La presencia de un cuadro de un oligarca ruso sancionado en una muestra en Par¨ªs pone a Francia en un dilema

Las 200 obras maestras que se exhiben temporalmente en la Fundaci¨®n Louis Vuitton de Par¨ªs desde septiembre de 2021 no son ajenas a tiempos convulsos. Las piezas expuestas pertenecen a la colecci¨®n Morozov, un legado que ha sido v¨ªctima de m¨²ltiples crisis y requiebros de la historia europea desde que los hermanos rusos Iv¨¢n y Mija¨ªl Morozov empezaron a adquirir, a principios del siglo XX, el que r¨¢pidamente se convirti¨® en uno de los principales conjuntos de arte impresionista y moderno del mundo. Nacionalizada en 1918 por Lenin, fue repartida por varios museos de lo que acabar¨ªa siendo la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Un siglo m¨¢s tarde, su destino parece de nuevo incierto, otra vez por los designios de la historia: la invasi¨®n rusa de Ucrania ha puesto en el ojo de la tormenta una muestra que ha sido posible solo gracias al visto bueno del Kremlin y en la que al menos una obra es propiedad de un oligarca ruso ahora sancionado por la Uni¨®n Europea. Tambi¨¦n est¨¢ en el aire su retorno a una Rusia pol¨ªtica y econ¨®micamente cada vez m¨¢s aislada.

La obra en cuesti¨®n es el Autorretrato de Piotr Kontchalovski (1912) y proviene de la colecci¨®n particular de Petro Olegovich Aven, quien figura en la lista negra de oligarcas cercanos a Putin cuyos bienes la Uni¨®n Europea ha mandado congelar. Eso supone un problema porque Francia apoya firmemente las sanciones econ¨®micas internacionales contra el Kremlin y su entorno m¨¢s cercano. ?Podr¨ªa el Estado franc¨¦s retener o hasta incautarse de parte o toda la muestra?

En principio, no. La colecci¨®n, como toda obra prestada a Francia, goza de una protecci¨®n especial: una ley de 1994 impide que obras prestadas por ¡°una potencia extranjera, una colectividad p¨²blica o una instituci¨®n cultural extranjera¡± puedan ser embargadas a su llegada a Francia. La normativa naci¨® precisamente tras un incidente con otras pinturas de origen ruso en 1993: los herederos de Matisse intentaron ¡ªinfructuosamente¡ª que se incautaran unas pinturas de su antepasado pertenecientes a la colecci¨®n del magnate Sergu¨¦i Shchukin prestadas al Centro Pompidou. Desde entonces, cada vez que llega una obra cedida temporalmente por otro pa¨ªs se debe emitir un decreto para garantizar la ¡°inembargabilidad de los bienes culturales¡± prestados hasta el fin de su exposici¨®n en el territorio nacional. En el caso de la colecci¨®n Morozov, la protecci¨®n legal dura hasta el 15 de mayo.

Seg¨²n el abogado especialista en derecho del arte Olivier de Baecque, la presencia del oligarca sancionado plantea un dilema: ¡°Si es un pr¨¦stamo de una persona f¨ªsica, a priori no est¨¢ cubierto [por el decreto]. Pero normalmente las colecciones se encuentran en organizaciones como una fundaci¨®n. Si [el pr¨¦stamo] se realiza a trav¨¦s de una fundaci¨®n cultural privada, s¨ª est¨¢ cubierta¡±, explica a EL PA?S. Tambi¨¦n estar¨ªa en el aire el destino de otra de las obras, Le coin favori, de Jacques Dr¨¦sa, prestado por el Museo de Arte Occidental y Oriental de Odesa, si esta ciudad costera ucrania acabara cayendo en manos rusas.

En cualquier caso, subraya Baecque, la crisis ucrania no deber¨ªa provocar un cambio en la ley de 1994 porque establecer¨ªa un precedente peligroso. Su objetivo es ¡°dar garant¨ªas a los prestamistas en situaciones complicadas para favorecer los pr¨¦stamos para exposiciones. Si empezamos a no aplicar [esta ley] en determinados casos, vamos a inquietar a los prestamistas en general. Es un problema de pol¨ªtica cultural m¨¢s amplio que la cuesti¨®n de Ucrania¡±.

La exposici¨®n es la ¨²ltima gran apuesta cultural de la Fundaci¨®n Louis Vuitton, impulsada por el magnate del lujo Bernard Arnault. Las colas para ver joyas como La ronda de los prisioneros de Van Gogh o el Tr¨ªptico marroqu¨ª de Henri Matisse no han disminuido por la ofensiva en Ucrania. La colecci¨®n Morozov, que hasta ahora no hab¨ªa salido de Rusia, ¡°sigue siendo muy apreciada y hay muchos visitantes¡± a pesar de la invasi¨®n, corroboran desde la Fundaci¨®n. El valor total de los cuadros se estima en unos 2.000 millones de euros, seg¨²n la revista Connaissance des arts.

A pesar de que Arnault ha decidido, como otras grandes casas de lujo, suspender las ventas de las marcas LVMH en Rusia, la Fundaci¨®n no se plantea por el momento cerrar de forma anticipada la exposici¨®n parisina. Prevista inicialmente hasta el 22 de febrero, su gran acogida de p¨²blico ¡ªya lleva un mill¨®n de visitantes y aspira a batir el r¨¦cord de la instituci¨®n (y de cualquier museo franc¨¦s) de los 1,3 millones de visitas que atrajo la colecci¨®n del tambi¨¦n mecenas ruso Sergei Shchukin en 2017¡ª llev¨® a prolongarla hasta el 3 de abril, una decisi¨®n tomada tiempo antes de que entraran las tropas rusas en territorio ucranio.

Aunque que la Fundaci¨®n es privada y, por tanto, sus decisiones no tienen el mismo peso pol¨ªtico que las de los museos estatales, la continuidad de la muestra, muy cuestionada en las redes sociales, puede acabar poniendo en una situaci¨®n inc¨®moda al Gobierno de Emmanuel Macron, pues la intervenci¨®n del presidente franc¨¦s y candidato a la reelecci¨®n en menos de un mes fue decisiva para que la colecci¨®n rusa llegara a Par¨ªs, al igual que la de su par ruso, Vlad¨ªmir Putin, con quien Macron ahora mantiene las distancias y a quien el El¨ªseo acusa de tener un discurso ¡°paranoico¡± sobre Ucrania. Ambos sellaron el acuerdo durante la visita de Putin en el verano de 2017 a Versalles, el mismo lugar donde esta semana se reunieron los l¨ªderes europeos para debatir la crisis.

Prueba de ese v¨ªnculo presidencial es el cat¨¢logo de la colecci¨®n Morozov, donde tanto Macron como Putin, en sendas misivas, celebran ¡°los puentes que los artistas y los amantes del arte crearon entre nuestros pa¨ªses¡± (Macron) y que ¡°acercan simb¨®licamente¡±, escribe el presidente ruso a sus ¡°amigos franceses¡±, a las dos naciones.

El Ministerio Cultura no ha revelado por el momento si se plantea prolongar, como ha venido haciendo, el decreto que protege la colecci¨®n Morozov m¨¢s all¨¢ del 15 de mayo. Tambi¨¦n la Fundaci¨®n Louis Vuitton mantiene un perfil bajo y remite toda pregunta a la ¨²nica declaraci¨®n realizada hasta ahora por el consejero de Arnault, Jean-Paul Claverie, el 25 de febrero a Le Figaro: ¡°Nuestra responsabilidad es la protecci¨®n de las obras. Velaremos, como acordamos, por su retorno a sus museos. Si las condiciones para que viajen con seguridad resultan ser insuficientes, esperaremos¡±. Una espera que promete ser larga y tensa.