos de modernizaci¨®n de la monarqu¨ªa¡±.
¡°Se olvida que la Edad Media impregna nuestra cotidianeidad: el tenedor, el papel moneda, las gafas, el reloj mec¨¢nico, el libro y la imprenta o el agua de rosas vienen de aquel tiempo¡±, recoge el manifiesto. ¡°Pero, m¨¢s all¨¢ de inventos, los siglos medievales fueron grandes creadores de estructuras sociales, territoriales, pol¨ªticas y educativas que nos invitan a reflexionar sobre el camino recorrido desde entonces hasta nuestros d¨ªas¡±. El sabio cantautor franc¨¦s Georges Brassens resumi¨® todo esto en una de sus letras m¨¢s c¨¦lebres: ¡°Perd¨®name, pr¨ªncipe, si soy jodidamente medieval¡±.
Babelia
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