El festival Lollapalooza se convierte en un clamor contra Bolsonaro y la censura

El festival Lollapalooza, tres d¨ªas de m¨²sica en S?o Paulo con los que miles de personas quer¨ªan estrenar a lo grande la vida pospandemia, se convirti¨® el pasado fin de semana en un clamor contra la censura y contra el presidente Jair Bolsonaro en respuesta a una denuncia presentada por su partido con la intenci¨®n de acallar cr¨ªticas. El tiro sali¨® claramente por la culata porque el ultraderechista se convirti¨® en el blanco preferido de cr¨ªticas y ataques de las decenas de artistas que se sucedieron sobre el escenario. El evento tambi¨¦n qued¨® marcado por el luto por el baterista de los Foo Fighters, grupo que estaba en el cartel.

Anitta, la artista brasile?a m¨¢s internacional, es hace alg¨²n tiempo abiertamente contraria al presidente en redes sociales. Es parte de una concienciaci¨®n pol¨ªtica reciente que ella misma ha detallado a sus fans. Y esta vez ech¨® mano de la iron¨ªa para dejar claro que con el dineral que gana, la multa de 50.000 reales no iba a asustarle de ninguna manera. Se ofreci¨® a pagar la sanci¨®n de cualquier afectado. ¡°Cada uno vota a quien quiere. Sin embargo, prohibir que la gente exprese su descontento con el Gobierno es censura [...]. Y luchar¨¦ contra ella con todas mis armas¡±, dijo cuando faltan seis meses para unas elecciones en las que el expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva es ahora favorito.

La pol¨¦mica ha adquirido tal magnitud que Bolsonaro aparentemente ha pedido la retirada de la denuncia que deton¨® el l¨ªo. El origen fue una bandera con la imagen que la cantante Pabllo Vittar exhibi¨® durante su actuaci¨®n. El Partido Liberal, al que Bolsonaro se acaba de afiliar para disputar las elecciones, acudi¨® a toda prisa a la Justicia.

Uno de los jueces del Tribunal Superior Electoral decidi¨® prohibir las declaraciones pol¨ªticas de los artistas durante el festival con la amenaza de multar a los organizadores. Su argumento era que los pronunciamientos suponen propaganda electoral irregular. El asunto deriv¨® entonces en uno de esos embrollos judiciales tan frecuentes en Brasil. Y convirti¨® el evento en el acto pol¨ªtico m¨¢s multitudinario de los ¨²ltimos tiempos. Poco tardaron los artistas en ser m¨¢s directos en sus cr¨ªticas y sus preferencias.

Los gritos contra Bolsonaro que sonaron durante tres d¨ªas fueron abrazados con entusiasmo por algunas de las estrellas. Un grupo coloc¨® una lona con un inmenso ¡°Fora, Bolsonaro (Fuera Bolsonaro)¡± sobre el escenario. Los raperos m¨¢s populares de Brasil, con parte de Os Racion¨¢is y Emicida a la cabeza, tuvieron un recuerdo musical para el guerrillero Carlos Marighella, el gran enemigo de la dictadura, la misma que ensalza constantemente Bolsonaro.

Pr¨¢ctico, Emicida aprovech¨® para animar a los m¨¢s j¨®venes a sacarse el t¨ªtulo de elector. Brasil permite votar a partir de los 16 a?os, pero solo es obligatorio a partir de los 18. Como las encuestas muestran una escasa movilizaci¨®n en esa franja de edad y los comicios pueden estar muy re?idos, aumentar el electorado de los de menos edad es una de las banderas que est¨¢ asomando en la izquierda.

Tras el par¨®n impuesto por el coronavirus, las expectativas eran enormes. El cartel era de altura, con muchos de los cantantes, bandas y raperos m¨¢s seguidos de Brasil y algunas artistas internacionales como Miley Cyrus, que hizo un d¨²o con Anitta, y los Foo Fighters, que cancelaron su presencia tras la muerte del bater¨ªa.

El festival acab¨® el domingo por la noche, pero el l¨ªo jur¨ªdico contin¨²a. El Tribunal Superior Electoral est¨¢ pendiente de convocar un pleno para que el resto de los magistrados se pronuncien sobre el fallo de su compa?ero que amenaz¨® con multas a quien hiciera pronunciamientos pol¨ªticos.

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