Cara a cara entre el Open Arms real y el de cine
El actor Eduard Fern¨¢ndez y ?scar Camps, fundador de la ONG de salvamento mar¨ªtimo, explican el proceso de creaci¨®n del Camps ficticio en la pel¨ªcula ¡®Mediterr¨¢neo¡¯
Nunca juzgues a un personaje. Eduard Fern¨¢ndez (Barcelona, 57 a?os) lleva a rajatabla esta m¨¢xima en su carrera ¡°y no me ha ido mal¡±, confiesa el actor con una risa. Pero ?y si le toca encarnar a un personaje hist¨®rico? El int¨¦rprete ya ha puesto rostro a Mill¨¢n-Astray, Francesc Camb¨®, Felipe II, Jes¨²s de Gal¨ªndez o Francisco Paesa. ¡°Igual, con documentaci¨®n¡±. ?Y si est¨¢ vivo? ¡°Mi trabajo es conocer sus motivaciones, entender por qu¨¦ hizo las cosas...¡±, dice serio, aunque a su lado, con sonrisa mal¨¦vola, le observa ?scar Camps, fundador y responsable de la ONG Proactiva Open Arms, a quien Fern¨¢ndez encarna en Mediterr¨¢neo, pel¨ªcula estrenada el pasado fin de semana y que ilustra la creaci¨®n de esta asociaci¨®n que ayuda a los migrantes que atraviesan cada d¨ªa el mar en busca de esperanza. ¡°?C¨®mo me he visto en pantalla? En fin, no s¨¦. A m¨ª me asusta todo esto¡±, cambia de gesto Camps, un a?o mayor que su alter ego en pantalla. Y es ahora cuando a Fern¨¢ndez se le escapa la carcajada. ¡°?Me has visto muy mal?¡±. ¡°Es que tienes muy mala leche, que ser¨¢ la m¨ªa en aquella ¨¦poca¡±, reconoce el retratado.
Camps y Fern¨¢ndez no se conoc¨ªan hasta que el actor entr¨® en el reparto ¡ªfue de los ¨²ltimos¡ª del filme de Marcel Barrena, que arranca con la foto del cad¨¢ver del ni?o sirio de origen kurdo Aylan Kurdi, de tres a?os, que falleci¨® ahogado en septiembre de 2015 en las costas turcas. Aquella imagen dio la vuelta al mundo y Camps, propietario de una empresa de socorrismo en Badalona, decidi¨® invertir 15.000 euros que ten¨ªa ahorrados en viajar con compa?eros a echar una mano a la isla griega de Lesbos, adonde llegaban los refugiados sirios en embarcaciones muy precarias. Con el tiempo, las redes sociales y los reportajes de los medios de comunicaci¨®n, Open Arms creci¨® en infraestructura y capacidad de ayuda pero la pel¨ªcula se centra en esos inicios.
¡°Mira¡±, prosigue Camps, ¡°que seas la cabeza visible de una organizaci¨®n y que te apedreen, vale. Pero tu vida personal queda al margen. Aqu¨ª en cambio se cuenta todo. Y por mucho que ponga al inicio que parte es ficci¨®n, no hay tanta¡±. Tras el regocijo del actor, Camps explica: ¡°Es un mundo que yo desconozco y s¨¦ que el p¨²blico se llevar¨¢ de m¨ª la imagen que vea en pantalla. Piensa en La lista de Schindler, y en c¨®mo los espectadores recuerdan a Schindler... Tengo hijos, no s¨¦ si les afectar¨¢, me pregunto c¨®mo va a envejecer el filme... Me da v¨¦rtigo¡±.
Fern¨¢ndez aterriza la charla en su profesi¨®n: ¡°Tener a quien vas a encarnar al lado en realidad facilita las cosas. Tienes acceso al retratado, ves c¨®mo se mueve, c¨®mo se expresa y sus silencios... ?scar lo hizo f¨¢cil. En realidad, somos de la misma generaci¨®n, venimos del mismo lugar¡±. ¡°Se conecta¡±, apunta el aludido. Fern¨¢ndez retoma la palabra: ¡°Luego ya lees el guion, buscas sus motivaciones, observas sus relaciones con, por ejemplo, su hija...¡±. Y Camps arranca: ¡°Nos hemos hecho muy amigos. Ambos somos divorciados, tenemos una hija, hablamos de f¨²tbol...¡±. Hasta se parecen. ¡°Y en el rodaje hubo incluso alguna confusi¨®n¡±, confiesa el fundador de la ONG.
Camps no tuvo voz ni voto en la elecci¨®n de qui¨¦n le encarnar¨ªa: ¡°Yo fui leyendo el guion, versi¨®n tras versi¨®n, y nunca tuve claro que se fuera a hacer. Pero la producci¨®n avanz¨®, Dani Rovira acept¨® encarnar a Gerard [Canals, otro de los socorristas que se sumaron al reto de Camps en 2015] y de repente vi que la cosa se pon¨ªa seria. Finalmente un d¨ªa quedamos en Barcelona en la plaza de Sant Felip Neri, y hubo feeling¡±. Fern¨¢ndez cree que tras aquel encuentro estuvo claro que Mediterr¨¢neo iba m¨¢s all¨¢ de ser una pel¨ªcula. ¡°Enfocada desde la humanidad y desde lo cotidiano, vamos a otra cosa. A m¨ª me daba miedo, cuando me contactaron, que cayera en el panfleto. Por eso ha sido tan buena idea elegir sus inicios, para que el p¨²blico sienta el viaje como algo personal. Todos podemos ser ?scar¡±.
Camps cuenta: ¡°En realidad, la cosa es m¨¢s compleja que el mero ¡®vi la foto de Aylan y sal¨ª disparado¡¯. Yo mont¨¦ mi primera empresa de alquiler de coches a los 23 a?os, fue un ¨¦xito, y cuando me divorci¨¦ se la regal¨¦ a mi exesposa. Tras una experiencia con el portero de mi casa, me apunt¨¦ a la Cruz Roja y mont¨¦ lo del socorrismo cuando mis amigos estaban en temas inmobiliarios. Y creo que mientras que en el resto del mundo se respeta a los socorristas, aqu¨ª se les ve como ni?atos en piscinas. Mi vocaci¨®n es el socorrismo, y por eso me pas¨¦ a ¨¦l. Crecimos, nos fue muy bien... Cuando apareci¨® Aylan, yo ya hab¨ªa conseguido muchas cosas. Me acord¨¦ de que lo peor que le puede pasar a un salvavidas es que se te muera un ni?o en tu guardia, subido a tu silla... Yo tengo un hijo de la misma edad de Aylan. Vi la foto con mi hija mayor en un iPad. De repente, ella me pinch¨® y pens¨¦: ?y si vamos?¡±.
Fern¨¢ndez asiste al mon¨®logo contento. Y explica sobre la complicada dicotom¨ªa realidad-verdad cinematogr¨¢fica. ¡°Gran parte del personaje est¨¢ entre lo que ¨¦l sabe de s¨ª mismo y lo que el actor sabe del personaje, que ¨¦l desconoce. Puede que en este caso sea algo distinto. Ya viv¨ª esta sensaci¨®n con Pere Casald¨¤liga [religioso al que interpret¨® en la miniserie Descalzo sobre la tierra roja], que me dijo dos cosas: ¡®hay que ser radical¡¯ y ¡®hay que dejar constancia de lo hecho, para que llegue a todo el mundo¡±. Entonces el cine, ?puede cambiar algo? ¡°Todo¡±, responde rotundo Camps. ¡°Es como el f¨²tbol. Son herramientas de conexi¨®n que pueden servir para la concienciaci¨®n. Open Arms tuvo ¨¦xito por lo que hacemos, y por c¨®mo usamos las redes sociales para que la gente lo vea. Una pel¨ªcula igual: rompe todas las barreras. Por eso permit¨ª que se hiciera esta¡±.
Babelia
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