Pabllo Vittar, ¡®drag queen¡¯, estrella global del pop y activista contra Bolsonaro
La cantante brasile?a, que atesora 570 millones de descargas en Spotify, habla en una entrevista del disco triling¨¹e que lanza el viernes y de las amenazas a las personas LGTB
Cuenta la drag queen Pabllo Vittar que el ¨²nico lugar de todo Brasil donde puede caminar sin que la paren por la calle es camino a casa de su t¨ªa en Uberlandia, la ciudad donde creci¨® y en la que todav¨ªa vive. La cantante ha protagonizado uno de los mayores fen¨®menos musicales de Brasil en los ¨²ltimos tiempos. Su fama en su pa¨ªs se sit¨²a a la altura de figuras como Neymar o Pel¨¦ y la revista Time la acaba de escoger como una de los 20 l¨ªderes de la pr¨®xima generaci¨®n. Lo mismo da que Phabullo Rodrigues da Silva ¡ªsu nombre real¡ª luzca peluca de melena larga, tacones de v¨¦rtigo y vestido sugerente, como durante la entrevista con este peri¨®dico en las oficinas de Sony en S?o Paulo, o que vaya con deportivas y el pelo corto, casta?o, y las sienes afeitadas. Ambas identidades conviven con naturalidad en una artista que se declara de g¨¦nero fluido, fue candidata a un Grammy Latino, triunf¨® en el ¨²ltimo desfile del Orgullo de Nueva York, se codea con las estrellas globales de pop y no evita los asuntos pol¨ªticos en el Brasil de Bolsonaro, aunque lo pague con boicots. Vittar cumple este viernes 25 a?os. Lo celebrar¨¢ con una gran fiesta de Halloween en S?o Paulo y el estreno en todas las plataformas de streaming de su tercer disco, titulado 111, por el 1 de noviembre. Y el domingo debutar¨¢ en Espa?a, en la gala de los MTV European Music Awards, en Sevilla.
Su fenomenal historia de ¨¦xito naci¨® en las redes sociales, un universo en el que reina, ahora con el respaldo de la multinacional Sony. Las cifras son tan espectaculares como la presencia de sus 1,87 metros de altura: su m¨²sica, un c¨®ctel de pop electr¨®nico para las masas muy del gusto actual, acumula 570 millones de descargas en Spotify, 1.100 millones de visualizaciones en YouTube, y nueve millones de seguidores en Instagram.
Boicot econ¨®mico
Todo ese arsenal de influencia global lo pone Vittar en su lucha por la igualdad de derechos en el pa¨ªs que ostenta desde hace a?os el r¨¦cord de personas LGTB asesinadas, 420 el a?o pasado. ¡°Mi m¨²sica nunca tuvo letras activistas¡±, explica, ¡°pero solo por el hecho de ser cantadas por una drag ya las convierte en una declaraci¨®n pol¨ªtica¡±. Lamenta que el a?o pasado, mientras millones de brasile?os bailaban al son de sus pegadizas canciones, saliera elegido en las urnas Jair Bolsonaro, ¡°un presidente racista y hom¨®fobo¡±. Antes de la primera vuelta de los comicios, decidi¨® romper sus contratos con las empresas patrocinadoras que apoyaron en campa?a al ultraderechista y ultraconservador.
Y no se call¨®. ¡°Nunca result¨® f¨¢cil, siempre fue horrible, pero no son solo las amenazas a la comunidad LGTB, es el genocidio negro [en referencia a los asesinatos de j¨®venes negros], el aumento de feminicidios¡ Son cosas que no esperaba ver todav¨ªa en las noticias en 2019¡±. Esa actitud le ha costado caro: ¡°Sufro boicots en radios, que han dejado de pinchar mis canciones, empresarios que ya no me llaman. Es muy triste¡±.
Como tant¨ªsimos de sus compatriotas, Vittar nunca conoci¨® a su padre. Este abandon¨® a su madre cuando ten¨ªan ya una hija y estaba embarazada de gemelos: la cantante y su melliza. Pabllo Vittar es una diva que (por ahora) no se comporta como tal. No esquiva las preguntas, las responde entre risas o seria, depende del tema, pero siempre con su marcada voz de timbre femenino. Habla sin pudor. No asoma el temor a aventurarse a hablar sobre temas que van m¨¢s all¨¢ de sus canciones, tan com¨²n en muchos artistas consagrados. M¨¢s celebrada por su puesta en escena que por su calidad vocal (no comparte el tono expansivo que suele caracterizar a las divas del pop), canta sobre amores y desamores y enarbola un discurso en el que anima a sus fans a no rendirse, a no dejarse intimidar, a convertirse en aquello con lo que sue?an. ¡°Yo tambi¨¦n he llorado de tristeza, de rabia¡±, confiesa.
Halagos de Caetano Veloso
Despu¨¦s de probar el ¨¦xito internacional, su nuevo disco supone tambi¨¦n el debut de su m¨²sica en otros idiomas. Canta en ingl¨¦s y espa?ol adem¨¢s de portugu¨¦s. Y, como siempre, el ¨¢lbum llega lleno de colaboraciones con otros artistas. Lo mismo se une a un rapero como Emicida en una favela de R¨ªo de Janeiro que graba un provocador videoclip en Marruecos con su entonces amiga y ahora adversaria, la estrella del pop Anitta. Su colaboraci¨®n m¨¢s reciente ha sido con Charli XCX, cantante brit¨¢nica, a la que la cr¨ªtica saluda como ¡°una m¨¢quina de hacer hits¡±. Vittar deja claro que aunque ha tocado el cielo del ¨¦xito en Brasil (ha recibido hasta los parabienes de la leyenda de la m¨²sica Caetano Veloso), el camino ha sido arduo: ¡°Si estoy aqu¨ª es por mis fans, por mi trabajo, por Dios y por los que me ayudaron¡±. Un miembro de su equipo la describe como muy creyente. Es cat¨®lica.
Tanto ella como la espa?ola Rosal¨ªa han coincidido en que les gustar¨ªa colaborar, pero ese deseo no se ha materializado hasta ahora: ¡°Lo que nos falta es la m¨²sica. Soy muy fan de ella y creo que con su regionalidad y mi regionalidad, tendr¨ªamos un choque cultural muy interesante¡±, dice la cantante brasile?a. ¡°Rosal¨ªa es mi diva¡±.
Tambi¨¦n adora RuPaul¡¯s Drag Race, un concurso reality estadounidense en el que se compite por ser la pr¨®xima superestrella drag. Desea que un d¨ªa el programa llegue a Brasil. ¡°Aqu¨ª hay drags muy talentosas. ?F¨ªjate en las chicas brasile?as, RuPaul!¡±, proclama ella, que tiene su propia comunidad organizada de seguidores, los vittar lovers. Desde los ochenta, S?o Paulo acoge un concurso de drag queens.
¡°Uno de mis grandes sue?os de ni?o era grabar un disco para cantar canciones compuestas por m¨ª y, en cada letra, enviar un mensaje, como hizo Britney [Spears] en Blackout [su ¨¢lbum de 2007]¡±, dice. La diva pop estadounidense es uno de sus referentes: mientras se apoya en la mesa para posar para la fot¨®grafa antes de la entrevista, tararea temas de Spears, aunque se define como una beyhive (como fan de Beyonc¨¦ que es).
En un pa¨ªs donde un payaso profesional como Tiririca lleva tres legislaturas de diputado, sorprende menos que otro parlamentario, el antiguo actor porno y exaliado de Bolsonaro, Alexander Frota, propusiera a esta famosa artista como ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos en sustituci¨®n de Damares Alves, pastora evang¨¦lica. A Vittar le parece mala idea: ¡°Creo que [Frota] se equivoca. Quien deber¨ªa estar ah¨ª es una mujer competente, con ideas y propuestas coherentes que realmente cambien las vidas de las mujeres. ?Sabes? Mi lugar es la m¨²sica, maquill¨¢ndome y con tacones¡±.
Se confiesa adicta al trabajo, ¡°sin tiempo para afectividades¡±. Y le gusta descansar en familia del ritmo fren¨¦tico: ¡°Hay momentos en los que solo quiero quedarme tirada en el sof¨¢ con mi madre, comiendo cusc¨²s con huevo¡±. Pero tambi¨¦n disfruta jugando a videojuegos de realidad virtual. Ahora est¨¢ entusiasmada con uno de terror en el que te defiendes a tiros de payasos que te persiguen para matarte.
Vittar explica que pas¨® por la androginia, cuenta que le gustar¨ªa echarse un novio m¨¢s alto que ella y detalla cu¨¢ndo se travisti¨® la primera vez: ¡°El d¨ªa que cumpl¨ª los 18 a?os, me vest¨ª de momia, con un top de vendas que copi¨¦ de la portada de una revista de high fashion¡±. Para entonces hab¨ªa aparcado el sue?o infantil de ser profesora de ingl¨¦s o m¨¦dico. Y ya solo quer¨ªa ser cantante.
Siete a?os despu¨¦s, y tras consagrarse en su Brasil natal, se prepara para conquistar el resto del mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.