No pongas tus sucias manos sobre Beethoven
El ultraderechista ?ric Zemmour utiliza tramposamente la m¨²sica del compositor alem¨¢n para acompa?ar el anuncio de su candidatura a las elecciones presidenciales francesas
Hoy, 17 de diciembre, se cumple el 251? aniversario del bautismo de Ludwig van Beethoven en la iglesia de San Remigio de Bonn (Alemania). A falta de conocer la fecha exacta de su nacimiento (muy probablemente, uno o dos d¨ªas antes), este es el d¨ªa que se toma como referencia para certificar su llegada al mundo. Por este motivo, el 17 de diciembre de 2019 fue el d¨ªa elegido para inaugurar en la Bundeskunsthalle de Bonn la mayor exposici¨®n sobre el m¨²sico alem¨¢n jam¨¢s organizada, el pistoletazo de salida de lo que auguraban ser 12 meses plagados de celebraciones aut¨¦nticamente globales. Aunque el museo hubo de cerrar sus puertas durante varias semanas cuando se extendieron los confinamientos por toda Europa, muchas personas pudieron disfrutarla y admirarla, porque Bonn se convirti¨® en centro de peregrinaje para visitarla. Pero aquella gran efem¨¦ride del a?o pasado, con miles de actos programados por todo el mundo, se vio, por supuesto, jalonada de cambios y cancelaciones, por lo que la sociedad creada a tal efecto en Alemania, Beethoven Jubil?ums, decidi¨®, a la espera de tiempos mejores, prolongar la celebraci¨®n hasta septiembre de este a?o de lo que bautizaron como BTHVN2020.
Fue ayer, jueves, cuando, no casualmente, decidi¨® presentar la memoria de actividades en un impresionante documento de casi 200 p¨¢ginas de acceso libre (solo en alem¨¢n) que da una idea de la magnitud del empe?o aun en medio de la mayor adversidad: una situaci¨®n, por cierto, con una impronta extremadamente beethoveniana. En una rueda de prensa virtual, como est¨¢ a la orden del d¨ªa, participaron representantes pol¨ªticos de la ciudad (la flamante alcaldesa, Katja D?rner, de Los Verdes), del Distrito de Rhein-Sieg, el Estado de Renania del Norte-Westfalia y el Gobierno federal, todos involucrados conjuntamente durante 20 meses en la financiaci¨®n y organizaci¨®n del aniversario.
El 30 de noviembre, el polemista de extrema derecha ?ric Zemmour anunciaba su candidatura a la presidencia de la Rep¨²blica Francesa. Lo hac¨ªa con un discurso que decidi¨® acompa?ar con im¨¢genes plagadas de violencia y en el que apelaba a recuperar una Francia que, en su opini¨®n, se ha vuelto irreconocible para sus compatriotas. Solo ¨¦l, aseguraba, pod¨ªa impedir que la civilizaci¨®n francesa ¡°se vea sustituida por otra civilizaci¨®n¡±. En su mensaje, cargado de odio, mentiras y resentimiento, los musulmanes parecen desempe?ar un papel no muy diferente ¡ªel de causantes de todos los males¡ª del que se atribuy¨® a los jud¨ªos en las pel¨ªculas propagand¨ªsticas del r¨¦gimen nazi en los a?os treinta del siglo pasado.
Lo m¨¢s sorprendente de esa alocuci¨®n no fue su contenido, en gran parte previsible y en consonancia con lo que se sabe del personaje, sino la m¨²sica elegida: el segundo movimiento, Allegretto, de la S¨¦ptima Sinfon¨ªa de Beethoven. Bajo la salmodia de ruido y furia de Zemmour, le¨ªda con un tono de falsa mansedumbre, sonaba esta m¨²sica austera y despojada en La menor: una tersa superficie de agua clara mancillada por el aceite denso y negruzco que chorreaban, frase tras frase, sus falaces palabras de telepredicador.
Hay un largo historial de manipulaci¨®n pol¨ªtica de la m¨²sica de Beethoven, encabezado, claro, por su Novena Sinfon¨ªa, utilizada por igual para celebrar el cumplea?os de Adolf Hitler en 1942, dirigida por Wilhelm Furtw?ngler, o para festejar la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, en 1989, dirigida por Leonard Bernstein en la Schauspielhaus con m¨²sicos procedentes de diversas orquestas europeas y americanas, con voces infantiles que formaban parte del coro y sustituyendo en la oda de Schiller la palabra Freude (alegr¨ªa) por Freiheit (libertad). Para el escritor franc¨¦s Edgar Quinet (1803-1875), el final de la obra era ¡°La Marsellesa de la humanidad¡±, mientras que, por el contrario, para los art¨ªfices de la Revoluci¨®n Cultural china constitu¨ªa la encarnaci¨®n de los valores capitalistas y, por tanto, reaccionarios. La tan manida melod¨ªa principal del cuarto movimiento es tambi¨¦n, desde 1985, el himno oficial de la Uni¨®n Europea, una hermandad pol¨ªtica profundamente despreciada por Zemmour, como no pod¨ªa ser de otra manera. Seg¨²n la declaraci¨®n oficial aprobada en su momento, se eligi¨® esta m¨²sica por ser ¡°la expresi¨®n de los ideales europeos de libertad, paz y solidaridad¡±, tres sustantivos que, a tenor de sus palabras, tambi¨¦n inspiran repel¨²s al candidato franc¨¦s.
Afortunadamente, el uso torticero de la m¨²sica de Beethoven por parte de Zemmour no ha quedado sin respuesta. La Beethoven-Haus de Bonn, depositaria del mayor n¨²mero de manuscritos musicales, cartas y documentos del compositor alem¨¢n, ha impulsado una declaraci¨®n conjunta, a la que se han sumado sociedades e instituciones beethovenianas de diversos pa¨ªses: Estados Unidos, Pa¨ªses Bajos, Austria, Italia y, por supuesto, Francia. Merece la pena reproducir en su integridad el texto que han suscrito: ¡°A la luz de las recientes circunstancias, la Beethoven-Haus de Bonn, junto con organizaciones hermanas internacionales, hace p¨²blica una declaraci¨®n conjunta contra la utilizaci¨®n abusiva de la m¨²sica de Beethoven en contextos extremistas. Ha dado lugar a ella el uso de la m¨²sica de Beethoven para acompa?ar las declaraciones de un candidato a la campa?a presidencial francesa. Sin embargo, la declaraci¨®n apunta m¨¢s all¨¢ de este contexto en particular¡±.
A continuaci¨®n, se recogen dos citas de Beethoven, la primera de una carta exhibida por primera vez en la citada exposici¨®n de la Bundeskunsthalle y resaltada especialmente en la cr¨®nica que public¨® EL PA?S el d¨ªa anterior a su inauguraci¨®n. Se trata de un fragmento de una diminuta misiva que envi¨® Beethoven a Heinrich von Struve y que fech¨® en Viena el 17 de septiembre de 1795: ¡°?Cu¨¢ndo llegar¨¢ el tiempo en que haya ¨²nicamente seres humanos? Es posible que solo veamos llegar ese dichoso momento en unos pocos lugares. Pero no lo veremos acaecer en todas partes. Pasar¨¢n siglos antes de que eso suceda¡±. A pesar del min¨²sculo papel en que escribi¨®, y de la caligraf¨ªa igualmente m¨ªnima, Beethoven se cuid¨® de subrayar la palabra Menschen (seres humanos).
La segunda cita procede de una entrada manuscrita del joven Beethoven en el ¨¢lbum familiar de Theodora Johanna Vocke, fechada en Viena el 22 de mayo de 1793: ¡°Hacer el bien siempre que sea posible, amar la libertad sobre todas las cosas, no negar jam¨¢s la verdad, ni siquiera al lado de un trono¡±. Los firmantes concluyen de manera tajante: ¡°Las sociedades Beethoven del mundo comparten la clara visi¨®n de que la m¨²sica de Ludwig van Beethoven es profundamente humana y se dirige a todos los seres humanos. Jam¨¢s deber¨ªan utilizar su m¨²sica y su legado de forma abusiva quienes ans¨ªan llegar al poder por medio del odio y la opresi¨®n¡±. Como vemos, el nombre de ?ric Zemmour no aparece citado en ning¨²n momento: no era necesario.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.