El fara¨®n recupera su nombre olvidado gracias al templo perdido
La misi¨®n del Museo Egipcio de Barcelona en Sharuna descubre un t¨ªtulo desconocido hasta ahora de Ptolomeo I y presenta una exposici¨®n sobre sus hallazgos
El egipt¨®logo Luis Manuel Gonz¨¢lvez ha pronunciado reverencialmente el t¨ªtulo desconocido del fara¨®n, que suena al sonido del viento entre las ruinas, al susurrar de la arena en el umbral de las tumbas y al agitarse de las palmeras junto al Nilo. Las palabras, que Gonz¨¢lvez ha le¨ªdo de una inscripci¨®n jerogl¨ªfica, significan ¡°el del brazo fuerte¡± y forman uno de los nombres de Ptolomeo I (ten¨ªa cinco oficiales) que no hab¨ªa sido hallado hasta ahora, lo que constituye una aportaci¨®n epigr¨¢fica de primer orden. La escena del estudioso verbalizando como un viejo sacerdote (le faltaba la piel de leopardo) el t¨ªtulo ignoto del fara¨®n, con toda la emoci¨®n de despertar ecos arcanos de la Antig¨¹edad, ha tenido lugar este mediod¨ªa en el Museo Egipcio de Barcelona, donde se ha presentado una exposici¨®n sobre las excavaciones de la misi¨®n del museo en Sharuna (antigua Hut-nesut), en el Egipto Medio, y su descubrimiento mayor: el hallazgo de los restos de un templo a Ptolomeo I, fundador de la dinast¨ªa m¨¢s larga (y la ¨²ltima) de la historia del pa¨ªs del Nilo y que acab¨® con Cleopatra VII, la famosa reina tan popularizada por Plutarco, Shakespeare y Hollywood.
Dicho templo era un templo perdido, con todas las de la ley: hab¨ªa dejado constancia de su existencia en 1838 Nestor Hyppolitte L¡¯H?te, artista y egipt¨®logo (y aventurero) que trabaj¨® con Champollion, pero luego ya en 1890 Charles Wilbour daba el edificio por desaparecido, y posteriores viajeros y arque¨®logos, como Grenfell y Hunt, en 1907, constataron que no quedaba ni rastro. Es s¨®lo a partir de 1984 cuando comienzan a aparecer restos del monumento, en parte hallados fortuitamente por campesinos, y las excavaciones del Museo Egipcio (Fundaci¨®n Arqueol¨®gica Jordi Clos) con la Universidad de Tubinga y los responsables de antig¨¹edades egipcios han permitido finalmente devolver a la luz el tempo perdido, ahora felizmente reencontrado.
Un momento crucial de la recuperaci¨®n del monumento fue el hallazgo en las campa?as de 2019 y 2020 de cincuenta bloques decorados que hab¨ªan sido desmontados y reutilizados para servir de cimientos de una iglesia copa en la localidad. Tras documentar, extraer y someter a proceso de conservaci¨®n los bloques ptolemaicos, se procedi¨® a investigar su encaje virtual en el desvanecido edificio a modo de gigantesco puzle. Y con las 40.000 fotograf¨ªas tomadas a los restos se han podido realizar varias reproducciones exactas mediante impresi¨®n en 3D de algunos de los bloques con sus preciosas decoraciones e inscripciones. Estas r¨¦plicas constituyen el n¨²cleo de la exposici¨®n que ha inaugurado el museo (hasta el 30 de agosto de 2022) bajo el t¨ªtulo Ptolomeo, fara¨®n de Egipto, el descubrimiento de su templo.
La muestra tiene dos partes, la primera dedicada al templo y las excavaciones en Sharuna, con la inclusi¨®n de los bloques y otros elementos reproducidos como cornisas y frisos y una propuesta de reconstrucci¨®n hipot¨¦tica del edificio; y la segunda sobre el per¨ªodo ptolemaico, con una panor¨¢mica ¡°muy completa¡± sobre la dinast¨ªa a trav¨¦s de medio centenar de obras de los fondos del propio museo. Entre los objetos que se exhiben de la colecci¨®n figuran monedas, la famosa estela del museo en la que el profesor Jean Yoyotte identific¨® a la reina Cleopatra, una preciosa estatua de otra reina de la familia, quiz¨¢ Arsinoe I, pseudomomias (figuras momiformes en honor de Osiris) y una tapa de ata¨²d.
Al presentar la exposici¨®n, Jordi Clos, presidente da la fundaci¨®n de la que depende el museo, ha recordado a Yoyotte y su identificaci¨®n hace 25 a?os ¡°que nos hizo una ilusi¨®n extraordinaria¡± y ha apuntado que con la muestra sobre Ptolomeo I de alguna forma el centro cierra un c¨ªrculo de 300 a?os entre Cleopatra, la ¨²ltima de la dinast¨ªa, y su primer representante. Ha destacado Clos los 15 a?os de trabajo del museo en Sharuna y el inter¨¦s de las r¨¦plicas de los bloques del templo, cuyos originales no pueden salir de Egipto. Clos ha subrayado que el de Sharuna es el conjunto m¨¢s importante de vestigios de un templo de Ptolomeo I y se ha congratulado del ¡°gran prix¡± que significa la inscripci¨®n con el nombre olvidado del fara¨®n.
Por su parte, la directora del museo y miembro del equipo de excavaciones, Mari¨¤ngela Taul¨¦, ha resaltado el contenido cient¨ªfico de la muestra y el trabajo de reconstrucci¨®n virtual de parte de un muro y una esquina del templo. Ha apuntado que esta exposici¨®n ¡°es de las que crean vocaci¨®n¡± y que ¡°muchos ni?os querr¨¢n ser arque¨®logos y egipt¨®logos al salir de verla¡±.
Gonz¨¢lvez, provisto de una mascarilla quir¨²rgica ¡°para no ser como la serpiente escupefuego del Libro de las Puertas¡±, y valga la referencia de especialista, ha repasado los textos del templo hallados y ha se?alado c¨®mo todos los bloques recuperados pertenecen a las cuatro hiladas superiores del edificio, lo que demuestra que los monjes cristianos del siglo VI que los aprovecharon los desmontaron cuando el edificio estaba entero en pie. Ha calculado que el templo medir¨ªa 18 metros de largo por unos 8 o 10 de ancho, con un total de 60 metros de per¨ªmetro. Estaba consagrado a Horus y quiz¨¢ tambi¨¦n a Isis. Tres de los bloques contienen casualmente, ¡°de pura chiripa¡±, la versi¨®n m¨¢s completa del nombre de Ptolomeo I jam¨¢s hallada.
Gonz¨¢lvez ha explicado que los faraones ten¨ªan cinco nombres o t¨ªtulos, adem¨¢s del familiar (el de pila como si dij¨¦ramos). Los de Ptolomeo eran ¡°grande en poder¡±, ¡°aquel que toma el poder con fuerza¡±, ¡°el elegido de Ra amado de Am¨®n¡± (el de coronaci¨®n, el m¨¢s utilizado) e ¡°hijo de Ra¡±, adem¨¢s del tercero, el novedoso, que seg¨²n Gonz¨¢lvez no existe en otra fuente, que es ¡°el de brazo fuerte¡±. ¡°Es una laguna que hemos solventado¡±, ha apuntado.
Los responsables del museo y las excavaciones han recordado que 2022 es un gran a?o egiptol¨®gico en el que se cumple el centenario del descubrimiento de la tumba de Tutankam¨®n, el bicentenario del desciframiento de los jerogl¨ªficos por Champollion y, han a?adido por su parte, por Egipto que no quede, el 30? aniversario de la Fundaci¨®n Arqueol¨®gica Clos.
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