Una hija de Emilio Bot¨ªn, de investigada a estafada por tr¨¢fico ilegal de arte
Paloma Bot¨ªn y su esposo fueron imputados por la compra de una leona ¨ªbera, pero han pasado a perjudicados en una operaci¨®n contra el comercio de obras expoliadas por el ISIS
Paloma Bot¨ªn, una de las hijas del banquero Emilio Bot¨ªn, y su esposo, Ricardo G¨®mez-Acebo, marqu¨¦s de la Deleitosa, han pasado de investigados a posibles estafados por la compra de una escultura de una leona ¨ªbera del siglo VI a. C., supuestamente procedente del expolio de un yacimiento arqueol¨®gico, a unos anticuarios que traficaban con arte. El matrimonio fue inicialmente imputado por la titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 24 de Barcelona, a ra¨ªz de una investigaci¨®n por tr¨¢fico de arte centrada en dos conocidos anticuarios de la capital catalana, que fueron detenidos en marzo de 2018, en el marco de una operaci¨®n contra el comercio de obras expoliadas por el ISIS en Libia.
La polic¨ªa estaba detr¨¢s de la leona, junto a las esculturas de dos toros tambi¨¦n ¨ªberos, desde 2017, pero las investigaciones no dieron fruto hasta que, en los registros y escuchas telef¨®nicas ordenados en la denominada Operaci¨®n Harmakhis, en la que fueron detenidos un anticuario y un marchante de arte de Barcelona, la polic¨ªa encontr¨® datos y fotograf¨ªas de las piezas ¨ªberas que apuntaban a que la leona hab¨ªa sido comprada por Paloma Bot¨ªn.
Los anticuarios fueron detenidos, junto a otras tres personas, por la importaci¨®n irregular de obras de arte a terceros pa¨ªses, entre ellos mosaicos, sarc¨®fagos o piezas de origen egipcio, algunas procedentes de yacimientos situados en una zona de Libia que estuvo bajo control del ISIS entre 2011 y 2016.
Una compra ¡°de buena fe¡±
Por orden de la titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 24 de Barcelona, la valiosa escultura ¨ªbera fue intervenida a Paloma Bot¨ªn y su esposo en un dep¨®sito donde, supuestamente, la guardaban para restaurarla, y ello motiv¨® la imputaci¨®n de la pareja ante las sospechas de que hab¨ªan comprado la pieza a sabiendas de su procedencia il¨ªcita. Sin embargo, el matrimonio ha aportado al proceso judicial documentos suficientes para que la fiscal¨ªa haya concluido que compraron la escultura de ¡°buena fe¡±, por lo que no se opuso a la petici¨®n de la defensa para que se archivara la investigaci¨®n.
La jueza ha exculpado a la pareja y les ha permitido personarse en la causa como perjudicados, ante los indicios de que pudieron ser v¨ªctimas de una venta fraudulenta. Entre las pruebas esgrimidas por los compradores de la escultura, figuraba un documento sobre la pieza de la leona fechada en 1975, 10 a?os antes de que se aprobara la Ley de Patrimonio Hist¨®rico espa?ol, que proh¨ªbe vender los objetos art¨ªsticos o arqueol¨®gicos considerados de dominio p¨²blico, con lo que s¨ª podr¨ªa ser l¨ªcita su comercializaci¨®n.
La investigaci¨®n se centra ahora en determinar si ese documento es aut¨¦ntico y cu¨¢l es la fecha y lugar de procedencia de las esculturas, as¨ª como en el an¨¢lisis de un informe que los anticuarios presentaron a la pareja y que demostraba que las piezas hab¨ªan sido objeto de unos trabajos de restauraci¨®n a mediados del siglo pasado.
Sin embargo, uno de los indicios que cuestionan que la leona y los toros ¨ªberos fueran hallados antes de 1985 es que en las im¨¢genes intervenidas en los m¨®viles de los anticuarios imputados las esculturas aparec¨ªan cubiertas de tierra y polvo, lo que apunta a que fueron halladas recientemente y fotografiadas antes del proceso de restauraci¨®n.
La causa judicial sigue abierta contra los anticuarios por un delito de blanqueo de capitales en la venta de una escultura ¨ªbera y la incautaci¨®n de otras tres y, de confirmarse que la operaci¨®n de la leona era fraudulenta, la hija del banquero y su esposo podr¨ªan reclamar indemnizaciones a los traficantes de arte.
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